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Pedro de Tena

Alternativa para Alemania, ¿extrema derecha?

Ganan votos porque junto a proyectos discutibles razonablemente, hay otros muy sensatos para regenerar la democracia.

La candidata de AfD para las elecciones alemanas, Alice Weidel. | EFE
Eso dicen de ella, sin saberse bien qué entienden por derecha, ultraderecha o por extrema derecha, nazis, fascistas y demás adjetivos, los que no quieren que prosperen sus propuestas en Alemania y en Europa. Es más, es que la han excluido de toda coalición de gobierno futuro, a pesar de representar a más del 20 por ciento del electorado. De hecho, le impidieron asistir a la famosa Conferencia de Seguridad de Múnich consiguiendo que el propio vicepresidente USA, J.D. Vance, afeara su ausencia como imposición antidemocrática de los "demócratas" alemanes.
Examinemos lo que dice verdaderamente Alternativa por Alemania en sus programas electorales. Voy a consultar algunos aspectos en dos de ellos, el de 2016 y el de 2025. A lo mejor alguien espera que Hitler y Mussolini y todos los "fachas" del universo revivan y se materialicen ectoplásmicamente en los textos que han sido presentados al electorado alemán, que les ha favorecido doblando sus votos haciéndoles emerger como la primera fuerza política entre los votantes de 25 a 45 años.


Pero lo que ocurre cuando se lee atentamente es otra cosa. Pueden llevarse una gran sorpresa. Si el hecho de que su candidata, Alice Weidel, sea una mujer lesbiana, que tiene dos hijos de gestación subrogada y fue analista financiera de Goldman Sachs y el FMI, ya debería haber advertido que nada es como lo hacen parecer, su programa contiene medidas que muestran cuánto de mohoso y ridículo hay en la vieja y obstinada dualidad izquierda-derecha.

El programa de Alternativa para Alemania

Sobre la mejora de la democracia decían esto en 2016: adelgazar el Estado para que los ciudadanos sean más libres, garantizar la división de poderes, limitar el poder de los partidos, financiación legalmente regulada y controlada de los partidos políticos, listas abiertas y libres en las elecciones tanto federales como estatales, votación directa del presidente del gobierno federal, limitar los mandatos políticos y convertir en delito la dilapidación de los impuestos, entre otras medidas.

En 2025, dicen más o menos lo mismo, pero titulan "Democracia y Estado de Derecho. El pueblo es soberano". Y precisan, además, que la libertad de expresión debe ser sagrada, especialmente en Internet. Toda censura de las expresiones de opinión constituye un atentado contra el derecho fundamental a la libertad de expresión" y debe extenderse el mecanismo del referéndum, no sólo para aprobar cambios constitucionales sino para poder rechazar o enmendar leyes aprobadas por el Parlamento e incluso tratados internacionales.

Además, quieren fortalecer el libre mandato de los diputados frente a su partido o grupo parlamentario mediante las votaciones secretas. Pretenden impedir que los partidos políticos influyan en el nombramiento de jueces y fiscales acabando así con la politización del poder judicial y abolir la sumisión de la Fiscalía General al gobierno. Esto es, el poder judicial no debe ser administrado por los partidos sino auto administrarse con independencia.

Desde luego, priman la protección de las víctimas sobre la protección de los delincuentes, la protección de los funcionarios públicos castigando severamente los ataques que sufren, eliminan toda protección de datos para delincuentes, prometen combatir la criminalidad organizada de manera persistente, proteger las fronteras alemanas y dar opción a la posesión de armas como instrumento contra la delincuencia.

Sobre Economía, por ejemplo, afirman ser partidarios de una libre competencia porque asegura el bienestar alemán, apostando por una economía de mercado social sin opción alguna para una economía planificada. Consecuentemente, quieren reducir la burocracia y la hiperregulación de la economía. También pretenden reducir y limitar los subsidios estatales de todo tipo, favoreciendo a la clase media sin ejecutar privatizaciones que los ciudadanos no deseen.

