
Los koalas de Australia están atravesando una de sus peores crisis. Una epidemia de clamidia ha devastado a las poblaciones salvajes del este del país y han puesto a la especie en serio peligro de extinción. Afortunadamente, hay esperanza para estos marsupiales porque se acaba de aprobar la distribución de una vacuna que podría marcar un antes y un después en la lucha por su supervivencia.
La clamidia en koalas no es la misma que afecta a los humanos, pero también se durante el apareamiento o por contacto estrecho. La enfermedad provoca graves infecciones urinarias, ceguera, infertilidad e incluso la muerte. Además, el tratamiento habitual con antibióticos también es peligroso porque, aunque el medicamento combate la bacteria, también destruye las bacterias intestinales que permiten a los koalas digerir las hojas de eucalipto, su único alimento, lo que en muchos casos los lleva a morir de hambre.
El proyecto, desarrollado por la Universidad de Sunshine Coast (UniSC) durante más de una década, ha demostrado en ensayos con cientos de koalas salvajes que la vacuna reduce la mortalidad por clamidia en al menos un 65%, según recoge la BBC. Teniendo en cuenta que algunas colonias en libertad tienen a siete de cada diez koalas infectados, el proyecto podría ser determinante para evitar su desaparición.
Con la autorización de la vacuna, los veterinarios pueden comenzar a tratar a los animales. El objetivo es que la distribución arranque a principios del próximo año, aunque el reto principal será conseguir financiación suficiente para capturar e inmunizar a miles de animales en entornos naturales.
Se estima que hoy quedan unos 50.000 koalas en estado salvaje en toda Australia. Por ese motivo, el Gobierno australiano ha anunciado medidas complementarias como la creación del Gran Parque Nacional del Koala en Nueva Gales del Sur, que añadirá 176.000 hectáreas a las reservas naturales y protegerá a más de 12.000 koalas junto a otras especies amenazadas.

