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España en el abismo: para un programa electoral compartido

NEOS puede convocar un gran encuentro de la sociedad civil española de donde podría, quizá, surgir alguna esperanza.

NEOS puede convocar un gran encuentro de la sociedad civil española de donde podría, quizá, surgir alguna esperanza.
El presidente de la Fundación Neos y exministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, ha presentado este jueves el documento 'España en el Abismo. La ruptura de España se hace realidad'. | Fundación Neos

Si hay alguien en España que analiza con precisión y rigor de cirujano de hierro qué ocurre y ha ocurrido desde la Transición, y especialmente, desde el miserable asesinato de Miguel Ángel Blanco en 1997, ese es Jaime Mayor Oreja. Insinúa José María Aznar en sus Memorias que era el candidato natural para sucederle. Desde luego era el preferido de los ciudadanos según las encuestas de entonces. También habría sido el elegido de haber tenido que decidirlo Adolfo Suárez y otros muchos.

No fue así. La razón principal es que, demócrata y patriota como pocos, decidió participar en aquella digna oferta política y moral que hubiera podido cambiar el futuro de España: la candidatura conjunta de PP (él mismo) y PSOE (Nicolás Redondo Terreros) a la presidencia de la Comunidad Vasca en las elecciones autonómicas de 2001. Aznar dijo después que nunca creyó posible una victoria. Vaya.

De prosperar, hubiera significado dos años de dirección para cada uno de ellos en el gobierno vasco y el comienzo de la colaboración entre un socialismo democrático y un partido popular conservador para evitar lo que ambos vislumbraban, y que luego resultó inevitable: una España encaminada hacia el abismo.

Muchos enemigos, algunos sorprendentes como Felipe González y Juan Luis Cebrián, que ahora se lamentan de las consecuencias de su singular preferencia socialista por el PNV y la confianza en los nacionalismos vasco y catalán, se conjuraron para que España no tuviera un futuro determinado por la estrategia democrática común de los dos grandes partidos nacionales que, por primera y última vez, decidían poner la democracia y la nación por encima de sus intereses partidistas.

La consecuencia principal, para nuestro caso, fue la decisión final, y fatal, del PP de elegir como sucesor de la discutida renuncia de Aznar, a Mariano Rajoy, el preferido de Manuel Fraga, cuyas intuiciones nunca fueron afortunadas. Jaime Mayor Oreja quedó fuera de juego y finalmente él, y lo que representaba en España y el País Vasco, fueron sistemáticamente destruidos en su propio partido, que comenzó a helar la sangre de muchos, contagiado por un PSOE ya abiertamente sometido a la estrategia separatista, de PNV, CIU y Esquerra y, sobre todo, de ETA.

Desde hace muchos años, liberado de la disciplina política estricta, Jaime Mayor, al frente ahora de la Fundación Neos, de elección y vocación demócrata y cristiana, lleva a cabo una intensa labor cultural y moral que pretende lograr la reversión de la marcha hacia el abismo nacional español cuyo origen sitúan muchos en 2004, consecuencia de unas anómalas elecciones encharcadas por la sangre de las víctimas del 11-M.[i]

Este pasado jueves, 10 de abril, Jaime Mayor Oreja ha presentado el último estudio-análisis de la Fundación sobre la realidad española. Lleva por título: España en el abismo. La ruptura de España se hace realidad, que ya da una idea de la gravedad que se atribuye al momento nacional que vivimos. Los historiadores se han referido a la existencia de un abismo español en momentos claves como la invasión musulmana, la guerra de sucesión tras la muerte de Carlos II, tal vez el desastre del 98 y la Guerra Civil de 1936-39.[ii]

Como se reconoce en el documento, que comienza con un resumen ejecutivo de obligada lectura por su concisión y fertilidad, hay dos personalidades españolas, que destacan entre otras muchas, que dieron la voz de alarma. Si Ortega y Unamuno, por poner sólo dos ejemplos, la dieron sobre la degradante deriva de la II República y la respuesta franquista, el filósofo Julián Marías y el escritor César Alonso de los Ríos, la han dado sobre el ataque a la Nación, y a su primera Constitución de consenso aprobada por la inmensa mayoría.

