
La hiperprotección de las colonias felinas es uno de los aspectos más polémicos de la ley de bienestar animal. El principal motivo es el elevado coste que supone para los ayuntamientos. El otro es la amenaza que supone este depredador para otras especies autóctonas en zonas especialmente sensibles como Canarias. Y un artículo recientemente publicado en la revista Nature les da la razón: "Los gatos son carnívoros invasores distribuidos globalmente que impactan notablemente la biodiversidad."
La ley animalista en vigor desde el pasado 29 de septiembre obliga a los ayuntamientos a crear un plan de gestión de colonias felinas. Además de atender, alimentar y proteger a los gatos callejeros (ahora denominados "gatos comunitarios", los ayuntamientos están obligados a capturar a todos los animales, vacunarlos, desparasitarlos, esterilizarlos y devolverlos a sus colonias de origen".
Numerosos expertos dudan de la eficacia del método CER (captura, esterilización y retorno), principalmente porque requiere esterilizar a un amplio porcentaje de la población felina, pero en cualquier caso, el coste de gestión de las colonias amenaza con desestabilizar los precarios presupuestos de muchos municipios y, en algunos casos, también sus propios ecosistemas locales, como en el caso de Canarias, donde poblaciones descontroladas de gatos están poniendo en jaque el futuro de especies protegidas de aves y lagartos.
De hecho, investigadores del CSIC dedicados al estudio de la biodiversidad de las Islas Canarias alertan de que la ley impulsada por el Gobierno supone "una amenaza" para la conservación de la fauna canaria. "A nivel mundial, los gatos se relacionan con la extinción de 63 especies de vertebrados. En los ecosistemas insulares han estado involucrados en el 14% de todas las extinciones de aves, mamíferos y reptiles y en el declive del 8% de los mismos catalogados en peligro crítico".
En este sentido, el estudio publicado por la revista Nature confirma que los gatos callejeros suponen una "amenaza potencial" para otras especies, entre otros motivos porque los felinos callejeros no tienen demasiados remilgos a la hora de elegir a sus presas o incluso de adaptar su dieta a las sobras humanas.
Un 16% de especies protegidas
"Identificamos 2.084 especies consumidas por gatos, de las cuales, 347 (16,55%) son de interés para la conservación", señala el artículo. "Aproximadamente el 9% de las aves conocidas, el 6% de los mamíferos conocidos y el 4% de las especies de reptiles conocidas se identifican en la dieta de los gatos. El 97% de las especies consumidas pesan menos de 5 kg de masa corporal adulta, aunque también se comen especies mucho más grandes", indica el artículo.
"Los gatos en libertad son carnívoros invasores distribuidos globalmente que impactan notablemente la biodiversidad", indica el estudio. "Nuestros resultados demuestran que los gatos son depredadores extremadamente generalistas, lo cual es fundamental para comprender su impacto en los sistemas ecológicos y desarrollar soluciones de manejo".
El artículo también destaca que, al tratarse de "una de las especies con mayor distribución del planeta", los gatos "han alterado muchos ecosistemas en los que fueron introducidos" a través de la transmisión de "nuevas enfermedades", la amenaza a la integridad genética de otros félidos silvestres por el mestizaje de especies y también "han llevado a muchas especies a la extinción" a través de la caza. Como resultado, insiste el informe, "los gatos en libertad (es decir, gatos con dueño o sin dueño con acceso al ambiente exterior) se encuentran entre las especies invasoras más problemáticas del mundo".



