El sarampión está en aumento en el mundo, especialmente en Estados Unidos y en España, donde hay varios brotes activos. De hecho, recordemos que en lo que llevamos de 2025 solamente en España se han contabilizado 110 casos frente a los 7 que hubo en 2023. Teniendo en cuenta que era una enfermedad casi erradicada gracias a la vacunación con algunos casos esporádicos al año… hasta el 2022.
tanto preocupa el aumento de casos que solamente hay que ver los datos, según una evaluación realizada por el Ministerio de Sanidad en junio de 2024, en la Unión Europea se comunicaron casi 11.000 casos de sarampión entre abril de 2023 y marzo 2024, más de 8.500 de ellos confirmados. Rumanía es el país más afectado, con el 80,5% de los casos.
Recordemos que, según Sanidad, España se encuentra "en situación de eliminación de sarampión desde 2016 y cuenta con una cobertura de vacunación superior al 90% con 2 dosis y al 95% con 1 dosis a nivel nacional". Sin embargo, en los últimos tiempos están apareciendo brotes; especialmente importantes cuando bajan las tasas de vacunación. Fuera de España, varios brotes de sarampión en Estados Unidos han encendido las alarmas mundiales. Por el momento el estado de Texas es el más afectado con 93 casos detectados y 23 personas hospitalizadas. El aumento de casos de sarampión a nivel mundial se atribuye indudablemente a "la cobertura insuficienciente de vacunación" en todo el mundo.
¿Qué es el sarampión?
El sarampión es una de las enfermedades virales más contagiosas y representa un riesgo significativo para la salud pública, especialmente en poblaciones con baja cobertura de vacunación. Si bien, generalmente se considera una enfermedad prevenible pero su alta capacidad de transmisión y sus complicaciones mantienen en alerta a los sistemas sanitarios de todo el mundo. Recordemos que recientes hallazgos han reafirmado la importancia de la vacunación y han puesto el foco en nuevas estrategias para su prevención y control.
Pero, ¿por qué preocupa tanto el aumento de casos de sarampión? Porque el sarampión es una enfermedad viral altamente contagiosa, tanto que de cada 10 personas que se exponen al sarampión, nueve terminan infectadas.
Signos y síntomas
Los síntomas del sarampión suelen aparecer entre 10 y 14 días después de la exposición al virus. La erupción cutánea es el signo más visible, pero no el único:
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rinorrea
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tos
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fiebre
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malestar general
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ojos llorosos y enrojecidos (conjuntivitis)
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pequeñas manchas blancas en la cara interna de las mejillas
La erupción cutánea comienza entre 7 y 18 días después de contagiarse. Las manchas rojas se extienden por el rostro y la parte superior del cuello y pueden llegar a las manos y los pies. En los casos más graves, puede provocar neumonía, encefalitis e incluso la muerte.
¿Cuánto dura el sarampión?
El curso del sarampión puede durar entre siete y diez días, aunque el período de contagio es considerablemente largo. La persona infectada puede transmitir el virus desde cuatro días antes de la aparición de la erupción hasta cuatro días después de su aparición. Este período extenso de transmisión es lo que hace al sarampión tan difícil de controlar, especialmente en lugares con baja cobertura de vacunación.
¿Cómo se transmite?
El virus del sarampión, un miembro de la familia Paramyxoviridae, se transmite principalmente por vía aérea a través de gotas respiratorias que se liberan al toser, estornudar o hablar. De hecho, el sarampión es una de las infecciones virales más contagiosas conocidas. Su propagación es rápida y afecta principalmente a niños, aunque puede presentarse en personas de cualquier edad que no estén inmunizadas. Vacunarse es la mejor manera de evitar contraer el sarampión o contagiarlo a otras personas. La vacuna es segura y ayuda al cuerpo a combatir el virus y las medidas más efectivas para prevenir el sarampión son la vacunación y el control de los brotes mediante acciones de salud pública.
Cómo actuar frente al sarampión
La vacunación sigue siendo la clave para mantener el sarampión en niveles residuales y conseguir su erradicación definitiva. A pesar de que la cobertura vacunal frente al sarampión sigue siendo muy alta en España, y especialmente con la primera dosis, el pediatra Fernando Moraga-Llop, portavoz y vocal sénior de la Asociación Española de Vacunología (AEV), explicó en un encuentro médico que "hay 11 comunidades donde el porcentaje de segunda dosis es inferior al 95 % [la cifra objetivo]". A juicio de este especialista, habría que prestar atención a grupos de personas susceptibles, especialmente en las grandes ciudades, porque, aunque la media de vacunación sea muy alta, en determinadas zonas o barrios la cobertura puede bajar hasta el 50%.
No debemos olvidar que la vacuna frente a esta infección se administra en la infancia, tal y como marca el calendario vacunal. Pero, ante el actual aumento de casos en todo el mundo, cabría preguntarse si es necesario vacunar también a los adultos o, al menos, a ciertos grupos. La vacuna forma parte de la triple vírica, que se incorporó a los calendarios vacunales en España en 1981. Además, se considera que los nacidos antes de 1970 y después de 1980 están protegidos. No obstante, en algunas comunidades se está recomendando la vacunación a los nacidos entre 1970 y 1980 (desde 1966 en Cataluña), por ser los teóricamente más desprotegidos, ya que en esa década solo algunas personas se vacunaron y lo hicieron con una fórmula anterior y menos eficaz.
Debemos recordar además que no existe un tratamiento específico para el sarampión y que los cuidados son para aliviar los síntomas que presenta cada persona. Beber agua en cantidad suficiente y los tratamientos para combatir la deshidratación pueden compensar la pérdida de líquido debida a la diarrea o a los vómitos. También es importante seguir una dieta sana. Además, todo contagiado con sarampión sea niño o adulto, debe recibir dos dosis de suplementos de vitamina A, con un intervalo de 24 horas entre ambas. Esto permite restaurar los niveles bajos de vitamina A.