
Roblox, la plataforma de juegos online que ha conquistado a millones de niños y adolescentes en todo el mundo, también se ha convertido en una puerta de entrada para el grooming, el fraude digital y otros peligros que acechan a los menores en Internet.
El ecosistema social y abierto de Roblox, lejos de funcionar como un simple videojuego, se ha transformado en un entorno digital en el que los riesgos superan con frecuencia a la diversión. Así lo advierte Marc Rivero, Lead Security Researcher de Kaspersky: "No es solo el contenido lo que preocupa, sino la interacción constante entre millones de usuarios anónimos, muchas veces sin filtros ni supervisión".
El lado oscuro del juego
Con más de 50 millones de usuarios activos diarios, en su mayoría menores, Roblox se ha consolidado como una de las plataformas más atractivas para los ciberdelincuentes. Solo entre abril de 2024 y marzo de 2025, Kaspersky detectó más de 1,5 millones de intentos de ataque disfrazados como contenido relacionado con Roblox, lo que lo sitúa en el Top 5 de videojuegos más explotados por los atacantes.
Entre los métodos más comunes destacan los fraudes con Robux, la moneda virtual del juego, en los que se promete a los niños premios, sorteos o regalos a cambio de datos personales, contraseñas o incluso información bancaria. "Muchos menores bajan la guardia al percibir estas dinámicas como parte del juego", señala Rivero.
Y hay más: identidades falsas, acoso sexual encubierto, sexting o contacto con adultos que se hacen pasar por niños son también parte del escenario digital que preocupa a expertos y educadores. De hecho, la Agencia Española de Protección de Datos mantiene abierto un expediente contra Roblox por estos motivos.
Una comunidad sin filtros
Beatriz Izquierdo subraya en Finde esRadio que "no existe verificación real de que el contenido sea apropiado". En Roblox, cualquiera puede crear mundos y juegos, lo que genera una comunidad casi imposible de moderar.
Aunque la compañía ha reforzado recientemente sus mecanismos de verificación de edad, basta con un correo electrónico y una contraseña para abrir una cuenta, y falsificar la edad sigue siendo sencillo.
¿Qué pueden hacer las familias?
La primera barrera de protección, según Marc Rivero, debe estar en casa. "Los padres deben saber qué plataformas usan sus hijos, con quién interactúan y cómo lo hacen", señala. Añade que la educación digital adaptada a cada edad, junto con el uso de herramientas técnicas como controles parentales o soluciones como Kaspersky Safe Kids, es clave para prevenir incidentes.
Estas soluciones permiten limitar el tiempo de uso, bloquear contenido inapropiado, controlar el acceso a funciones de pago y localizar al menor si es necesario. También se recomienda enseñar a los niños a crear contraseñas seguras, activar la verificación en dos pasos y, sobre todo, desconfiar de promociones o regalos en juegos como Roblox o Minecraft.
El 017, un aliado para familias y educadores
En caso de sospechas o situaciones de riesgo, el 017, el teléfono gratuito y confidencial del Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE), es un recurso fundamental. Este servicio, disponible todos los días del año y también accesible por WhatsApp o Telegram, ofrece apoyo inmediato a menores, padres y docentes ante incidentes como el acoso digital, el robo de cuentas o el grooming.
Los especialistas del INCIBE no solo ayudan a gestionar el problema, sino que también orientan sobre medidas de prevención y derivan los casos graves a las fuerzas de seguridad.

