
La Unidad Militar de Emergencias (UME) sigue trabajando en el parque de Collserola (Barcelona) para contener el primer brote de peste porcina africana (PPA) detectado en España desde 1994. El brote ya ha matado a varios jabalíes y el área permanece cerrada y perimetrada para evitar contagios en granjas cercanas.
Y en medio de esta tensión sanitaria, la hipótesis del bocadillo con embutido extranjero contaminado es, según el consejero de Agricultura, Ganadería y Alimentación, Òscar Ordeig, el origen más probable del foco.
Según esta teoría, alguien habría traído a Cataluña un embutido infectado con PPA, por ejemplo, dentro de un bocadillo. Tras comerlo en una zona de paso —carretera, autopista, área de descanso—, los restos habrían acabado en un contenedor o directamente en el suelo. Algún jabalí habría dado con el bocadillo y, tras ingerirlo, habría introducido el virus en la fauna de Collserola.
Los expertos de la Generalidad Catalana consideran que el bocadillo es la opción más plausible y parecen haber descartado el contagio desde otras zonas debido a la localización del foco: está muy cerca de vías muy transitadas por viajeros y no se han registrado jabalíes migrados desde otras zonas con PPA.
¿Por qué un bocadillo extranjero?
Aunque el virus tiene una extraordinaria capacidad para sobrevivir durante meses o incluso años en carne curada, embutidos, jamones, salamis o salchichas, es importante recordar que la peste porcina no afecta a humanos. Sólo afecta a cerdos y jabalíes.
Gracias a los controles sanitarios y veterinarios, la probabilidad de comprar carne contaminada en España se considera muy baja. No puede descartarse totalmente porque podría proceder de mataderos ilegales, pero lo más posible (no hay hipótesis confirmadas) es que ese producto se haya traído de otro país o proceda del mercado negro.
El enfado de los camioneros
En cuanto el consejero catalán difundió la hipótesis del bocadillo, un colectivo se sintió señalado: los camioneros. La Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM) asegura que las declaraciones de Ordeig "sugieren -sin prueba alguna- que un camionero podría ser el origen de un brote de PPA tras consumir un bocadillo con embutido extranjero y arrojar los restos por la ventanilla".
Además, subrayan, no hay motivo para focalizar solo en el transporte por carretera cuando por las mismas vías pasan cada día viajeros, turistas, repartidores, técnicos y particulares y recuerdan también que los conductores profesionales trabajan "con responsabilidad y civismo" y cumplen "de forma rigurosa" las normas de seguridad e higiene.

