
En varias ocasiones se ha observado que los animales pueden detectar desastres naturales antes de que ocurran como una "alerta natural". Esto ha vuelto a ocurrir con el terremoto de magnitud 8,8 frente a la costa de Kamchatka, en Rusia. Posteriormente, al emitirse la alerta de un posible tsunami, la naturaleza y varias especies comenzaron a comportarse de forma extraña, como si pudieran percibir el peligro.
Una de las señales más claras fue que el mar comenzó a retirarse. Esto sucede cuando la primera parte de la ola que llega a la costa no es una cresta (una ola alta), sino una depresión (una parte baja). Esta parte baja crea un efecto de succión que hace que el nivel del mar baje de forma repentina. Cuando esto ocurre, es una señal clara de que se acerca una gran ola de tsunami. En varias zonas cercanas al epicentro, la marea cambió de forma abrupta.
🇺🇸 | M8,8 | Inundaciones en Hilo, Hawái, debido a las olas del tsunami causadas por el terremoto de magnitud 8,8 frente a la costa de Kamchatka.
— Alerta News 24 (@AlertaNews24) July 30, 2025
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Antes de que se emitiera la alerta oficial de tsunami en Japón, cuatro ballenas aparecieron varadas en la playa de Heisaura, en la ciudad costera de Tateyama. Esto ocurrió alrededor de las 5:00 de la mañana (hora local). Este tipo de varamientos a veces se relaciona con movimientos sísmicos.
También se difundieron imágenes de lobos marinos huyendo del mar en la isla Antsíferova, en la región rusa de Sajalín. Al mismo tiempo, se observó a muchas aves volando sobre la zona, lo que también puede ser una respuesta al terremoto.
🇷🇺 | M8,8 | Decenas de lobos marinos en la isla Antsíferova, en la región rusa de Sajalín, huyen del tsunami tras el fuerte terremoto de 8,8 en Rusia:
— Alerta News 24 (@AlertaNews24) July 30, 2025
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El comportamiento de los animales
Durante los últimos seísmos las cámaras de vigilancia y las imágenes filtradas captaron escenas sorprendentes: aves volando en dirección opuesta al mar en bandadas inusualmente densas, perros huyendo, animales de granja rompiendo cercas para escapar tierra adentro, e incluso elefantes emitiendo sonidos de alerta.
Estos comportamientos estarían vinculados a la capacidad de los animales para detectar vibraciones sísmicas de baja frecuencia – conocidas como ondas P, que viajan más rápido que las ondas destructivas – y cambios en la presión atmosférica, señales imperceptibles para los humanos y captadas antes de que se perciba el temblor, tal y como indican estudios del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).
Uno de los ejemplos más conocidos ocurrió durante el tsunami del Océano Índico en 2004, que dejó más de 230.000 muertos en 14 países. En el Parque Nacional de Yala, en Sri Lanka, los guardaparques reportaron que elefantes, ciervos, monos y flamencos se desplazaron hacia zonas altas minutos antes del impacto de la ola. Sorprendentemente, se encontraron muy pocos animales muertos en la reserva tras el desastre.
También se han registrado comportamientos similares en Sumatra, Tailandia y Japón, donde comunidades locales han aprendido a observar los patrones de los animales como señales de advertencia. En varias aldeas de Indonesia, los habitantes afirman que siguen el comportamiento de aves, cabras y perros como una forma complementaria de alerta.
Este fenómeno ha llevado a algunos gobiernos a incluir el monitoreo del comportamiento animal como parte complementaria en sus sistemas de alerta temprana. Aunque aún no hay un sistema científico completamente basado en el comportamiento animal, instituciones como la Universidad de Kyoto y el Instituto de Investigación sobre Desastres Naturales de Japón han iniciado programas para estudiar cómo integrar estos indicadores en sistemas de prevención temprana.
Los planes de evacuación para los animales en Japón
En Japón, cuando hay riesgo de tsunami, las personas se preparan para evacuar rápidamente, y también hay planes para ayudar a las mascotas domésticas como perros y gatos. Muchos refugios aceptan animales, y las familias suelen llevarlos consigo. Después del tsunami de 2011, se hizo más énfasis en cuidar a las mascotas y preparar kits de emergencia para ellas. Sin embargo, con los animales de granja es más difícil, porque no siempre se pueden mover o proteger bien durante el desastre.
En cuanto a los animales salvajes o los que viven en zoológicos, ellos suelen huir o refugiarse cuando sienten las señales del tsunami. Los zoológicos tienen protocolos para mantener seguros a los animales dentro de sus recintos, pero no pueden evacuarlos completamente.
Por ello, en general, se enfoca en proteger primero a las personas y luego a las mascotas, mientras que los animales salvajes dependen de sus propios instintos para sobrevivir.
Estos episodios refuerzan la idea de que la naturaleza sigue teniendo formas misteriosas de advertir sobre los peligros que se avecinan. muchas especies son capaces de detectar señales del entorno antes de que ocurran desastres naturales, lo que ha llevado a estudios más profundos sobre sus capacidades sensoriales.




