¿Alguna vez has sentido que dependes demasiado de tu teléfono móvil o asistente virtual para recordar información o resolver problemas cotidianos? Es posible que no estés solo. La inteligencia artificial y las tecnologías digitales, aunque útiles y prácticas, podrían estar afectando negativamente a tu capacidad intelectual.
Se han publicado bastantes artículos científicos basados en estudios que confirman el impacto del desarrollo de las tecnologías digitales en el desarrollo del cerebro. El fenómeno conocido como el "efecto Google" describe cómo la facilidad para acceder a información en línea lleva a nuestro cerebro a reducir el esfuerzo por memorizar datos. Según investigaciones publicadas por la revista Science, las personas tienden a olvidar información fácilmente accesible digitalmente porque su cerebro asume que siempre estará disponible en su móvil, que siempre llevan a mano. Esta dependencia puede afectar la memoria a largo plazo y la capacidad de retención de conocimientos.
Además de la memoria, la concentración también está en riesgo. Un estudio realizado por la Universidad de California advierte que la constante exposición a estímulos digitales, como las famosas notificaciones, mensajes y redes sociales, deteriora significativamente la capacidad de mantener el enfoque en tareas intelectualmente complejas. Esta falta de concentración afecta a nuestro rendimiento académico y profesional, ya que nos acostumbramos a la distracción constante en lugar de cultivar el pensamiento profundo y sostenido que exigen los problemas complejos.
De hecho, sobre la capacidad de resolver problemas complejos, investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) han señalado que la dependencia excesiva de la inteligencia artificial para tomar decisiones puede frenar el desarrollo del pensamiento crítico. Si recurrimos constantemente a soluciones automatizadas, corremos el riesgo de perder habilidades analíticas fundamentales que son clave para la resolución de muchas cuestiones en situaciones cotidianas.
Incluso las habilidades sociales pueden verse afectadas por el uso intensivo de las tecnologías digitales. Un estudio de la Universidad de Stanford sugiere que la interacción constante a través de dispositivos reduce nuestra habilidad para interpretar emociones y lenguaje corporal en interacciones presenciales. Esta falta de habilidades interpersonales puede tener consecuencias significativas en el ámbito laboral y personal, afectando tanto a la comunicación eficaz como al desarrollo emocional.
Aunque es innegable que la IA y las tecnologías digitales están transformando nuestras vidas facilitando múltiples tareas, es crucial reflexionar sobre sus efectos en nuestra mente. Los expertos coinciden en que el equilibrio es fundamental: utilizar la tecnología con criterio y moderación puede ayudarnos a aprovechar sus beneficios sin comprometer nuestras habilidades cognitivas.
Fomentar el pensamiento crítico, practicar el análisis profundo y promover el contacto humano directo son algunas de las recomendaciones para contrarrestar el impacto negativo de la digitalización desmedida. Al final, cuidar de nuestra capacidad intelectual también depende de nosotros mismos. Una vez más, comodidad no siempre es sinónimo de progreso. Cuida tu mente. ¡Ejercítala!
Antonio Flores Galea, ingeniero superior en Telecomunicación y en Electrónica por la Universidad de Sevilla y es MBA por la escuela de negocios IESE. Profesor de Inteligencia Artificial y Big Data en la Universidad Francisco de Vitoria.