El Ministerio de Sanidad, liderado por Mónica García, en un informe de su ministerio de sanidad ha defendido la muerte de MUFACE y ha comunicado la incorporación al Sistema Nacional de Salud (SNS) de 1.500.000 mutualistas de MUFACE.
Aunque la ministra considera "asumible" esta transición, los datos y las cifras oficiales plantean serias dudas sobre el impacto real en un sistema sanitario que por los datos ya muestra signos de saturación.
Según los datos publicados por el Ministerio de Sanidad, en España hay actualmente 47.785.469 personas asignadas a atención primaria (AP), lo que equivale a una densidad de 95 habitantes por km².
Los profesionales sanitarios están distribuidos de la siguiente manera:
- 1.351 pacientes por profesional en medicina
- 1.370 pacientes por profesional de enfermería.
Con la incorporación de los usuarios de MUFACE, que representan un 3,14% de la población asignada a AP, estas cifras se elevarán a 1.393 pacientes y 1.413 por profesional en medicina y enfermería respectivamente. Esto supone un aumento significativo en la carga de trabajo de los profesionales sanitarios, sin que por parte del Ministerio de Sanidad se hayan anunciado medidas claras para incrementar recursos humanos, instalaciones o equipos de diagnóstico a corto plazo.
El impacto en las listas de espera
Las cifras actuales de las listas de espera en el SNS ya reflejan un sistema en crisis. Según los datos de junio de 2024 publicados por el propio Ministerio de Sanidad:
- 848.000 pacientes están en lista de espera quirúrgica.
- El tiempo medio de espera para una operación es de cuatro meses.
- De esos pacientes, casi 350.000 llevan esperando tres meses, y un 14% supera los seis meses de espera.
Incorporar a 1.500.000 personas adicionales podría aumentar estas listas en un 3%, lo que se traduce en aproximadamente 25.000 pacientes más esperando una cirugía, lo que se traduce en un posible incremento de días en los tiempos de espera.
La respuesta de Mónica García y la realidad del sistema
Isabel Díaz Ayuso, alertó de un posible "colapso del sistema público" en la Comunidad de Madrid debido a esta transición de MUFACE al SNS, y la ministra García respondió en redes sociales diciendo "lo que "revienta" la sanidad es a mala gestión y la corrupción. No enterarse de las competencias de cada uno y desinformar, además, atenta contra la salud".
Sin embargo, los propios datos del Ministerio de Sanidad contradicen este discurso. Madrid, según el informe del Ministerio, Madrid es la comunidad autónoma con la menor lista de espera quirúrgica del país, lo que pone de relieve la buena gestión de esta CCAA. Mientras que si analizamos los datos facilitados por el Ministerio de García, todos los indicadores sanitarios empeoran desde que está al cargo del Ministerio:
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Lista de espera quirúrgica |
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20 junio 2023 |
30 junio 2024 |
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Nº pacientes |
819.964 |
848.340 |
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% más de seis meses |
17.4 |
20.5 |
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Tiempo media espera (días) |
112 |
121 |
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Lista espera consultas externas |
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20 junio 2023 |
30 junio 2024 |
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% pacientes espera más de seis meses |
51.6 |
54.6 |
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Tiempo media espera (días) |
87 |
94 |
|
Tiempo media espera (días) |
112 |
121 |
A pesar de los desfavorables datos sanitarios que maneja su Ministerio, la ministra Mónica García alude a la gestión mientras su departamento ha mostrado una preocupante falta de reacción en momentos críticos. Un ejemplo reciente es la crisis de la DANA en Valencia, que ya ha dejado 219 fallecidos.
El Ministerio de Sanidad tardó varios días en emitir un primer comunicado oficial, evidenciando una gestión lenta en una situación de extrema gravedad. Además, a día de hoy, no se han publicado los informes epidemiológicos necesarios sobre el impacto en la región, un retraso que resulta alarmante.
Esta falta de celeridad contrasta con la rapidez del propio Ministerio para anunciar el nuevo cargo de Mónica García en la Organización Mundial de la Salud, evidenciando prioridades cuestionables en un contexto de emergencia sanitaria.
Un sistema al límite
La ministra asegura que la incorporación de los funcionarios de MUFACE será gradual durante los próximos 9 meses y se compensará financieramente a las comunidades autónomas durante los próximos tres años, ¿cómo se absorberá este incremento sin un refuerzo proporcional de recursos?
En un sistema que ya funciona con altos niveles de saturación, añadir un 3,14% más de usuarios sin aumentar personal, instalaciones y equipos puede agravar aún más las carencias actuales. Esto no solo amenaza con empeorar las listas de espera, sino también con deteriorar la calidad de la atención sanitaria para todos los ciudadanos.