
Cuando uno tiene jardín, vive en el campo o tiene una terraza llena de plantas lo más normal es que en ellas vivan una serie de hormigas ya que estos insectos invaden los espacios. En ocasiones se convierten en una plaga y uno no sabe cómo eliminarlas sin hacerles daño, pero teme que afecten a las plantas. Hay que destacar que las hormigas no atacan directamente a las plantas, pero sí que pueden atraer a otras plagas que sí que podrían hacerles daño.
Es evidente que, como todos los insectos, las hormigas cumplen su función dentro de un jardín o un conjunto de plantas. Fundamentalmente, ayudan a controlar las plagas, al comerse sus huevos y crías. Además, mejoran la polinización, yendo de flor en flor en busca de alimento. No sólo eso, sino que forman parte de un ecosistema saludable aireando el suelo, excavando túneles que transportan agua, oxígeno y nutrientes a las raíces de las plantas. Y también aceleran la descomposición de materia orgánica, fertilizando las plantas. Por lo tanto, que existan unas pocas hormigas no es un problema. Pero cuando la población crece desmesuradamente si es motivo de preocupación, porque puede acabar con la planta y favorecen el crecimiento del pulgón.
¿Las hormigas son peligrosas para las plantas?
Las hormigas son insectos muy necesarios en la naturaleza, puesto que se encargan de cumplir con diferentes funciones como la de enterrar granos que acaban germinando, la limpieza de cadáveres de animales o su ayuda para airear el suelo, pero también pueden llevar a cabo acciones dañinas como llevar pulgones a las hojas de los árboles para que se alimenten, protegerlos de depredadores y, a cambio, se alimentan del líquido azucarado que estos desprenden.
Pero hay una duda común y es, ¿Por qué a las hormigas les gusta tanto subir a las plantas? La respuesta es sencilla: suben para buscar alimento y refugio. Al ser omnívoras, pueden sentirse atraídas por el néctar, la miel de rocío y los exudados azucarados que algunas plantas producen. Además, sus estructuras vegetales proporcionan un refugio seguro para las colonias de hormigas, especialmente bajo hojas y en tallos huecos.
¿Corren peligro las plantas que tienen hormigas?
Aunque algunas especies de hormigas pueden desempeñar un papel en el control de plagas por su capacidad de alimentarse de pulgón o cochinilla, la mayoría suponen una gran amenaza. El motivo es que las hormigas son capaces de introducir plagas de pulgón o cochinilla en plantas sanas. Y no solo eso, sino que las defienden con su vida ante posibles depredadores. Estas plagas, que se alimentan de la savia de las plantas, excretan una mielada o melaza, que es un auténtico manjar para las hormigas, y cuanto más numerosa sea la plaga, más cantidad de melaza recibirán las hormigas.
Por otra parte, algunas especies de hormigas buscan los sustratos húmedos para establecer su colonia. Si esto sucede en la maceta de una planta, sufrirá daños en su sistema primario de alimentación. Y aunque no es algo frecuente salvo en algunos países sudamericanos, otras especies se comen las plantas enteras, salvo los tallos leñosos. Desafortunadamente, el final de una planta atacada por una plaga de pulgón o cochinilla es que se frena el crecimiento y la producción disminuye, y en el peor de los casos, terminará con la vida de la planta. Porque además, como cualquier otra plaga en plantas, son importantes vectores de virus si proceden de una planta enferma.
Consejos para evitar que las hormigas invadan las plantas
- Barreras físicas: Colocar barreras alrededor de las plantas puede ser una solución eficaz. Se puede usar tiza, ceniza de madera, canela en polvo o vaselina en los tallos de las plantas para evitar que las hormigas trepen. El motivo es que estos materiales crean una barrera que las hormigas no quieren cruzar. Pero además se pueden colocar trozos de tela o esponja, una goma y plástico. Gracias a estos elementos, se podrá crear un elemento protector que rodee el tallo de la planta y finalmente solo habrá que echar aceite sobre esta barrera para que así se genere una superficie resbaladiza.
- Barrera física con cartón: Si se toma el ancho del tronco y se dibuja una circunferencia en un cartón, puede recortarse y colocarse en la parte más lisa del tronco, usando pegamento para cubrir todo el cartón, es una buena forma de evitar que puedan subir las hormigas.
- Tiras pegajosas: Una alternativa es usar tiras pegajosas alrededor del tronco, que son similares a las que se utilizan para tratar de terminar con las moscas en el hogar, y que así se queden pegadas.
- Algodón: Se puede cubrir con algodón alrededor del tronco, ya que a las hormigas les cuesta pasar por él, por lo que acaban desistiendo si ven que tienen dificultades para subir.
- Tierra de diatomeas: Este polvo natural, hecho de restos fosilizados de diatomeas, es un excelente repelente de hormigas. Basta con espolvorear una fina capa alrededor de la base de las plantas. Hay que destacar que la tierra de diatomeas es segura para las plantas y mascotas, pero mortal para las hormigas, ya que deshidrata sus exoesqueletos.