En cuanto a fiscalidad, proponen la supresión del impuesto al patrimonio y del impuesto a herencias, así como revisión del impuesto sobre actividades económicas. Quieren establecer un límite superior para impuestos y contribuciones, armonizar los tipos del IVA, mantener la competencia entre los sistemas tributarios de los Estados, favoreciendo la autonomía y el federalismo, no restringiendo el uso del dinero en efectivo y pagando la deuda federal en los plazos previstos.

Respecto a Europa, desean una Europa de las naciones no de una burocracia ultrarreguladora incontrolable democráticamente. No quieren que Europa se convierta en un Estado centralizado, algo que ya fue rechazado por muchos europeos. Quieren potenciar el principio de subsidiariedad y "devolver a los estados nacionales sus competencias soberanas." Únicamente "las democracias nacionales, creadas por sus naciones en históricos procesos dolorosos, pueden ofrecer a sus ciudadanos la identidad necesaria y deseada y su protección." Sólo admiten acuerdos internacionales fundados en acuerdos libres.

En Política energética, hay que abandonar la obsesión por el calentamiento global y la reducción del C02, que es beneficioso para la vegetación, y el cambio climático que siempre ha existido. Por ello, derogará la Ley de Energías Renovables que conducen a Alemania a la precariedad energética. Eliminará por ello los subsidios y la priorización de la electricidad procedente de fuentes de energía renovables. Estudiarán la viabilidad del fracking y de la energía nuclear, que están dispuestos a reintroducir tras el cierre de las centrales ordenado por Ángela Merkel.

Vayamos ahora al tema estrella de la Política de asilo y migraciones. "Alternativa para Alemania iniciará un claro cambio en la actual política migratoria y recuperará el control de las fronteras nacionales. Las normas sobre la libertad de circulación dentro de la UE no se verán afectadas. En el futuro, sólo podrán entrar al país aquellos que estén autorizados para ello. Se revocarán todas las regulaciones en materia de política migratoria iniciadas en los últimos años que no sean de interés para Alemania. Cualquier persona que no tenga derecho a permanecer y se encuentre en Alemania ilegalmente será deportada".

Igualmente, "la crítica al Islam, como cualquier otra crítica a la religión, está legitimada por el derecho fundamental a la libertad de expresión. Es inaceptable reprimir las críticas al Islam acusándolas de "islamofobia" o del llamado racismo… La vida judía en Alemania se ve amenazada principalmente por los musulmanes antijudíos y antiisraelíes. Los ataques a los judíos y los insultos antisemitas deben ser castigados sistemáticamente por la legislación penal."

En Defensa Nacional, "un orden de paz estable en Europa y en el mundo también garantiza relaciones comerciales exteriores vitales y las necesidades energéticas primarias de Alemania. Por ello, mantenemos una relación basada en nuestros intereses con las principales potencias mundiales, con China y los EE.UU., así como con la Federación Rusa". Pero "hasta que se establezca una alianza militar europea independiente y eficaz, la membresía en la OTAN y el papel activo de Alemania en la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) siguen siendo elementos centrales de nuestra estrategia de seguridad".

Las fuerzas armadas alemanas no son capaces de defenderse. "Para poder cumplir la misión principal de la defensa nacional y de la alianza, nuestras Fuerzas Armadas no sólo debe estar bien equipada financieramente, sino también debe estar preparada para la acción, especialmente en términos de material y personal... Por eso, queremos restablecer el servicio militar obligatorio", que incluya un servicio alternativo, sólo para ciudadanos alemanes.

Respecto a la identidad y la cultura alemanas, afirma el papel de la lengua alemana común y la cultura histórica heredada como la base previa de la cohesión de la sociedad y el funcionamiento del Estado.

Alternativa para Alemania se adhiere a los valores positivos de la Ilustración y el humanismo y aboga por la renovación y el cambio intelectual y cultural a todos los niveles. Queremos preservar los logros de la cultura alemana y europea y defender los valores fundamentales de la dignidad humana, la libertad y la autodeterminación en Alemania y más allá.