Marías denunció valientemente, y desde el principio, la perversión de quienes, políticos, partidos y votantes "quisieron: a) Dividir el país en dos bandos. b) Identificar al otro con el mal. c) No tenerlo en cuenta, ni siquiera como peligro real, como adversario eficaz. d) Eliminarlo, quitarlo de en medio (políticamente, físicamente si era necesario)". Para ello, defendió una España inteligible contra leyendas negras y totalitarismos blanqueados.

César Alonso de los Ríos, periodista y escritor procedente de la izquierda comunista, percibió que el pacto de hierro de socialistas, comunistas y nacionalistas periféricos pretende, además de acabar con la unidad nacional, "cambiar las reglas del juego democrático… expulsa del juego político e institucional al mayor partido de la oposición y trata de desterrar, así, la alternancia... se trata de una estrategia de poder tan brutal que no sólo pone en peligro la entidad de la nación española sino la del propio sistema democrático".

La importancia de un diagnóstico certero: España está en el abismo

En realidad, es, además, una denuncia y quiere ser una propuesta nacional común: "Como si fuéramos los últimos españoles de la historia debemos asumir la responsabilidad de la denuncia", se lee en sus páginas. Pero "es necesario volver al principio de realidad, regresar a los hechos, como exigencia previa a cualquier análisis político. No se pueden desconocer los procesos políticos, ni se puede negar la realidad para evitar la respuesta".

Hay que abandonar la "ceguera voluntaria", el espejismo y el despiste. "Tenemos que atrevernos a mirar. Hay que impedir el cómodo autoengaño y tener el valor intelectual de diagnosticar la ruptura de nuestro sistema de convivencia y de nuestra vida nacional." Para NEOS y sus máximos responsables, Jaime Mayor y María San Gil, es esto lo que se ve cuando se mira atentamente y sin prejuicios:

1. Estamos en un proceso de ruptura de España

El "proceso" es coherente. Comienza abiertamente cuando ETA y los nacionalismos perciben el peligro de una España democrática y unida bajo los dos partidos nacionales, algo implícito en y desde el Espíritu de Ermua. Inicialmente se sumaron PNV y CiU, con ETA detrás, en el Pacto de Estella hasta conseguir –asustados algunos dirigentes del PSOE por la victoria del PP por mayoría absoluta—, la incorporación del PSOE de Rodríguez Zapatero, Bono y finalmente Pérez Rubalcaba al nuevo Frente Popular[iii]. Tras Zapatero, el proceso ha sido acelerado por Pedro Sánchez cuyos gobiernos social-comunistas y separatistas precipitan "el desmantelamiento del estado".

2. Es un proceso antidemocrático enmascarado

No puede desvelar sus fines reales por temor a una reacción popular nacional. Aunque ha adoptado otros disfraces anteriores, ahora se enmascara tras "la inestabilidad internacional". "Con el abrazo desproporcionado a Zelenski, con el antitrumpismo militante como excusa, con la política de urgencias armamentísticas de la Unión Europea como coartada, con el problema palestino como máscara, con la treta de abrazarse a China —la mayor tiranía del planeta—, Pedro Sánchez pretende encubrir y enmascarar el proceso de ruptura de España, de tal manera que las gravísimas cuestiones nacionales tiendan a desaparecer del debate".

3. Es un proceso propiciado por la buena fe constitucional, la mala fe separatista y la traición[iv] final de la izquierda social-comunista

La "buena fe constituyente" de los dos partidos nacionales fue pagada "con la extrema deslealtad nacionalista. "La Constitución incorporó una mala combinación de un sistema abierto de poder autonómico y de un sistema electoral con sobrerrepresentación de los partidos nacionalistas", dice su texto. Se ha perpetrado en dos fases: la unidad de los separatistas, ETA incluida, y la suma desleal del PSOE de Zapatero y el neocomunismo, desbocada ya de los gobiernos de Pedro Sánchez.

