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¿Por qué unas personas infectadas de covid cursan la enfermedad de manera más grave que otras?

Un estudio descubre la existencia de mutaciones y anticuerpos erróneos en los pacientes que sufren una infección grave, e incluso mortal.

Un estudio descubre la existencia de mutaciones y anticuerpos erróneos en los pacientes que sufren una infección grave, e incluso mortal.
Un sanitario en una UCI de Portugal. | Europa Press

Más del 10 % de los pacientes que desarrollan una covid grave, algunos de ellos jóvenes y sanos, tienen anticuerpos erróneos que atacan al propio sistema inmunitario, según un estudio realizado por el consorcio internacional COVID Human Genetic Effort, en el que colaboran cientos de centros de todo el mundo. Entre ellos, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas.

"Estos anticuerpos actuarían contra sus propias proteínas, contra una proteína específica que se llama interferón I o contra proteínas de la familia de interferón I Alfa (porque son bastantes proteínas las que forman ese conjunto) de manera que al estar -si se me permite decirlo- auto atacándose, los pacientes presentan una menor capacidad de defensa frente a la infección del virus", ha explicado para LD el científico Jordi Pérez, uno de los autores del estudio e investigador del Instituto de Biomedicina de Valencia (IIBB-CSIC).

Esta es la primera de las conclusiones del estudio, del que se desprende además que otro 3,5% de los pacientes que cursan la enfermedad de manera grave (que ingresan en UCI y llegan a necesitar ventilación asistida, o que llegan a fallecer) son portadores de variaciones genéticas que afectan a su respuesta inmunitaria. Se trataría de mutaciones "muy poco frecuentes en la población general" y que "afectan a los genes de lo que se conoce como inmunidad innata", señala Pérez.

Ambos descubrimientos, publicados en sendos artículos en la revista Science, explicarían por qué algunos individuos desarrollan una infección por SARS-CoV-2 mucho más grave que otros del mismo perfil. Por ejemplo, individuos sanos, sin patologías previas, de entre 20 y 30 años.

"Nosotros seleccionamos individuos que tuvieran una edad inferior a 60-65 años, que no tuvieran problemas de obesidad o diabetes, que son factores de riesgo per se. Unos llegaron a desarrollar la enfermedad de una forma relativamente ligera, algunos incluso sin necesitar ingreso hospitalario, pero otros llegaron a UCI", explica el investigador del CSIC. Durante la investigación, detectaron que en el segundo grupo, "que -en principio- incluye a pacientes indistinguibles de aquellos que no llegaron a tener una enfermedad tan grave", era donde se daba "un acumulo de mutaciones, o -con mayor frecuencia- esos auto anticuerpos". Por tanto, eran "factores intrínsecos de los individuos, que parecían señalar el camino que iban a tener". Es decir, cómo iban a desarrollar la enfermedad.

Estos hallazgos podrían contribuir a identificar personas con riesgo de sufrir una infección grave, y -por tanto- a personalizar los tratamientos.

Mayor mortalidad masculina

El consorcio analizó a cerca de 1.000 pacientes que ingresaron con neumonía grave, tras infectarse de la covid. Entonces, comprobaron que una décima parte de los pacientes tenían auto anticuerpos que bloqueaban la actividad de los interferones tipo I. Y, lo mas curioso, que el 95% de ellos eran varones.

Esto explicaría un hecho al que -hasta el momento- no ha podido dar explicación la comunidad científica: la mayor mortalidad masculina por covid. Según los autores del estudio, la producción de los anticuerpos neutralizantes podría estar relacionada con el sexo.

Una parte de un todo (el genoma humano)

Según explica el genetista, este estudio "es una pequeñísima parte" de otro mucho mayor. Están examinando "la parte del genoma humano que se traduce a proteínas". En los distintos laboratorios del consorcio, hay equipos que van mirando diferentes grupos de genes. De manera que consultan y comparten lo que van descubriendo con "colegas de otros países".

En un primer momento, se centraron "en el grupo de genes que sabíamos que jugaban un papel en la respuesta frente a otras infecciones en general". Lo que hicieron fue "aplicar un conocimiento previo", por eso -explica Jordi Pérez- "esta parte fue mucho más rápida".

Los investigadores del consorcio analizaron más de 650 muestras de pacientes hospitalizados con neumonía grave que requirieron ingreso en UCI (14% de los cuales habían fallecido) y también 530 de individuos que tuvieron una infección asintomática o leve. En concreto, estudiaron13 genes que se sabían que eran críticos para la defensa ante el virus de la gripe. Pronto detectaron que los pacientes graves tenían variantes raras, mutaciones que afectaban profundamente a alguno de los genes estudiados. Y experimentos posteriores demostraron que las células inmunológicas de esos pacientes no producían interferones tipo I en respuesta al SARS-CoV-2.

Estudios presentes y futuros

En la actualidad, están estudiando otros grupos de genes "en cercanía funcional de esos primeros". Y, en una tercera fase, analizarán el resto del genoma, "donde hay muchísimos genes que a priori no parecería que tuvieran ninguna relación con la con la infección frente al Sars-Cov-2, pero -como la biología es muy compleja- podemos encontrar cambios y rutinas inesperadas en otros genes, que nos ayuden a comprender por qué determinados individuos van a tener una enfermedad más grave que otros", señala Pérez.

Por otra parte, quieren saber (y se encargará alguno de los subgrupos de construcción del consorcio), "qué es lo que hace que determinados individuos, a pesar de convivir con enfermos de covid, no se hayan infectado". Piensan que esa resistencia "puede venir codificada en los genes". Por ese motivo, ya están reclutando voluntarios para realizar el estudio genético. Una investigación que "no sólo es importante frente a la covid-19", también nos puede aportar información relevante "de cara a otras infecciones existentes o futuras".

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