
En una llanura de roca situada a apenas cuatro kilómetros del pueblo boliviano de Torotoro, los investigadores han seguido literalmente las huellas de los dinosaurios. Lo que encontraron no es un conjunto de fósiles más, sino una inmensa superficie con más de 16.000 pisadas preservadas en un mismo estrato, en el que aún se puede distinguir cómo los dinosaurios caminaban, corrían, nadaban e incluso arrastraban la cola.
La investigación, publicada por un equipo internacional en la revista científica PLOS ONE, documenta el que ya se considera el mayor yacimiento de huellas de dinosaurios del mundo, no solo por su número, sino por la diversidad de rastros y la excepcional calidad de conservación. El lugar, conocido como Carreras Pampa, forma parte del Parque Nacional Torotoro, en el centro de Bolivia, y ha sido objeto de campañas de documentación intensiva durante los últimos cuatro años.
El estudio ha contabilizado 1.321 rastros caminados, 280 rastros de nado y 289 huellas aisladas, en una superficie de 7.485 metros cuadrados. Los rastros pertenecen en su mayoría a terópodos, aunque también se han hallado huellas de aves, probablemente convivientes en ese mismo ecosistema del Cretácico Superior.
El suelo que los dinosaurios pisaron está casi intacto
A diferencia de los esqueletos fósiles, que reflejan la muerte de un animal, las huellas permiten reconstruir su vida en movimiento. En Carreras Pampa, los investigadores han podido observar no solo la forma de los pies, sino también su profundidad, la separación de pasos, los giros, las detenciones, los rastros de arranque y hasta marcas dejadas por la cola al rozar el suelo.
Algunas impresiones aparecen como surcos apenas marcados; otras, más profundas, conservan con gran detalle las garras, los almohadillados y la forma del autopodio. Hay huellas tan pequeñas que podrían corresponder a ejemplares juveniles, y otras de gran tamaño, todas preservadas sobre una misma capa de roca carbonatada.
La excepcional conservación de la superficie ha permitido identificar ocho estilos diferentes de preservación y once morfotipos de huellas caminadas, así como tres tipos distintos de rastros de nado. Esta diversidad indica no solo una gran variedad de especies, sino también diferentes comportamientos y condiciones del terreno en el momento en que las huellas fueron impresas.
Carreras Pampa no solo muestra huellas: muestra movimientos
Los rastros reflejan más que la mera presencia de dinosaurios: ofrecen una ventana a cómo se desplazaban, solos o en grupo, por un entorno que entonces era una llanura costera de sedimentos blandos con influencia marina. Muchas de las huellas tienen una orientación similar, lo que sugiere desplazamientos colectivos siguiendo la línea de la antigua costa.
En otros casos, la secuencia de pisadas muestra cambios de dirección, pausas o giros bruscos, lo que lleva a pensar en comportamientos activos y adaptativos. Algunos rastros de cola, rectos y paralelos a las huellas, indican que el animal avanzaba despacio y con contacto continuo del extremo del cuerpo con el suelo. Otros rastros muestran señales de "arranque", con desplazamientos de sedimento por impulso, lo que ha sido interpretado como el momento en que el animal empezaba a correr.
Uno de los aspectos más llamativos del estudio es la identificación de rastros de nado, con más de 1.300 marcas en las que solo las garras rozan el fondo. Estas huellas flotantes, llamadas "swim tracks", son poco frecuentes en el registro fósil, y su abundancia en Carreras Pampa convierte al yacimiento también en el mayor del mundo en este tipo de registros.

Un ecosistema capturado en piedra
Las huellas se encuentran en una capa única del Cretácico Superior, dentro de la Formación El Molino, y corresponden al periodo Maastrichtiense, hace entre 70 y 66 millones de años. La superficie ha quedado preservada como un enorme molde natural, sin apenas erosión, y con numerosos detalles sedimentarios que permiten reconstruir las condiciones del entorno.
Los sedimentos presentan ondulaciones de corriente (ripple marks) y una microfauna fósil asociada, como ostrácodos, que confirman la existencia de un ambiente lacustre con influencia marina. La combinación de huellas de terópodos y aves, junto con restos de bioturbación y señales de comportamiento, aporta una imagen compleja de un ecosistema en el que convivían distintos grupos animales en una misma zona de tránsito.
La investigación también ha descartado procesos pedogenéticos en el área (como raíces fosilizadas o estructuras de suelo), lo que confirma que el sustrato donde se imprimieron las huellas no fue alterado antes de su litificación, es decir, antes de que el lodo se convirtiera en piedra.
Una superficie fósil sin precedentes
Según los autores, entre los que figuran Raúl Esperante, Jeremy A. McLarty y Kevin E. Nick, Carreras Pampa no solo supera a otros yacimientos por número de huellas, sino por el tipo de información que ofrece: una visión directa del desplazamiento, comportamiento y biomecánica de los dinosaurios. En particular, destacan que una proporción inusualmente alta de rastros muestra longitudes de zancada superiores a 2 veces la longitud del miembro posterior, lo que indica que muchos animales se desplazaban a gran velocidad.
Además, algunas huellas de nadadores se intercalan con pasos normales, lo que permite interpretar transiciones entre tierra firme y zonas anegadas, posiblemente con el animal impulsándose en el agua en dirección a una zona más sólida. Esta mezcla de rastros convierte al yacimiento en una referencia para los estudios de locomoción en dinosaurios.
Carreras Pampa se suma así a otros sitios emblemáticos del Parque Nacional Torotoro, como Cal Orcko, pero lo hace batiendo varios récords: mayor número de huellas, mayor número de rastros de nado, mayor número de rastros con marcas de cola y la mayor diversidad de estilos de preservación en una misma capa.
Esperante R, McLarty JA, Nick KE, Pompe LR, Biaggi RE, Medina HDB, et al. (2025) Morphotypes, preservation, and taphonomy of dinosaur footprints, tail traces, and swim tracks in the largest tracksite in the world: Carreras Pampa (Upper Cretaceous), Torotoro National Park, Bolivia. PLoS One 20(12): e0335973.




