
Es bien sabido que una dieta saludable, variada y equilibrada, rica en proteínas y vitaminas, ayuda a mantener un rendimiento óptimo del organismo. Asimismo, uno de los ingredientes imprescindibles es la fibra, que contribuye al buen funcionamiento del sistema digestivo y la flora intestinal, claves para el bienestar general. La fibra no solo mejora la digestión, sino que también juega un papel fundamental en la prevención de diversas enfermedades crónicas, entre ellas el cáncer.
¿Cómo previene el cáncer?
Cuando se consumen alimentos ricos en fibra, el microbioma intestinal produce ácidos grasos de cadena corta, como el propionato y el butirato. Estos compuestos no solo son una importante fuente de energía para las células del organismo, sino que también alteran directamente la expresión de genes relacionados con la proliferación celular, la diferenciación y la muerte celular programada. Estos procesos son clave para prevenir la aparición de cáncer, ya que regulan el crecimiento celular y ayudan a eliminar células potencialmente cancerígenas.
Karen Collins, dietista y asesora en nutrición del Instituto Americano para la Investigación del Cáncer, ha afirmado que "hay pruebas fehacientes de que las dietas ricas en fibra reducen el riesgo de cáncer de colon". Esto se debe a que la fibra no solo facilita el tránsito intestinal, sino que también diluye las sustancias carcinógenas presentes en el tubo digestivo. Además, elimina los metabolitos de los carcinógenos que el hígado procesa, lo que reduce el impacto negativo de estas sustancias en el cuerpo. Esta acción protectora se extiende a otras formas de cáncer, como el de recto y el de esófago.
Salud y fibra
Cabe destacar que, además de su papel anticancerígeno, la fibra tiene otros beneficios importantes para la salud. Ayuda a reducir los niveles de colesterol en sangre, mejora la salud cardiovascular, controla el azúcar en sangre y previene la diabetes tipo 2. Además, se ha demostrado que favorece un microbioma intestinal saludable, lo que a su vez fortalece el sistema inmunológico, favorece la absorción de nutrientes y contribuye a un mejor bienestar general. Por ello, es fundamental incluir alimentos ricos en fibra en la dieta diaria, como frutas, verduras, legumbres, granos enteros, aguacates y nueces.
"Encontramos un vínculo directo entre el consumo de fibra y la modulación de la función génica, lo que tiene efectos anticancerígenos, y creemos que este es probablemente un mecanismo global, ya que los ácidos grasos de cadena corta que resultan de la digestión de la fibra pueden viajar por todo el cuerpo", ha afirmado Michael P. Snyder, profesor y director de genética en la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford.
Cantidad de fibra recomendada
Además de su relación con el cáncer de colon, la fibra también previene otros tipos de cáncer, como el de próstata, el de mama y el de pulmón, debido a su capacidad para modular de manera beneficiosa el microbioma intestinal. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha recomendado una ingesta diaria de entre 25 y 30 gramos de fibra. Sin embargo, el consumo medio de fibra en España es de apenas 20 gramos diarios, lo que subraya la necesidad de concienciación sobre la importancia de mejorar nuestra dieta en este aspecto.

