
La red social Twitter o X, antes conocida como Twitter, ha anunciado un cambio importante en su función de bloqueo, lo que ha generado una fuerte reacción entre los usuarios. Hasta ahora, bloquear a alguien significaba que esa persona no podía ver, comentar ni interactuar con las publicaciones del usuario que lo bloqueaba. Sin embargo, con el nuevo cambio, las cuentas bloqueadas podrán ver las publicaciones si son públicas, aunque seguirán sin poder interactuar directamente con ellas.
Por ejemplo, Pablo Iglesias y Óscar Puente, figuras políticas activas y polémicas en redes sociales, suelen recurrir al bloqueo de usuarios como una medida para gestionar las verdades que le dejan los usuarios de Twitter,. Con el reciente cambio en la política de bloqueo de la plataforma, esta práctica pierde efectividad, ya que aunque podrán seguir bloqueando a usuarios, estos aún podrán ver sus publicaciones si son públicas.
El cambio ha sido defendido por la empresa con el argumento de que aporta "más transparencia" y previene el uso del bloqueo para compartir contenido sin que el bloqueado lo sepa. No obstante, la reacción de los usuarios ha sido mayoritariamente negativa, con muchos expresando preocupación por un posible aumento del acoso en la plataforma. Algunos usuarios han señalado que esta modificación debilita una de las pocas herramientas que tenían para protegerse de personas indeseadas.
El propio Elon Musk había criticado previamente el uso de la función de bloqueo, sugiriendo que era innecesaria, y parece haber cumplido su promesa de limitar su efectividad. En respuesta, muchos usuarios están explorando redes sociales alternativas, como BlueSky, que recientemente ha ganado más de 100,000 nuevos usuarios debido a las quejas por los cambios en X.
Posibles consecuencias legales y comerciales
Además de la preocupación entre los usuarios, algunos expertos sugieren que esta modificación podría generar problemas legales y comerciales. Apple y Google, que gestionan las principales tiendas de aplicaciones móviles, exigen que las redes sociales ofrezcan la posibilidad de bloquear completamente a otros usuarios. Si consideran que X ya no cumple con esta política, podrían retirar la aplicación de sus tiendas.
Por otro lado, en la Unión Europea, el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) establece regulaciones sobre el uso de datos personales, y la eliminación o modificación de funciones como el bloqueo podría entrar en conflicto con esta normativa. Además, los cambios en los términos de uso de X, que permiten a la plataforma utilizar datos de usuarios para entrenar su inteligencia artificial, podrían también generar fricciones con las estrictas normativas de privacidad europeas.
A pesar de estas advertencias, Twitter parece decidida a seguir adelante con los cambios, aunque queda por ver cómo afectarán tanto a la experiencia de los usuarios como al futuro de X en un mercado global donde la privacidad y la seguridad son cada vez más valoradas.

