
El Gobierno de Extremadura aprobó el pasado 15 de julio el Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) del Parque Nacional de Monfragüe para, entre otras regulaciones, impulsar el control poblacional de ciervos y jabalíes. Sin embargo, la asociación Ecologistas Extremadura ha presentado un recurso de alzada contra el Decreto porque consideran que "amenaza la conservación" del espacio natural.
El recurso denuncia que el nuevo PRUG abre la puerta a prácticas cinegéticas y a la suelta de perros de caza bajo la excusa del control poblacional de ungulados, convirtiendo en norma lo que la ley contempla como excepción.
A pesar de que la sobrecarga de ciervos y jabalíes es un problema reconocido por técnicos y guardas forestales, Ecologistas Extremadura insiste en que los cazadores "molestan y expulsan" a especies protegidas y podrían "provocar la muerte" de animales como el lince ibérico por disparos o ataques de perros de rehala".
La asociación asegura que en el pasado estas medidas no han sido "eficaces" para frenar especies invasoras y reclama que el control lo realicen exclusivamente agentes de medio natural, sin participación de cazadores. También proponen reintroducir el lobo ibérico, un depredador que ha generado graves conflictos con la ganadería allí donde se ha asentado.
Ecologistas Extremadura lamenta que el PRUG ignore la posibilidad de recuperar al lobo ibérico (Canis lupus signatus) como "regulador natural de ungulados", una medida que "contribuiría a reducir enfermedades como la tuberculosis" en la fauna silvestre.
Según el miembro de la asociación Pablo Ramos Duro "permitir la caza deportiva y la suelta de perros en un Parque Nacional no solo es ilegal, sino que supone un retroceso inaceptable en la protección de Monfragüe. Este PRUG prioriza intereses ajenos a la conservación y pone en riesgo el patrimonio natural de todos los españoles".
