
El hallazgo de nuevos restos fósiles en Kenia revela que Paranthropus boisei, una especie extinta que convivió con los primeros humanos, tenía una anatomía compatible con el uso de herramientas y el desplazamiento bípedo. Se trata de la primera vez que se documenta una mano completa de este homínido, lo que permite conocer con mayor precisión sus capacidades físicas.
Caminaba como nosotros, pero no era humano
Durante décadas se ha debatido si Paranthropus boisei —descubierto en los años 50 y conocido por su mandíbula robusta— podía fabricar o utilizar herramientas. Hasta ahora, no se habían encontrado restos anatómicos que permitieran saber cómo era realmente su mano.
El nuevo hallazgo, presentado por un equipo internacional de investigadores liderado por Carrie S. Mongle, Caley M. Orr y Matthew W. Tocheri, incluye huesos del cráneo, dientes, pies y, por primera vez, una mano casi completa. Según el estudio, esta especie tenía un pulgar largo en proporción a los dedos, una característica esencial para realizar movimientos de precisión similares a los de los humanos modernos.
Manos fuertes, dedos hábiles
El análisis de los huesos de la mano muestra que este homínido contaba con una estructura robusta, especialmente en el lado externo de la palma, lo que sugiere una gran fuerza de agarre. También presenta una serie de adaptaciones que habrían permitido formar agarres funcionales, útiles tanto para manipular objetos como para procesar alimentos duros.
Aunque no tenía la misma destreza que los humanos actuales, sus manos eran capaces de realizar movimientos complejos. Esto refuerza la idea de que P. boisei pudo haber utilizado herramientas de forma ocasional o en contextos muy concretos.
Pies para caminar en el suelo
El fósil incluye también huesos del pie que indican una locomoción bípeda habitual. El arco plantar estaba bien desarrollado, una característica clave para caminar de forma estable sobre el suelo. El dedo gordo era más corto que el de los humanos modernos, pero conservaba una disposición compatible con la marcha erguida.
Estas características refuerzan la idea de que esta especie no vivía en los árboles, o al menos no con la misma frecuencia que otros homínidos más primitivos.
¿Y si no fue Homo el primero en usar herramientas?
Uno de los puntos más llamativos del estudio es que Paranthropus boisei pudo haber utilizado herramientas sin pertenecer al género Homo, al que se atribuye habitualmente esta capacidad. El descubrimiento obliga a reconsiderar la idea de que solo nuestros antepasados directos fueron capaces de fabricar y manipular objetos de forma intencionada.
Aunque los investigadores no afirman que esta especie fuera fabricante de herramientas como tal, sí reconocen que tenía la capacidad anatómica necesaria para hacerlo.
Mongle, C. S., Orr, C. M., Tocheri, M. W., Prang, T. C., Grine, F. E., Leakey, M. G., & Leakey, L. N. (2025). New fossils reveal the hand of Paranthropus boisei. Nature, 626, Article 101000. https://doi.org/10.1038/s41586-025-09594-8




