
En los últimos días, el cometa 3I/ATLAS ha vuelto a estar en el ojo del huracán. Este cometa es el tercer objeto identificado procedente de fuera del sistema solar y este 29 de diciembre ha alcanzado su perihelio, el punto más cercano al Sol. Los medios se han llenado de noticias sobre este objeto interestelar, muchos afirmando que la NASA ha llegado incluso a activar el protocolo de defensa planetaria. Sin embargo, no existe ningún aviso por parte de la NASA que alerte sobre este cometa.
La NASA no ha emitido ninguna alerta oficial ni ha activado el protocolo de defensa planetaria, mecanismo que solo se aplica cuando existe un riesgo real de colisión con la Tierra. El cometa 3I/ATLAS no representa ningún tipo de amenaza, según ha explicado la NASA. Lo que sí se está realizando es una campaña de observación científica en la que participa la NASA.
Esta campaña fue promovida por la Red Internacional de Alerta de Asteroides (IAWN), organismo coordinado por la ONU con participación de la NASA. Su objetivo es mejorar las técnicas de observación y modelado orbital, especialmente con cuerpos interestelares, pero no implica ninguna acción defensiva ni protocolo de emergencia.
Una oportunidad científica sin precedentes
3I/ATLAS fue descubierto el 1 de julio de 2025 por el telescopio ATLAS en Chile, y ha sido clasificado como objeto interestelar por su trayectoria hiperbólica, lo que indica que no está ligado al Sol y abandonará el sistema solar tras este paso único. Con un diámetro estimado de más de 11 km y velocidades que superan los 220.000 km/h, es mucho más masivo y rápido que sus predecesores, 'Oumuamua', en 2017 y 'Borisov', en 2019.
La NASA ha insistido en que su comportamiento es coherente con el de un cometa natural, compuesto por polvo, hielo y compuestos orgánicos. Se espera que su máxima aproximación a la Tierra tenga lugar el 19 de diciembre, a una distancia segura de 267 millones de kilómetros.
Lo que dice Avi Loeb sobre el 3I/ATLAS
Pese a la postura oficial de la NASA, algunos científicos han planteado hipótesis más especulativas sobre el origen del cometa. Entre ellos destaca Avi Loeb, astrofísico de la Universidad de Harvard, quien expuso sus teorías en el podcast The Joe Rogan Experience (#2401), emitido el pasado 28 de octubre.
En la entrevista, Loeb señala anomalías en la trayectoria del 3I/ATLAS, especialmente el hecho de que su cola apunta hacia el Sol, algo poco habitual en cometas naturales. Según él, esto podría indicar un sistema de propulsión artificial, lo que abriría la puerta a que se tratara de una sonda alienígena o un artefacto tecnológico no humano.
Además, ha denunciado que la NASA no ha hecho públicas las imágenes captadas el 2 de octubre por la cámara HiRISE de la Mars Reconnaissance Orbiter, cuando el cometa pasó cerca de Marte. Para Loeb, esta falta de transparencia podría ser un intento de ocultar información que desafía el consenso científico actual.
En el mismo podcast, Loeb alertó de que la combinación de IA, desinformación y secretismo institucional podría impedir a la sociedad enfrentar eventos que él denomina "cisnes negros cósmicos", capaces de alterar de forma irreversible nuestra comprensión del universo y nuestra posición en él.
Lo que sí dice la NASA: observación, no alarma
Pese a las crecientes afirmaciones virales, la Oficina de Coordinación de Defensa Planetaria de la NASA no ha emitido ningún comunicado sobre el 3I/ATLAS desde el pasado 11 de septiembre, y no figura en la lista de objetos cercanos a la Tierra con riesgo de impacto. Las observaciones actuales apuntan a que no será visible a simple vista, pero sí podrá estudiarse mediante telescopios especializados.
Desde la perspectiva científica, 3I/ATLAS representa una oportunidad única para analizar material procedente de otros sistemas estelares, posiblemente formados hace más de 7.000 millones de años. Su comportamiento, aunque peculiar, no requiere medidas de emergencia.



