Fujifilm ha lanzado la X half, una nueva cámara digital compacta enfocada en transmitir una experiencia muy similar a la que proporciona a sus usuarios la fotografía analógica.
Con un diseño muy similar al de alguno de los productos estrella de la compañía pero en un formato muy reducido y con un sorprendente peso de sólo 240 gramos, la X half se inspira directamente en las cámaras de medio formato, es decir, las que utilizan la mitad de un fotograma normal y, así, permiten al usuario hacer el doble de fotografías por cada carrete.
De hecho, el sensor está colocado de forma vertical, con lo que si tomamos la imagen con la cámara en la posición normal el formato de la imagen será vertical y, para hacer una fotografía apaisada, hay que girarla en el momento de la toma.
Este sensor es de un tamaño de una pulgada y tiene una resolución de 18 megapíxeles. Las imágenes se toman a través de una óptica fija de 10,5 mm –equivalente a 32 mm en una cámara de formato completo– con una apertura 2.8. Las fotografías pueden tomarse con su el monitor LCD trasero, colocado también en formato vertical como el del sensor, además de con el visor óptico como el que tienen muchas cámaras analógicas y que es uno de los elementos que hace que la experiencia de uso de la X half tenga ese aire vintage.
La pantalla LCD es táctil y a través de ella se accede a los menús de la cámara. Además otra pantalla vertical más pequeña permite acceder a algunas funciones del menú y, sobre todo, elegir y cambiar alguna de entre trece de las populares simulaciones de película de Fujifilm.
Fotografía pensada para divertirse
La X half ofrece la calidad de imagen propia de Fujifilm, si bien con un sensor más pequeño de los que monta en las otras cámaras de la serie X y sin ofrecer la posibilidad de producir archivos en formato raw, pero además muchos complementos para hacer de la fotografía algo muy divertido, entre ellas estas simulaciones de película.
Y hay otras cosas más originales, como la posibilidad de hacer montajes de dos fotografías verticales, que se unen en la cámara con un método curioso: después de tomar la primera imagen hay que accionar una palanca como la de avance de película que tiene la cámara y volver a disparar. La forma en que se combinan estas fotografías es también configurable.
La X half cuenta con ocho filtros habituales en la serie Instax y también con otros tres inspirados en la fotografía analógica: fuga de luz, halación y película caducada. También se puede incorporar varias texturas de grano natural a la imagen para obtener ese look más parecido al de la película.
Pero lo más llamativo de estas funciones es el modo cámara de película que recrea de una forma muy realista la experiencia de fotografiar con un carrete: hay que seleccionar al principio la simulación de película y el número de disparos a realizar, para hacer cada fotografía hay que accionar la palanca de avance de fotograma y, además, no se puede revisar las imágenes obtenidas hasta que se completa el número de fotografías seleccionado al principio.
Por último, la X half tendrá en la fecha de su lanzamiento una app específica que permitirá a los usuarios ver imágenes fijas y películas como si fuesen una hoja de contactos, una galería o un álbum, subir directamente las fotos a las redes sociales e imprimirlas en una impresora Instax.
Presentada en tres colores –plata, negro y carbón plateado– la Fujifilm X half estará a la venta el próximo 14 de junio por un precio de 799 euros.
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