A pesar de que durante años se ha corrido la voz de que la fiebre es síntoma de algo grave no es así sino que puede ser resultado de una infección o inflamación leve. Además, suele ser banal y de tratamiento sencillo, pero hay ciertas cosas que no deben hacerse cuando se tiene fiebre.
No hay que olvidar que la fiebre es la forma en la que el organismo reacciona contra las infecciones provocadas por virus y bacterias, entre otros, por ello no es una enfermedad en si misma sino un signo. Esta se trata de un aumento de la temperatura corporal por encima de los 38 °C y su objetivo es dificultar la supervivencia de estos patógenos en el cuerpo. Por lo tanto, la fiebre no siempre necesita tratamiento.
Hay que destacar que la temperatura corporal promedio es de 37 °C, pero esta puede variar entre 36,1 °C y 37,2 °C o más. Los motivos de estas variaciones son diversos pero, entre ellos se encuentra el nivel de actividad o de la hora del día. No obstante, por norma general, las personas mayores tienen temperaturas corporales más bajas que las personas jóvenes. Pero, ¿Cuándo se considera que una persona tiene fiebre?
- Temperatura rectal, del oído o de la arteria temporal de 38°C o más
- Temperatura oral de 37,8°C o más
- Temperatura de la axila de 37,2°C o más
No obstante, puede haber casos en los que una fiebre alta o el malestar general que esta condición produce hagan que sea necesario bajarla. Así, son muchas las personas que se preguntan qué hacer para bajar la fiebre.
La fiebre puede tener muchas causas
- Patologías crónicas, como insuficiencia renal, diabetes, insuficiencia respiratoria o inmunodepresión.
- Enfermedad infecciosa aguda como la gripe u otros virus, contacto o convivencia con paciente potencialmente infecto-contagioso.
- Tratamientos farmacológicos como tomar antibióticos y antiinflamatorios no esteroideos o AINE.
- Hábitos tóxicos como el consumo de drogas o de alcohol.
- Viajes fuera del entorno por turismo o trabajo y contacto con animales o insectos como picaduras o mordeduras.
- Hábito alimentario, como la ingesta de agua de río o pozo, consumo de leche o queso sin control sanitario, ingesta de marisco crudo, etcétera.
Conducta a seguir cuando hay fiebre
- Mantenerse hidratado: Beber líquidos es esencial para evitar la deshidratación siempre, pero más especialmente cuando hay fiebre. Agua, zumos naturales y caldos son opciones adecuadas.
- Descanso adecuado: El reposo es crucial para permitir que el cuerpo combata la infección. Durante los días de fiebre hay que evitar la actividad física intensa y descansar lo suficiente. Por lo tanto, si el termómetro marca fiebre, lo recomendable es quedarse en la cama. Además, de esta forma se evita contagiar a otras personas si se está pasando por un proceso infeccioso.
- Usar compresas tibias: Para aliviar la incomodidad, se pueden aplicar compresas tibias en la frente y el cuerpo. No deben ser frías ni calientes, solo tibias. Lo adecuado es colocar estos paños en zonas como la frente, las ingles o las axilas, ya que esto contribuye a reducir la temperatura corporal elevada.
- Un baño de agua tibia: Otra alternativa es darse un baño o una ducha con agua tibia para ayudar a bajar la fiebre. Es muy importante que se haga con agua tibia en lugar de agua fría, pues esta podría ocasionar escalofríos los cuales contribuyen a aumentar aún más la temperatura del cuerpo.
- Monitorear la temperatura: Es importante mantener un registro de la temperatura para seguir su evolución.
- Tratar la causa subyacente: Es importante también buscar y tratar la enfermedad subyacente para reducir la fiebre a largo plazo.
- Vigilar la temperatura ambiental: Por si hubiera alguna duda, la temperatura ambiental influye en la temperatura corporal, por eso cuando se tiene fiebre es recomendable que la casa o habitación tenga una temperatura de entre 20 y 22°C para contribuir a bajar la fiebre.
Alimentos y líquidos que ayudan a bajar la fiebre
Otra de las claves es la hidratación ya que la fiebre deshidrata. Por ello, el consumo de líquidos es importante, desde agua e infusiones un plato de sopa para recuperar sales minerales y minimizar otros síntomas como el dolor de cabeza o mareos. Pero, además de una buena hidratación, es necesario consumir una alimentación adecuada.
De este modo, los alimentos probióticos como yogures, leche, frutas y verduras ayudarán a reducir la fiebre. Los zumos de frutas ricas en vitamina C, como el kiwi o el pomelo, son otro alimentos a tener en cuenta. En esta dieta suave, también se pueden incorporar otros productos como el jengibre, un antiviral natural; la clara de huevo, que absorbe el calor, o el ajo caliente, por su efecto antibacteriano.
Lo que no se debe hacer con fiebre
- No hay que ignorar la fiebre: Ignorar la fiebre y no prestar atención a sus síntomas subyacentes podría empeorar la enfermedad subyacente.
- No se debe abrigar al paciente aunque tenga escalofríos.
- No hay que usar agua fría: A menudo, la gente recurre al agua fría o baños fríos para bajar la fiebre. Esto puede ser peligroso, ya que puede causar escalofríos y un aumento en la temperatura corporal.
- No hay que aumentar la temperatura ambiente ni poner el aire acondicionado.
- No se debe iniciar de forma autónoma la toma de antibióticos.
- No hay que seguir realizando el trabajo habitual, no por la capacidad en el momento actual, sino por la transmisión que puede provocar.
Sobre alternar paracetamol e ibuprofeno
En los últimos tiempos se ha generalizado el uso alternativo de paracetamol e ibuprofeno porque parece doble el efecto primario de analgesia, antitermia y antiinflamatoria que poseen ambos fármacos. Pero la realidad dice que el uso de paracetamol de 500 mg o 1 g cada 8 horas puede controlar perfectamente el cuadro febril en tres días.