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Descubre por qué España es el único país europeo que ama las persianas

Las persianas son algo puramente español. Pero, ¿cuál es su origen? ¿Por qué nadie más las utiliza? ¿Para qué sirven realmente?

Las persianas son algo puramente español. Pero, ¿cuál es su origen? ¿Por qué nadie más las utiliza? ¿Para qué sirven realmente?
Mujer mirando por las persianas de la casa. | Pixabay/CC/19934763

Si uno mira los hogares españoles no hay ni uno en el que no existan las persianas, y se utilizan, de hecho se suben y bajan en función de cuánta luz se desea en una habitación determinada. Esto ocurre porque España tiene una media de exposición de sol alta, entre 2.500 y 3.000 horas al año. Es por ello que durante mucho tiempo se ha justificado la presencia de persianas con las horas de luz. Sin embargo, ¿por qué se bajan las persianas por la noche si no hay luz? ¿Por qué España es el único país europeo en tener persianas?

Cuando uno viaja al extranjero se da cuenta de que falta algo en las ventanas que solamente existe en España y no es otra cosa que las persianas. Esto habitualmente provoca una sensación rara, puesto que no se puede controlar la luz que entra por la ventana. De hecho, normalmente se piensa que la razón por la que en España hay persianas es esa. Pero no es, al menos, la única. Si uno se fija en el resto de países europeos podrá ver que España es uno de los países europeos con más horas de sol al año, pero también Turquía, Italia, Grecia, Francia o Portugal y, sin embargo, no tienen persianas.

También hay que recordar que España es reconocido como el país del sol y esta es una de las razones por las que se usan las persianas, para evitar la entrada de luz solar y de sus rayos. Pero no, esta no es la única razón por la que hay persianas en los hogares españoles. Hay una explicación cultural. ¿Cuál es el origen de las persianas en España?

Hay que remontarse 800 años atrás, a la época de Al-Ándalus, cuando el imperio árabe dominó la península durante 8 siglos. Los historiadores señalan que por aquel entonces, las casas eran algo diferentes y "miraban hacia dentro". Si uno echa un vistazo a los Riad podrá observar que este estilo de casa tiene un patio interior, en torno al que gira toda la estructura. Pues las casas de la época contaban también con un patio central, enfocando la vida al interior. Por ello, usaban persianas, manteniendo la privacidad de la vida en el hogar. Acostumbrada a esa tradición, a la sociedad española le gusta tener estos elementos, además de las cortinas, para que no se vea desde la calle o desde el edificio de enfrente, lo que está ocurriendo en la casa.

Origen de las persianas

La palabra 'persiana' viene del latín y significa 'originario de Persia'. Hay que recordar que las primeras importaciones a Europa se hicieron a través de Venecia, de ahí el nombre de las persianas venecianas. Aunque en realidad ya existían modelos de persianas en los tiempos de las tribus nómadas, cuando empezaron a cubrir sus ventanas con grandes hojas mojadas para proteger su hogar del sol y refrescarlo.

En realidad, el primer modelo moderno de persiana se comercializó a partir del siglo XVIII. Fue entonces cuando un físico londinense llamado Edward Bevan inventó el sistema de poleas con cuerdas para mover las láminas, que eran de madera y ya quedaban encajadas en un marco. Más adelante, se vieron persianas de cristal y luego de aluminio, plástico y fibras naturales.

¿Qué pasa en otros países?

En los países centroeuropeos no hay persianas. ¿Por qué? La explicación se remonta a las costumbres protestantes, en las que las casas quedaban abiertas para que se pudiera compartir información y honestidad hacia los huéspedes, de tal forma que demostraban que no tenían nada que ocultar. En zonas del centro del continente como en los Países Bajos se suprimió el uso de las mismas con el principal objetivo de demostrar al resto de la comunidad la transparencia religiosa, como contexto de la revuelta contra Felipe II y el enfrentamiento ideológico neerlandés entre protestantismo y catolicismo.

En la actualidad, los países nórdicos, Alemania y Reino Unido no consideran imprescindible el uso de las persianas, de hecho si uno pasea por las calles verá que no hay persianas. Pero, si se viaja a centroeuropa también se puede comprobar que no hay persianas, y a veces tampoco cortinas por lo que uno queda expuesto ante las ventanas. Esto es porque tuvieron una mayor influencia de las costumbres protestantes. Por esta razón, la cultura árabe ha dejado huella en España de tal forma que lo bonito de la vivienda reside en el interior y no se deja que los demás lo puedan ver.

¿Por qué se usan las persianas?

  • Clima y protección solar: Las persianas ayudan a regular la temperatura interior al bloquear la entrada directa del sol, especialmente durante las horas más calurosas del día. Esto permite mantener las casas frescas sin depender exclusivamente del aire acondicionado. En otros países europeos con climas más fríos y menos soleados, la necesidad de este tipo de protección no es tan apremiante.
  • Privacidad y control lumínico: Las persianas también ofrecen un control total sobre la entrada de luz natural, lo que permite oscurecer por completo las habitaciones, una característica que muchos españoles valoran para dormir, especialmente durante las siestas. En países como Alemania o el Reino Unido, las cortinas pesadas y estores cumplen esta función, pero no logran el mismo nivel de oscuridad.
  • Influencia cultural e histórica: La tradición de usar persianas en España tiene raíces en la arquitectura mediterránea, que prioriza mantener las viviendas frescas y protegidas del sol abrasador. Además, durante el siglo XX, el desarrollo urbano y la construcción masiva de edificios con persianas enrollables estandarizó su uso.
  • Diferencias arquitectónicas y estilos de vida: En el norte de Europa, las ventanas suelen ser más grandes y están diseñadas para aprovechar al máximo la poca luz solar, mientras que en España se prioriza evitar el sobrecalentamiento. Además, las persianas exteriores también protegen contra el ruido y mejoran la eficiencia energética al actuar como aislantes.

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