
Respirar es una función vital del cuerpo humano que se realiza de manera automática y en la que habitualmente uno no se fija. Sin embargo, cómo se respira, ya sea por la nariz o por la boca, puede tener grandes consecuencias en la salud de las personas. Tanto es así que si se respira por la boca en lugar de por la nariz, a largo plazo puede tener repercusiones negativas en la salud.
No hay que olvidar que la nariz y la boca desempeñan roles diferentes en el proceso respiratorio. Así pues, la nariz actúa como filtro natural, humidificador y regulador de la temperatura del aire inhalado. Además, contiene pequeños pelos y mucosidad que atrapa partículas extrañas, bacterias y virus antes de que lleguen a los pulmones. Por tanto, si uno respira por la boca pierde esos beneficios protectores y expone directamente a las vías respiratorias a posibles agentes irritantes y patógenos. Las personas que respiran por la boca, tanto niños como adultos, pueden sufrir diversas consecuencias al adquirir este hábito.
También es cierto que las personas rara vez se dan cuenta de la importancia de la respiración nasal hasta que, por culpa de un resfriado, alergia u otros motivos, pierden ese poder de respiración por causa de los mocos. El no poder respirar por la nariz es muy molesto, es más difícil dormir, tener la boca siempre seca, uno se irrita más fácilmente, etc. Esto generalmente se atribuye a la enfermedad, pero en realidad es un resultado directo de la respiración bucal.
¿Qué es la respiración bucal?
La respiración bucal no es otra cosa más que respirar por la boca de forma habitual. Lo normal es que las personas respiren por la nariz, y que, cuando existe algún problema que impide llevar a cabo este proceso con normalidad, se use la boca como vía alternativa de entrada de aire. Pero cuando alguien no respira por la nariz, sino que lo hace por la boca, y este comportamiento no es ocasional sino que se mantiene en el tiempo, se puede hablar de que su respiración es bucal. Es entonces cuando hay que encontrar el motivo y tomar las medidas que sean necesarias para corregir esta forma inadecuada de respiración. El motivo de que haya que reconducir la respiración es porque, si es bucal durante un largo periodo de tiempo, puede tener consecuencias negativas para la salud.
¿Cómo detectar si alguien respira por la boca?
Detectar si alguien respira por la boca puede ser difícil a no ser que se ponga atención y se conozcan cuáles son los signos que pueden revelar esta anomalía. Una de las formas más sencillas de comprobarlo es observar a esa persona cuando duerme y comprobar si lo hace con la boca abierta. Los ronquidos también pueden ser una señal, bastante evidente, aunque no necesariamente siempre sean indicativo de una respiración errónea. Pero, si se tiene una sospecha hay que fijarse en si esa persona padece de forma frecuente afecciones como catarros, otitis o inflamación de las amígdalas. Además, la presencia de ojeras o la tendencia a levantar la barbilla como para respirar mejor son otras señales que pueden ayudar a confirmar esta irregularidad.
Causas de la respiración oral
Algunas personas respiran por la boca porque tienen una obstrucción nasal, pero en otros casos se debe a un mal hábito. La causa más frecuente suele ser la dificultad mecánica al paso del aire por las fosas nasales, sobre todo por el aumento de las vegetaciones, que es muy habitual en los primeros años de vida.
Otros motivos menos frecuentes son el desvío del tabique nasal o un tamaño pequeño de la fosa nasal. Además, hay que destacar que en adultos es menos probable encontrar hipertrofia de las vegetaciones, pero es más frecuente hallar pólipos nasales. Pero, en los niños también son muy comunes las infecciones de repetición y la rinitis alérgica, que obligan a respirar por la boca y a perpetuar esta modalidad de inspirar y espirar incluso cuando el episodio alérgico o la infección ha terminado.
Incluso hay casos de personas que podrían respirar por la nariz porque ya han sido tratados o porque tienen una nariz funcional, pero usan la boca. Estos casos pueden deberse a una cuestión de hábito o a un problema de desarrollo del rostro. En este último supuesto, se ven obligados a abrir la boca porque están incómodos y, como consecuencia, la usan para respirar, dando lugar a un círculo vicioso.
Consecuencias de no respirar por la nariz
- Problemas dentales: La respiración oral puede provocar una mala posición de los dientes, lo que puede resultar en maloclusión, sobremordida y otros problemas dentales.
- Mal aliento: Cuando se respira por la boca, la saliva no llega a los dientes y las encías, lo que puede provocar mal aliento y aumentar el riesgo de caries dentales.
- Sequedad bucal: La falta de filtración y humidificación adecuada del aire puede llevar a una disminución en la producción de saliva, lo que aumenta el riesgo de caries y problemas en las encías.
- Infecciones respiratorias recurrentes: La nariz no solo filtra y humidifica el aire, sino que también produce óxido nítrico, una sustancia que dilata los bronquios y mejora la absorción de oxígeno en los pulmones. La pérdida de estos beneficios puede aumentar la susceptibilidad a infecciones, especialmente en individuos propensos, como aquellos con asma o enfermedades pulmonares crónicas.
- Infecciones de oído: La respiración oral puede aumentar el riesgo de infecciones de oído, especialmente en los niños.
- Dificultad para dormir: Las personas que respiran por la boca pueden tener dificultades para dormir y pueden roncar más que las personas que respiran por la nariz.
Hay que tener en cuenta que las consecuencias de respirar por la boca suelen ser más acusadas en los más pequeños. Es especialmente grave ya que respirar de forma continua por la boca altera el crecimiento facial, produciéndose un paladar ojival, cara alargada, nariz estrecha, maloclusión dental con barbilla retraída, sonrisa gingival y alteraciones en la disposición de los dientes.

