
La ministra de Sanidad, Mónica García, está más señalada que nunca y se encuentra en una de sus mayores contradicciones desde que asumió el cargo. La ministra ha sido durante muchos años una de las principales voces del activismo sanitario en Madrid -llegando a alentar movilizaciones y huelgas con lemas como "Nos va la vida en la huelga"- y ahora guarda un silencio sepulcral ante el mayor paro médico de la última década.
Cuando era diputada de Más Madrid, García convirtió sus redes sociales en un altavoz constante de apoyo a las protestas sanitarias madrileñas contra Isabel Díaz Ayuso. En el archivo de sus publicaciones recopiladas por Libertad Digital se incluyen decenas de mensajes respaldando movilizaciones, concentraciones y huelgas convocadas por profesionales de la sanidad pública. Uno de los tweets más destacados de la ministra es un vídeo difundido por ella misma acompañado del mensaje "Nos va la vida en la huelga", un claro ejemplo de su activismo político en aquellas reivindicaciones, a las que tanto ha asistido.
En esta huelga médica nos jugamos que la atención primaria no se hunda y las ciudadanas y ciudadanos sigamos teniendo derecho a la sanidad. Nos va la vida en ello. pic.twitter.com/UcgCwsLLiv
— Mónica García (@Monica_Garcia_G) December 16, 2022
El contraste desde que es ministra es demoledor. Durante los días previos al inicio de la huelga médica de 2025, su perfil en redes sociales se ha llenado de mensajes sobre asuntos políticos -principalmente críticas a Ayuso, comentarios sobre presupuestos, déficit o ataques al PP, Vox y Junts- además de publicaciones institucionales como el Día Mundial del Sida. Sin embargo, ‘casualmente’ no aparece ni una sola referencia a la huelga médica, pese a tratarse del conflicto laboral sanitario más relevante de los últimos años.
Esta hipocresía ha generado incomodidad entre muchos médicos que participaban en la protesta. Entre los mensajes difundidos por asociaciones y profesionales se repiten expresiones como "nos invisibiliza", "la ministra ignora nuestras condiciones" o "cuando necesitaba la presión sanitaria hablaba, ahora que gobierna calla".
Los colectivos sanitarios que han convocado la huelga consideran que su silencio resta legitimidad a sus demandas y contrasta de forma violenta con la actitud de activista que tenía antes de llegar al Gobierno de Pedro Sánchez.