- Levadura: Este producto se considera muy irritante para las hormigas, por lo que, si se quiere utilizar este método, es tan sencillo como preparar una mezcla de 100 gr de levadura en un litro de agua con 100 gr de azúcar. Después, hay que poner el remedio en pequeños envases y distribuirlo por las zonas del jardín donde haya hormigas.
- Pimienta blanca: Este ingrediente natural también tiene compuestos que repelen y ahuyentan las hormigas pequeñas, por lo que se suele utilizar para eliminar las hormigas de manera orgánica. Es muy sencillo, solo hay que mezclar a partes iguales pimienta blanca en polvo y agua, luego añadir esta mezcla en un envase con nebulizador para deshacerse de las hormigas en las plantas. Es importante pulverizar en los troncos de las plantas o en el camino que recorren las hormigas en las macetas.
- Arroz: El arroz puede ayudar a la eliminación de las hormigas pequeñas cuando se fermenta dentro de su hormiguero. Este método es tan sencillo como arrojar unos granos de arroz blanco por el camino que siguen los insectos, para que las hormigas los recojan y los lleven al hormiguero. Esto hará que con el calor fermente y hará que las hormigas desaparezcan del jardín.
- Bicarbonato de sodio y azúcar: Este es un truco que hará que las hormigas desaparezcan del todo ya que serán atraídas por el azúcar pero el bicarbonato es letal para ellas. Es tan sencillo como mezclar partes iguales de bicarbonato de sodio y azúcar y espolvorear la mezcla alrededor de las plantas.
- Bicarbonato de sodio: Este es un elemento bastante eficaz para repeler las hormigas e impedir que invadan el jardín o la casa. Solo hay que esparcir este polvo alrededor de las plantas o por el camino que suelen recorrer las hormigas.
- Sal gorda: Por regla general, echar sal en las plantas puede ser perjudicial para su salud ya que esta puede deshidratar las células de las plantas y afectar su capacidad para absorber agua y nutrientes del suelo. Pero además el uso de la sal como método para ahuyentar hormigas y hasta como herbicida, puede provocar graves consecuencias en la estructura del suelo afectando a su fertilidad. Y es que aunque la sal es fundamental para los seres vivos, un consumo excesivo pueda derivar en problemas de salud. Y las plantas no son una excepción, pero hay un matiz. Y es que el truco está en esparcir sal gruesa alrededor de la planta. De esta forma se puede evitar que las hormigas la ataquen, pero no sólo las hormigas, sino que también puede prevenir la llegada de otros animales como babosas y caracoles. Pero hay que matizar que es importante que sea sal gorda para evitar su absorción por el suelo y es algo que hay que hacer de forma puntual y no abusar para evitar perjudicar a la planta.
- Cáscaras de cítricos: Las cáscaras de naranja, limón y otros cítricos son otra opción natural. Basta con colocar pequeñas piezas de cáscara alrededor de las plantas, el motivo es que las hormigas no soportan el ácido cítrico y evitarán las áreas donde se encuentren estas cáscaras.
- Aceites esenciales: Los aceites esenciales de menta, eucalipto, árbol de té, limón y lavanda son repelentes naturales de hormigas. Es tan sencillo como hacer una solución con agua y unas gotas de estos aceites y rociarla alrededor de las plantas y en las áreas donde se hayan visto hormigas.
- Agua de ajo: El agua de ajo, por su olor, resulta molesto para las hormigas, lo que ayuda a ahuyentarlas al mismo tiempo que mantiene protegidas las plantas. Para ello solo hay que poner varios dientes de ajo triturados en una olla con agua y dejarlos reposar durante un mínimo de 24 horas. Una vez finalizado este periodo, se debe calentar a fuego lento la mezcla durante 15 minutos, para finalmente verter en una botella con pulverizador y aplicar en las plantas en las que haya hormigas o en cualquier otro lugar.
- Infusión de ajenjo: Según un estudio el ajenjo es una planta muy amarga que les resulta muy desagradable a las hormigas, por lo que este ingrediente natural consigue ahuyentarlas y mantenerlas lejos de las plantas. Basta con poner a hervir dos litros de agua y agregarle un puñado de hojas y raíces de ajenjo, luego hay que dejar reposar la mezcla como mínimo cinco horas y pulverizarla sobre las plantas o las áreas del hogar afectadas.
- Limón y agua: La acidez del limón y su amargura les resultan muy molestos a las hormigas, así que con este producto será fácil ahuyentarlas. Sin embargo, es un producto con un efecto muy corto y debe ser aplicado todos los días para obtener buenos resultados. Es tan sencillo como exprimir un limón en un vaso con agua y verterlo en una botella con pulverizador, luego hay que aplicar la mezcla por todo el camino que recorren las hormigas, en especial en el hormiguero.
- Plantas repelentes: Algunas plantas, como la menta, la lavanda, el ajo y la caléndula, actúan como repelentes naturales de hormigas, por lo que plantarlas cerca de otras plantas puede ayudar a mantener las hormigas alejadas.
- Eliminación de pulgones: Las hormigas a menudo están presentes debido a la presencia de pulgones, que secretan una sustancia azucarada que las hormigas adoran. Por ello, controlar los pulgones con soluciones de agua y jabón o con insecticidas naturales puede reducir la presencia de hormigas.