Contra las políticas de género y Woke, que no deben ser financiadas por el Estado, contra la eutanasia, el fomento trivial del aborto, el consumo de cannabis y las vacunaciones obligatorias, el partido defiende la libertad artística rechazando las directrices políticas que regulan la financiación estatal de la cultura. Los proyectos, asociaciones y fundaciones que reciben financiación estatal deben estar comprometidos con el orden básico libre y democrático. Hay que limitar la radiotelevisión pública de modo que no sea una fuente de consignas sino un servicio público.

La escuela no debe ser un lugar para la propaganda política. Debe dar a los estudiantes la libertad de desarrollar su propio pensamiento político sin estar dictados por los planes de estudio y los libros de texto. Los estudiantes tienen derecho a expresar sus opiniones políticas sin temor a ser reprimidos o discriminados por profesores o compañeros. Los propios profesores están absolutamente obligados a permanecer neutrales.

¿Extrema derecha? Una nueva visión alternativa

Lo de imponer por sistemática difusión el adjetivo calificativo antes de precisar el sustantivo de referencia es la táctica habitual de los manipuladores de todas clases y en todas las épocas. Nadie se libra de esta lacra contra la libertad que es la estigmatización.

¿De qué se trata? De la sustitución del juicio informado por la apoteosis del juicio simplista e indocumentado pero útil para sumar votos en torno a quien interesa propagar las falacias y las deformaciones. Lo razonable es que uno se informe verazmente antes de emitir un juicio sobre cualquier cosa y que, en caso de discrepancia con otros, se debata con argumentos sometidos a prueba y falsación. Es lo único sensato y democrático. Pero quienes aman sobre todo el poder, jamás respetarán esta sencilla norma de conducta.

En las pasadas elecciones alemanas, ha sido escandalosa la complicidad de demócrata-cristianos y socialistas (más verdes e izquierdistas varios) en calificar a Alternativa para Alemania como partido de extrema derecha, incluso nazi o fascista. Se ha lanzado, como es habitual, el calificativo antes de analizar el sustantivo, que es una manera eficaz de confundir. Es una de las técnicas que Goebbels aprendió de Lenin y que otros, hoy, a derecha e izquierda, siguen practicando.

Pero, ¿qué significa eso de "extrema derecha"? ¿qué es ahora? No se sabe bien siquiera qué significa derecha y qué izquierda. ¿Acaso pueden considerarse de izquierda partidos como PSOE, Sumar y Podemos que aceptan que unos ciudadanos tengan más recursos y derechos que otros dentro de la Nación española o que propician la desigualdad entre ellos? ¿Puede considerarse de derechas un PP que acepta la filosofía de "género" y la tergiversación de la memoria "histórica", por poner dos ejemplos?

Extrema derecha es una expresión que se usa más bien como sinónimo de no socialista o no comunista o no "centrista". Se identifica así esta secularización teológica del mal con fascistas (no a los italianos históricos sino a cualquiera que los calificadores teman u odien), a los nazis o neonazis y en el caso español a los franquistas. Para el PSOE, Podemos e IU, incluso PNV, Bildu, Junts y Esquerra, es de extrema derecha todo aquel que discrepede su gobierno franskenstein o se le oponga.

En España, lo ensayaron los socialistas con el PP, desde la época del dóberman. En Andalucía, banco de pruebas de todo lo que sufrimos ahora, se trataba a Aznar como a un facha, a Arenas como un señorito franquista (e incluso a Anguita, por lo de la pinza y por lo de cierta coherencia, como "un extraterrestre" o "una mierda"). Luego, medio domesticado el PP de Rajoy, le llegó el turno al Vox originario, todavía hoy símbolo de la ultraderecha fascista y apestada a la que debe considerarse "democráticamente" inapropiada. Hasta el PP lo asumió (Pablo Casado) aunque no le repugnó aceptar su ayuda para ganar poder.

