El gobierno de EE.UU. había impulsado la legislación tras meses de investigaciones y presiones sobre el impacto de TikTok en la privacidad y la seguridad digital, en un contexto de creciente desconfianza hacia las relaciones tecnológicas con China. La medida, que ya había sido objeto de debate en el Congreso, ahora se hará efectiva, afectando a millones de usuarios en todo el país.
Con la suspensión de TikTok, el Ejecutivo estadounidense ha enfatizado que la prioridad es proteger a los ciudadanos y salvaguardar la integridad de las instituciones nacionales frente a posibles amenazas cibernéticas externas. Sin embargo, la decisión ha generado críticas entre los defensores de la libertad de expresión y los usuarios de la plataforma, que argumentan que esta ley infringe derechos fundamentales como la libre circulación de información y el acceso a plataformas tecnológicas.
A partir del 19 de enero, todos los servicios asociados a TikTok quedarán bloqueados en territorio estadounidense, obligando a los usuarios a buscar alternativas. Las autoridades han anunciado que se implementarán medidas adicionales para asegurar que se cumpla con la ley y para monitorizar el cumplimiento de las restricciones.