La vista es uno de los sentidos más importantes, quizá el más importante junto con el oído. Por ello, en un mundo donde el uso de pantallas digitales es constante, proteger los ojos se ha convertido en una prioridad. Además, se estima que cerca del 80% de los españoles mayores de 18 años padece algún defecto visual. En cuanto a los jóvenes, estos sufren, sobre todo miopía en un 39%, hipermetropía en un 18% de la población y astigmatismo en el 38%. Por otro lado, a partir de los 40 o 45 años, suele aparecer la presbicia o vista cansada, que alcanza al 43% de la población. Esto consiste en la incapacidad para enfocar los objetos cercanos debido al envejecimiento del cristalino, que pierde elasticidad y no puede ejercer su función de enfoque.
Con su enorme importancia en el día a día y la cantidad de problemas que pueden sufrir, en realidad, los ojos son los grandes olvidados a la hora de prevenir enfermedades. Sobra decir que habitualmente se siguen diferentes rutinas faciales, se consumen alimentos buenos para el sistema digestivo, se realiza ejercicio para fortalecer el cuerpo… y, sin embargo, muchas veces parece que uno no se acuerda de cuidar la vista. Pero, como se ha dicho anteriormente, los ojos son propensos a sufrir múltiples enfermedades, algunas exclusivas de este órgano y otras como manifestación de un problema corporal más general.
¿Por qué es importante cuidar los ojos a diario?
Un buen cuidado de los ojos es la manera más eficaz de prevenir enfermedades como pueden ser la conjuntivitis o la blefaritis, pero también otras patologías más graves como el glaucoma o las neuropatías ópticas. Por ello, el hecho de no llevar una buena rutina de cuidado de los ojos puede tener graves consecuencias de salud. Los efectos más inmediatos pueden ser desde la aparición o aumento de la miopía, los ojos secos crónicos o la aparición de heridas y úlceras en la córnea, hasta cuestiones más graves como la pérdida de visión.
¿Qué puede dañar la vista?
- Genética
La genética ocupa un lugar importante en los problemas refractivos de visión como la miopía, hipermetropía o astigmatismo. Sin embargo, no son los únicos factores que intervienen en los problemas de visión ya que pueden influir otras patologías, o lesiones o traumatismos o cirugías, etc.
- Pantallas
A diferencia de lo que muchas personas pueden pensar, el riesgo de padecer problemas visuales no está en el uso en sí mismo de las pantallas, sino más bien en el exceso de horas que se fuerza la visión cercana. Además, el abuso de las pantallas tiene un efecto diferente en los niños y en los adultos. Por una parte, el uso excesivo de móviles, tabletas u ordenadores, y por tanto, de la visión cercana, puede provocar un aumento de las probabilidades de desarrollar miopía en los niños.
Sin embargo, en los adultos, este mal uso puede causar molestias visuales como la fatiga visual, el motivo es que, al sobrepasar el límite de horas recomendadas para estar frente a la pantalla de un dispositivo de este tipo, es normal que los ojos se resientan más de lo normal y que la calidad de la visión disminuya. También pueden aparecer dolores de cabeza o migrañas y ojos rojos y sequedad ocular, puede suceder que la hidratación de los ojos disminuya a causa de esta sobreexposición a las pantallas y que uno de los síntomas sean los ojos rojos y la sequedad ocular.
Consejos para cuidar la vista
- Dormir bien: Un mínimo de 8 horas de descanso de calidad fomenta que los ojos se despierten frescos, listos para afrontar la jornada. Esto ayudará a evitar los ojos rojos y secos, más aún si se trabaja con pantallas. No obstante, si se nota sequedad ocular por las mañanas, se puede integrar en la rutina matinal gotas para lubricar los ojos.
- Descansar la vista: Una regla útil es la regla 20-20-20. Consiste en mirar un objeto a 20 pies de distancia, aproximadamente 6 metros, durante 20 segundos cada 20 minutos de trabajo frente a una pantalla. Esto ayuda a reducir la fatiga ocular y previene el síndrome visual informático.
- Mantener una distancia adecuada: Es importante situar las pantallas de ordenadores o dispositivos móviles a una distancia mínima de 50-60 centímetros de los ojos. Además, la pantalla debe estar ligeramente por debajo del nivel de los ojos para evitar tensión en el cuello y los músculos oculares. Pero, en el caso de la pantalla del ordenador, esta debe colocarse a la misma altura de los ojos para no forzar la mirada hacia arriba o hacia abajo.
- Iluminación adecuada: La luz directa en los ojos, los reflejos y las sombras durante largos periodos de tiempo afectan a la visión a largo plazo. Por este motivo, los expertos recomiendan trabajar en espacios con grandes ventanas, en los que entre la luz natural, además de una luz más fuerte que enfoque el objeto de trabajo, el motivo es que se notará menos sensación de fatiga visual al final del día.
- La importancia de la visión periférica: Por ejemplo cuando se ve la televisión, es importante estar en una sala bien ventilada, humificada, y que no esté completamente a oscuras, tener una pequeña lámpara encendida ayudará a no perder la perspectiva de la visión periférica, y por tanto de los movimientos que nos rodean.
- Parpadear con frecuencia: Durante el uso prolongado de pantallas, se tiende a parpadear menos, lo que puede provocar sequedad ocular. Es importante parpadear conscientemente o utilizar lágrimas artificiales para mantener los ojos hidratados.
- Inclinación y posición corporal: Si se pasan muchas horas sentados en el lugar de trabajo, lo más recomendables es que sentarse con los pies apoyados en el suelo con la espalda y cabeza recta. Esto es importante porque así se evitarán los reflejos de luz.
- Hidratación ocular: Es normal que en ocasiones los ojos se enrojezcan y piquen, ya sea después de una larga jornada frente al ordenador, porque ha entrado agua en la ducha etc. Tener siempre a mano un colirio de lágrimas artificiales aliviará y rehidratará los ojos.
- Cuidado con el sol: Al igual que se protege la piel del sol con la aplicación de cremas. El uso de gafas de cristales homologados con el filtro UVA y el distintivo UE adecuado, es necesario para la buena salud visual. El motivo es que los rayos solares impactando de manera directa en los ojos pueden tener consecuencias muy negativas a largo plazo.
- Rodearse de aire limpio: Los espacios abiertos en los que corra el aire mejoran la salud visual.
- No fumar: El tabaco es un factor de riesgo para muchas enfermedades. Entre otras, se ha visto que dobla o triplica el riesgo de tener o desarrollar degeneración macular. Esta enfermedad provoca una pérdida severa de la visión y la prevención y detección precoz son las formas más eficaces para hacerle frente.
- Alimentación balanceada: Consumir alimentos ricos en vitaminas A, C, E, y ácidos grasos omega-3 beneficia la salud ocular. Zanahorias, espinacas, pescados y cítricos son excelentes opciones. Las verduras y frutas cargadas de vitaminas A y C: zanahorias, arándanos, frutos rojos… y los alimentos con magnesio cómo los frutos secos, algunos cereales, etc., también ayudan a mantener una buena visión.