Menú

Beatriz Milleiro: el arte de transformar joyas y vidas

Entrevista en LD a la joyera Beatriz Milleiro, adalid de la nueva vida para las joyas, adaptándolas a los nuevos tiempos.

Entrevista en LD a la joyera Beatriz Milleiro, adalid de la nueva vida para las joyas, adaptándolas a los nuevos tiempos.
La joyera alicantina afincada en Madrid Beatriz Milleiro. | Andreas Bogner

Si hay algo que la define es su pasión por la joyería. No es solo un oficio, sino una herencia familiar, una vocación que la acompaña desde que apenas levantaba un palmo del suelo y que ha sabido convertir en su sello personal. "La profesión más bonita del mundo". Nacida en Alicante en el seno de una familia de orfebres gallegos, su camino la llevó a Madrid, donde hoy es una referencia en el mundo de la joyería exclusiva y artesanal.

Así es Beatriz Milleiro, la diseñadora que cuenta con una coqueta a la par que elegante joyería en la calle Castelló, en el barrio de Salamanca. Ella es especialista en rediseñar esas joyas familiares que muchas veces han quedado guardadas en el baúl de los recuerdos: su misión, reinventar esas piezas con otros materiales (cerámica, ébano, ónix…) para darles una segunda vida, manteniendo así intacto su valor sentimental. Siempre con la sostenibilidad por bandera, a todos los niveles.

Un viaje con brillo propio

"Soy de una tercera generación de joyeros orfebres", nos cuenta Beatriz con naturalidad. Su llegada a Madrid no fue un plan meticulosamente trazado, sino más bien un cúmulo de circunstancias. "Hace nueve años hice un evento en el Hotel Wellington, mi primera presentación de diseños. Entonces vino Carmen Lomana y me dijo: ‘Me encantan tus joyas, me encanta tu estilo, tengo cosas que quiero que me hagas’".

1704-beatrizmilleiro2.jpg
Colección de joyas de Beatriz Milleiro. | Andreas Bogner

Ahí empezó todo. "Carmen fue mi madrina en Madrid. Me presentó a gente, y poco a poco fui viniendo más a menudo hasta que terminé abriendo mi propia joyería aquí", señala Beatriz, quien reconoce que, aunque abrir un negocio propio supone viajar menos a otros lugares, la capital de España es el epicentro de la moda y el lujo, el lugar adonde viajan sus clientas para confiarle sus joyas.

Arte y reinvención

Beatriz no solo diseña piezas nuevas, sino que también transforma joyas con historia. "Me traen joyas antiguas y me gusta darles una segunda vida. No se pueden dejar abandonadas en un cajón. Cuando se tiene una buena base, se pueden transformar en algo diferente y especial", reconoce la diseñadora, que tiene un don para reinterpretar y personalizar cada pieza con un sello distintivo.

Sus creaciones no solo son exclusivas, sino que tienen una versatilidad única; es decir, sus clientas luego pueden lucir sus joyas tanto con un vestido de noche como con una blusa y vaqueros. "Normalmente mis piezas tienen dos o tres formas diferentes de usarse. Se pueden adaptar al estilo y a las necesidades de cada persona".

1704-beatrizmilleiro6.jpg
Beatriz Milleiro, discreta, elegante y con un punto de sofisticación. | Andreas Bogner

Y es que para Milleiro, las joyas son mucho más que adornos: "Son el complemento perfecto, hablan de ti, te definen. Cuando veo las joyas que lleva una persona, me puedo hacer una idea de cómo es". Una respuesta que nos sirve para preguntarle a la diseñadora cómo es Beatriz Milleiro: "Yo me definiría como una mujer discreta y elegante. Sencilla pero con un punto de sofisticación".

Aunque la discreción es clave en su profesión, no oculta el orgullo de que algunas de sus piezas sean lucidas por personalidades conocidas. "No me gusta hablar de mis clientes, pero es cierto que Carmen Lomana ha salido muchas veces con mis joyas y también he colaborado con el Padre Ángel en proyectos solidarios. Quiero hacer otra colección de joyas benéficas. Es una manera de ayudar y me hace ilusión", afirma.

Un mercado en constante evolución

El mundo de la joyería ha cambiado, pero Milleiro defiende que sigue siendo un sector sólido. "El lujo se mantiene. La gente sigue invirtiendo en joyas porque es un valor seguro. A diferencia de otros bienes, como los inmuebles, la joyería no genera gastos y su valor se puede recuperar con el tiempo", destaca.

Sin embargo, no todas las joyas tienen el mismo valor. "Cuando compras una joya de una firma conocida, muchas veces pagas solo la marca, es un dinero tirado. En una compraventa, lo que importa es el peso y la calidad de las piedras, no la firma. Los diamantes se rigen por un listado que es el rapaport -lista de precios-. Las grandes firmas no fabrican los diamantes, sino que los compran en una de las tres bolsas que hay en el mundo -Nueva York, Tel Aviv y Amberes-, y luego pagas un precio excesivo. Ese producto está sobrevalorado".

1704-beatrizmilleiro5.jpg
Más joyas de la alicantina. | Andreas Bogner

Por eso Milleiro apuesta por piezas únicas y de alta calidad, todas ellas hechas a mano, con el valor real de los materiales y el diseño exclusivo como garantía. La exclusividad de sus piezas hace que expandir su negocio no sea una prioridad, sino que ella se centra en "mantener el contacto directo con mis clientas, no quiero perder eso. Mis joyas son únicas y estandarizarlas no entra en mis planes".

Consejos de una experta

Para quienes empiezan a invertir en joyas, Milleiro recomienda construir un "fondo de armario" en joyería: "Unos buenos pendientes, una sortija, un brillante en el cuello… son piezas básicas que siempre serán elegantes y atemporales. Es como tener una buena blazer, una buena camisa blanca… esas cosas que hablan de ti, te definen, como un buen bolso, esos complementos siempre son importantes".

Además, Beatriz ha innovado en materiales, mezclando gemas preciosas, como rubíes, zafiros, diamantes o esmeraldas, con cerámica para darles un toque contemporáneo: "La cerámica negra tiene ese aire vintage, como el ónix, aunque la ventaja que tiene la cerámica es que es más ligera y resistente. Me gusta mezclar diferentes texturas y soy conocida por esa combinación".

1704-beatrizmilleiro4.jpg
Así son las joyas de Beatriz Milleiro en su joyería de la calle Castelló. | Andreas Bogner

Un oficio con alma

Para la diseñadora nacida en Alicante la joyería no es solo un negocio, sino un arte y un modo de vida. "La gente viene feliz a la joyería; aquí no hay penas, solo alegrías y momentos especiales. Hay ciertos momentos en la vida que solo se pueden señalizar con una joya, como una pedida de mano, un 50 cumpleaños, el final de una carrera… ¿Un coche? Pues dentro de 10 años, o incluso menos, ya no tendrá valor", dice.

"Diseñar joyas para alguien es un proceso creativo y emocionante porque cada pieza es diferente y refleja la esencia de quien la lleva. Así que no me aburro nunca, siempre tengo que estar pensando qué joya voy a diseñar para un cliente determinado", dice Beatriz Milleiro, una auténtica enamorada de la joyería que ha convertido su profesión en mucho más que un negocio: una forma de vida y una verdadera obra de arte.

En Chic

    0
    comentarios

    Servicios

    • Radarbot
    • Libro
    • Curso
    • Alta Rentabilidad