En realidad, ¿qué sería de la izquierda devenida del marxismo o de los socialismos en general, incluidos sus hijos atípicos, nacional-socialismo y el fascismo italiano, si no identificara a un enemigo único y no pudiera lanzarse en tromba a propagar fervorosamente la superioridad ética y científica de quienes desean destruirlo para apropiarse de sus riquezas y su poder?[i]Pues que no podrían existir. Su razón de ser ha sido siempre la lucha, su necesidad de la guerra, de clases o de partidos, o de territorios o de sexos o de generaciones o del clima o de lo que sea.

Ya han decidido previamente que la salvación del mundo y de los hombres está en sus doctrinas, "objetivamente" científicas aunque no se sometan a prueba alguna, formuladas y reformuladas continuamente ex catedra por una minoría de profesionales que dictan lo que es y no es la realidad, sus leyes explicativas y sus circunstancias. Y si los hechos no concuerdan con sus teorías, peor para los hechos.

La "Ilustración", que conllevaba instrucción, crítica racional y proposiciones justificadas para el progreso conjunto y la paz entre los seres humanos, ha sido engullida por una nueva fe del carbonero. Las victorias electorales en las democracias emergentes eran y son cuestión de número, no de razonamiento, conocimiento, capacidad de juicio u honradez. Lo importante era y es ser más, no ser mejores ni más informados ni más instruidos ni más demócratas.

Como sólo se trata de ser más que los otros en las urnas (puede conseguirse con trampas), lo más rentable les parece la primitivización de las "masas". Su mutación en rebaño ignorante y casi religioso es una opción barata. Al parecer las mayorías pueden conseguirse mucho antes y con más garantías de duración mediante el embrutecimiento que produce la mentira, la farsa, la manipulación de la conciencia y la contrainformación o propaganda negra.

Si esto es grave, lo es porque no hay esperanza en que alguna vez se reconsidere la base doctrinal de una tiranía mayoritaria que nada tiene que ver con la democracia, con el derecho y con la convivencia tolerante. Pero más grave aún es que nuevos "compañeros de viaje" se hayan sumado a esta división del mundo político en enfermos y sanos que obliga a establecer un cordón sanitario para aislar a los apestados. Se puede, y se debe, criticar a un adversario, pero, ¿es democrático estigmatizarlo?

La sumisión estratégica y cultural de unos partidos conservadores y liberales, que, sin ser comunistas ni socialistas en origen aceptan, ciega o genuflexamente, la definición de la realidad impuesta por las izquierdas y sus pregoneros, es la fuerza que impulsa a Alternativa para Alemania.

No importa lo que diga, ni los males sociales que señale. Antes de saberse qué propone, ya está aislada y condenada. Cuando se escucha su mensaje, porque su censura es imposible, ganan votos porque junto a proyectos discutibles razonablemente, hay otros muy sensatos para regenerar la democracia.

"Maricomplejines" (F.J. Losantos) y/o "tragacionistas"(Juan Manuel de Prada), en versión europea, alemana o española, junto a la ya insoportable podredumbre de la izquierda amoral y corrupta, he ahí la verdadera causa del ascenso de la nueva visión política, dejémonos de calificativos manipuladores, que representa Alternativa para Alemania. Dijo Ángela Merkel que no existían alternativas a su política[ii]. Pues las hay.


[i] En realidad, la imagen del enemigo único es la simplificación perfecta para quienes quieren designar al diferente, al disidente y al oponente con caracteres diabólicos para justificar su persecución y eliminación. Es una táctica usada por los poderosos y por los aspirantes a serlo en todo tiempo y lugar, pero estructurada por Lenin fue aprendida por Goebbels y los sucesores de ambos.

[ii] Cuenta en sus memorias que se titulan Libertad en español, RBA Libros y Publicaciones, S. L. U., Barcelona, 2024: "Obviamente, en la elección del nombre (Alternativa para Alemania) influyó el hecho de que durante la crisis financiera y del euro, yo hubiera utilizado las palabras "no existe alternativa".

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