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Este es el motivo por el que no podemos recordar nuestra infancia, según la ciencia

Un estudio muestra que los bebés sí crean recuerdos desde el primer año, pero la dificultad radica en recuperarlos cuando somos adultos.

Imagen de un hombre y un bebé. | Pixabay/CC/geralt

La capacidad de los bebés para generar recuerdos desde una edad muy temprana sigue siendo un campo activo en el ámbito científico. Según un estudio reciente publicado en la revista Science, los bebés de tan solo un año ya son capaces de formar recuerdos, aunque posteriormente no puedan acceder a ellos debido al fenómeno conocido como amnesia infantil.

Este estudio sugiere que la principal dificultad no reside en la creación inicial de recuerdos, sino en la capacidad posterior para recuperarlos. "Una posibilidad fascinante es que esos recuerdos sigan ahí en la edad adulta, pero simplemente no podamos acceder a ellos", explica Tristan Yates, neurocientífica de la Universidad de Columbia en Nueva York y coautora del trabajo.

Durante años, los científicos han debatido sobre la razón exacta por la cual los adultos no pueden recordar los primeros años de su vida. Una de las teorías más comunes apuntaba a la inmadurez del hipocampo, una región cerebral esencial para el almacenamiento de recuerdos. Sin embargo, este nuevo estudio plantea una perspectiva distinta, señalando que el problema podría estar más relacionado con la incapacidad adulta para acceder a esos recuerdos.

La investigación y sus resultados

Para abordar esta cuestión, los investigadores utilizaron técnicas avanzadas de resonancia magnética funcional (fMRI) para analizar la actividad cerebral de 26 bebés con edades comprendidas entre los 4 meses y los 2 años. Durante el experimento, los niños observaron brevemente (durante dos segundos) imágenes inéditas de caras, objetos o escenas, y aproximadamente un minuto después volvieron a ver esas mismas imágenes.

Los resultados revelaron que los bebés miraban más tiempo las imágenes ya vistas, indicando así que las recordaban. Además, se observó una correlación directa entre la intensidad de la actividad cerebral en el hipocampo durante la primera exposición y el tiempo que los bebés dedicaban posteriormente a observar nuevamente esas imágenes. La actividad más destacada se localizó en la parte posterior del hipocampo, la zona cerebral más relacionada en adultos con la recuperación de recuerdos.

Nick Turk-Browne, psicólogo cognitivo de la Universidad de Yale en New Haven (Connecticut) y coautor del estudio, destacó que "lo que demuestra este estudio es una prueba de concepto de que la capacidad de codificación existe". Asimismo, Yates añadió que "aunque observamos este fenómeno en todos los bebés del estudio, la señal fue más intensa en los mayores de 12 meses, lo que sugiere una trayectoria de desarrollo en la capacidad del hipocampo para codificar recuerdos individuales".

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