L D (EFE)
Según ha informado este martes la Dirección General de la Policía, este arresto es el primero de este género que se produce en Europa y con él se ha permitido descubrir y anular los efectos negativo que para la propiedad intelectual e industrial tiene este novedoso procedimiento. El detenido llevaba a cabo la comercialización del material pirata a través del cobro de una "igualada" por la que permitía a sus clientes la descarga de las últimas novedades en cine y versiones de los juegos y programas más cotizados.
El joven venía desde hace cinco años intercambiando material pirata y desde hace unos cinco meses había puesto en marcha este nuevo sistema de venta a través de Internet, previo pago. Además ha reconocido haberse dedicado a la venta de discos compactos previo pedido por e-mail a través del correo contra reembolso. El detenido utilizaba los canales de IRC y programas de mensajería instantánea para captar a sus clientes, quienes por el pago de una "tarifa plana" de cien euros mensuales tenían acceso a un amplio surtido de películas, programas pirateados y juegos.
Este técnico en sistemas informáticos, que ha demostrado saber todos los trucos y procedimientos para hacerse con el producto pirata de los materiales más cotizados, ha conseguido gracias a sus diversos contactos en todo el mundo conseguir reunir un menú de más de 80 gygabytes que ponía a disposición de sus clientes virtuales. A este material, que se venía renovando constantemente, se accedía con sencillos "programas clientes de ftp" que se configuraban con un nombre de usuario y una contraseña que facilitaba el detenido una vez comprobado que el ingreso había sido efectuado.
Además, había dispuesto un ingenioso procedimiento que camuflaba el origen virtual de su conexión apareciendo de cara al cliente como si la máquina en la que tenía alojado toda esa cantidad de imágenes se encontraba fuera de España. La conexión de la que disponía el detenido le permitía abastecer simultáneamente a treinta clientes a velocidades de descarga de 33,3 kilobytes por segundo.
Los agentes adscritos a la Unidad Central de Delincuencia y Violencia que practicaron el registro en su domicilio se incautaron además de unos 4.000 discos compactos que contenían copias no autorizadas de programas de ordenador; así como música en formato MP3 y CDA, películas pirateadas en formato DivX y juegos; tres CPU, varios periféricos y abundante documentación.
El joven venía desde hace cinco años intercambiando material pirata y desde hace unos cinco meses había puesto en marcha este nuevo sistema de venta a través de Internet, previo pago. Además ha reconocido haberse dedicado a la venta de discos compactos previo pedido por e-mail a través del correo contra reembolso. El detenido utilizaba los canales de IRC y programas de mensajería instantánea para captar a sus clientes, quienes por el pago de una "tarifa plana" de cien euros mensuales tenían acceso a un amplio surtido de películas, programas pirateados y juegos.
Este técnico en sistemas informáticos, que ha demostrado saber todos los trucos y procedimientos para hacerse con el producto pirata de los materiales más cotizados, ha conseguido gracias a sus diversos contactos en todo el mundo conseguir reunir un menú de más de 80 gygabytes que ponía a disposición de sus clientes virtuales. A este material, que se venía renovando constantemente, se accedía con sencillos "programas clientes de ftp" que se configuraban con un nombre de usuario y una contraseña que facilitaba el detenido una vez comprobado que el ingreso había sido efectuado.
Además, había dispuesto un ingenioso procedimiento que camuflaba el origen virtual de su conexión apareciendo de cara al cliente como si la máquina en la que tenía alojado toda esa cantidad de imágenes se encontraba fuera de España. La conexión de la que disponía el detenido le permitía abastecer simultáneamente a treinta clientes a velocidades de descarga de 33,3 kilobytes por segundo.
Los agentes adscritos a la Unidad Central de Delincuencia y Violencia que practicaron el registro en su domicilio se incautaron además de unos 4.000 discos compactos que contenían copias no autorizadas de programas de ordenador; así como música en formato MP3 y CDA, películas pirateadas en formato DivX y juegos; tres CPU, varios periféricos y abundante documentación.