
Es muy habitual que, en cuanto uno se despierta, coge su teléfono para revisar mensajes, redes sociales, correos... pero esto supone exponer al cerebro a una gran cantidad de información, elevando los niveles de estrés y ansiedad desde primera hora de la mañana. Pero no es algo que digamos nosotros sino que un estudio de la Organización Mundial de la Salud, reveló que aproximadamente el 80% de las personas que utilizan smartphones revisan sus dispositivos móviles dentro de los 15 minutos posteriores a despertarse cada mañana. Pero el hecho de estar ante una pantalla interactiva hace que el cerebro libere mucha dopamina, un neuroquímico que mide el placer en el cerebro. Para hacerse una idea de lo dañina que puede ser, este órgano anhela la dopamina como un niño de ocho años anhela los dulces, en otras palabras, cuando se comienza a mirar el celular, el cerebro querrá repetir este comportamiento a lo largo del día, ya que sabe que sentirá placer.
Y es que aquellos "5 minutos" de revisión ciertamente terminan convirtiéndose rápidamente en 15, 30 o incluso una hora. Si bien es cierto que en la actualidad es prácticamente imposible separarse del móvil, que acompaña tanto en muchas de las actividades de ocio como incluso en el trabajo. Sin embargo, lo que muchos desconocen son los peligros de mirar el móvil nada más despertarse por la mañana. El hecho de que mirar el móvil sea lo primero que se hace en el día quiere decir que se ha incluido dentro de las rutinas y ya se ha convertido en un hábito. Esto puede suceder porque uno se haya acostumbrado a estar al día de todo lo que pasa alrededor. Por ello, cuando uno se despierta, necesita saber qué ha pasado en las horas que ha estado sin información por haber estado dormido.
En la era digital, el móvil se ha convertido en una extensión de las propias personas. De hecho, para muchos, revisar el teléfono es lo primero que hacen al abrir los ojos, una rutina que puede revelar más sobre la personalidad y hábitos de lo que uno puede imaginar. Este comportamiento puede estar vinculado a ciertos rasgos comunes en quienes lo practican.
- Altamente conectados y dependientes de la tecnología: Si lo primero que se hace al despertar es mirar el móvil, probablemente uno sea alguien que valora mantenerse informado y conectado. Además, puede indicar una fuerte dependencia de la tecnología como herramienta para organizar la vida, socializar y mantenerse actualizado con noticias, mensajes o redes sociales.
- FOMO (miedo a perderse algo): El temor a perderse eventos importantes o novedades impulsa a muchas personas a revisar el móvil inmediatamente. Este comportamiento es común en quienes sienten la necesidad de estar al tanto de todo y evitar quedar fuera de conversaciones o eventos relevantes.
- Alta sensibilidad al estrés: Aquellos que verifican notificaciones al despertar pueden tener una mayor predisposición al estrés. Comenzar el día revisando correos o mensajes puede generar una sensación de urgencia o presión, dificultando un inicio relajado de la jornada.
- Organización o procrastinación: Aunque mirar el móvil puede ser un hábito de personas organizadas que revisan agendas y tareas, también puede estar relacionado con la procrastinación. Perder minutos valiosos desplazándose por redes sociales o aplicaciones puede reflejar una falta de priorización al inicio del día.
- Curiosidad e interés social: Quienes revisan sus móviles al despertar tienden a ser curiosos y sociales. Este rasgo se traduce en una búsqueda constante de información, interacción con amigos o simplemente mantenerse al día con el mundo exterior.
Sin embargo, este hábito puede tener consecuencias negativas, como aumentar el estrés, reducir la productividad y alterar la concentración. Adoptar una rutina matutina que limite el uso del móvil puede fomentar un inicio de día más equilibrado y enfocado en tus prioridades personales y profesionales.
Rasgos de la personalidad
El hecho de mirar el móvil nada más despertar refleja algunos rasgos de personalidad, entre los que destacan:
- Impulsividad: a la persona que mira el móvil nada más despertarse puede costarle resistirse a obtener esa información y soportar la incomodidad que ello le supone.
- Dependencia: puede ser una señal de necesitar a los demás, de que guste gustar y ser aceptado por los otros. Por ello, revisa mucho las redes sociales, para tener información de lo que hacen los demás o lo que está de moda y así adaptarse a los gustos socialmente establecidos.
- Altos niveles de estrés: en principio se pueden utilizar las redes sociales para relajarse pero pronto esa intención se da la vuelta. En lugar de relajar estresan ya que se puede obtener información inesperada que aumente la ansiedad o puede llevar al miedo a perdernos algo y entrar en una espiral de estar constantemente informados, aumentando así el nerviosismo.
Por otro lado, las personas que ya presentan una base de ansiedad en sus vidas, pueden tener más problemas a la hora de controlar la necesidad de revisar el móvil todo el tiempo, incluso nada más despertar. Se puede tener una necesidad constante de conectividad, no hay que olvidar que los humanos somos seres sociales y necesitamos sentir que pertenecemos al grupo. Es algo instintivo y normal en los seres humanos, pero hay que saber identificar cuando esta necesidad se puede estar volviendo en contra.
También es importante que uno mismo se ponga ciertos límites y sepa lo que es saludable y lo que no. A una persona que no ha tenido límites le costará detectar cuándo los necesita y autoimponérselos. Por ello, es necesario tener en cuenta que primero será complicado que identifique que no es bueno mirar el móvil a primera hora de la mañana y después, una vez que lo detecte, le costará prescindir de esa acción. Pero también deseo de validación, procrastinación, baja autoestima y dificultad para priorizar son algunos de los rasgos de personalidad que puede revelar también el hecho de mirar el móvil de forma automática al despertar.
Los peligros de mirar el móvil nada más despertarse
Abrir los ojos por la mañana no significa que ya se esté totalmente despierto. De hecho, en ese momento, da comienzo un proceso que pasa por distintas fases, en las que las distintas ondas cerebrales se activan de manera secuencial, y deben ser tenidas en cuenta para no cometer el error de mirar el móvil nada más despertarse. Hay que saber que, al despertar, las ondas theta facilitan la creación de recuerdos y el procesamiento de información, mientras que las ondas alfa aumentan la creatividad y contribuyen a reducir los síntomas de depresión. El problema es que mirar el móvil después de despertarse puede interrumpir estas fases, haciendo que el cerebro no funcione de una manera óptima desde el comienzo del día. Y, ¿qué problemas puede ocasionar?
- Puede aumentar el estrés: El teléfono móvil suele ser el medio utilizado para mantener todo tipo de conversaciones personales y relacionadas con el trabajo. Nada más despertarse y consultar el teléfono, uno se encuentra con que ya se comienza a pensar en todo lo que se debe realizar ese día, un hábito que puede hacer crecer los niveles de cortisol, la hormona relacionada con el estrés, haciendo que, nada más despertarse, se empiece el día con una sensación de ansiedad y sobrecarga mental. De esta manera, mirar el móvil en ese momento puede aumentar los niveles de estrés.
- Impacto negativo en el estado de ánimo: Mirar el teléfono móvil nada más levantarse puede hacer que uno sea menos productivo, además de generar un estrés que podría evitarse perfectamente con tan solo limitarse a permanecer durante unos minutos más en la cama mientras se realizan estiramientos, una acción que contribuye a que la mente y cuerpo se despierten de forma progresiva y saludable. Además, al despertar uno es más vulnerable a influencias externas, por lo que las noticias negativas o comparar la vida con las de otros a través de las redes sociales, puede tener un impacto negativo sobre el estado de ánimo. Es un tipo de contenido que puede acabar despertando sentimientos de tristeza, frustración o envidia.