
Una revisión científica reciente ha revelado que el virus de la lengua azul, conocido por afectar principalmente a rumiantes como ovejas y vacas, también puede infectar a perros, lo que podría cambiar la forma en que se entiende y se controla esta enfermedad. Los investigadores de la Universidad de Évora (Portugal) han analizado diversos caso documentados y han dado la voz de alarma para que los veterinarios actualicen los sistemas de vigilancia.
Hasta ahora, la lengua azul se consideraba una enfermedad que afectaba exclusivamente a animales rumiantes y que se transmite por la picadura de pequeños insectos del género Culicoides. Sin embargo, los científicos han encontrado evidencias de que también puede llegar a perros y otros carnívoros, tanto por la vía vectorial (es decir, mediante la picadura de estos insectos) como por el consumo de carne contaminada.
Aunque muchos animales infectados no presentan síntomas visibles, algunos han desarrollado cuadros clínicos graves, incluyendo hemorragias internas. Este comportamiento variable complica aún más su diagnóstico, sobre todo en animales que no suelen asociarse con esta enfermedad. Por eso, los investigadores consideran que la lengua azul puede estar infradiagnosticada.
Carnívoros implicados en la transmisión
Los autores del estudio alertan de que los carnívoros podrían estar desempeñando un papel hasta ahora desconocido como posibles reservorios o transmisores secundarios del virus, lo cual podría alterar el ciclo de transmisión conocido hasta ahora.
"Los veterinarios deben estar atentos ante síntomas inusuales en animales de compañía, sobre todo en zonas donde ya se ha detectado circulación del virus de la lengua azul", remarcan los autores del trabajo, que subrayan también la necesidad de revisar y ampliar las medidas de control, incorporando también a las mascotas y otros carnívoros en las estrategias de prevención, bioseguridad y diagnóstico.