4. Es un proceso acelerado desde 2018

En 2020, se forma gobierno con Podemos y se pacta con todos los separatistas, Bildu (máscara política de ETA, a la que se legitima y blanquea), inclusa. Se asaltan el Tribunal Constitucional y la Fiscalía General del Estado. Se indulta a golpistas y se suprime el delito de sedición. Se gobierna en una minoría dependiente de comunistas y separatistas desde 2023, pactando la amnistía a Puigdemont atacando a los jueces.

Concede la concentración de etarras en el País Vasco y su acceso al tercer grado penitenciario. Se intensifica la desigualdad entre españoles mediante concesiones financieras a Cataluña y se le ceden competencias en inmigración y fronteras. Bildu (ETA) entra en Moncloa. El ataque a la Corona, primero sobre el Rey Emérito, es ya evidente y se incumplen sentencias o se aligeran las sentencias de los condenados por casos de corrupción de miembros del Frente Popular.

5. Es un proceso que no ha terminado: hacia el fin de la Constitución de 1978

Se trata ahora de extirpar de Ceuta y Melilla, y ya veremos qué más, toda posibilidad de continuación de su españolidad mediante cesiones incomprensibles a Marruecos (Sahara). Se espera la Agencia Tributaria de Cataluña y una Justicia netamente catalana, con Consejo General del Poder Judicial propio. Habrá apoyo socialista a un gobierno de ETA Bildu en País Vasco y anexión de Navarra. Se legalizarán los referéndums de autodeterminación (2027) y se producirá el fin de la Constitución de 1978 y de la monarquía parlamentaria.

6. Si triunfa, el proceso tendrá consecuencias

"La estrategia del Frente Popular podría llevar a España a una crisis similar a la del siglo XIX. Sin acciones correctivas, España podría enfrentar la autodeterminación de regiones clave y la pérdida de soberanía", en una nueva república confederal. Además, se habrá desfigurado la sociedad española con varias ingenierías de la identidad (de la Historia, de la muerte, de la familia, del género, de la Nación), que buscan una España metamorfoseada por imposición que sea "antioccidental, antiliberal, antidemocrática, anticristiana y sin duda totalitaria (cultura woke)".

Sus ejes vertebrales, ya ensayados desde Podemos y Sumar y aceptados por el PSOE, son "la ideología de género, el feminismo queer, el antisemitismo, el islamoizquierdismo, la corrección política, el climatismo radical, la teoría de la cancelación, etc.; ejes todos ellos de la ingeniería de la identidad que utiliza las herramientas de la psicología, la propaganda o la simulación de la realidad".

Por eso, se destaca que "toda esa labor de ingeniería social ha sido posible gracias a la inoculación previa de una fuerte corriente de relativismo moral, de demolición de la cultura del esfuerzo, de la sensación de que todo vale en política, de la pérdida del valor de unidad como principio moral, del desprecio hacia la conciencia nacional, de la sublimación del poder frente al bien común, del vaciamiento de los fundamentos de nuestra civilización occidental".

La "crisis brutal de España, no puede no tener consecuencias gravísimas y traumáticas en nuestra sociedad, en la conciencia moral de los españoles, con pérdida vertiginosa de nuestra autoestima nacional, con una quiebra social sin precedentes, con un abatimiento generacional que durará muchas décadas, con riesgo evidente para la convivencia, con caos institucional, con enormes riesgos económicos, que traerán el fin del estado de bienestar, la insignificancia internacional, la pobreza y el sacrificio de generaciones".

¿Qué hacer? Despertar y atreverse a revertir el "proceso" para un nuevo futuro nacional

O desintegración o recuperación del patriotismo natural del pasado, lengua común, cultura y territorio. Debemos reconocernos "en la hermosa historia de España, una de las pocas naciones del mundo que ha sido capaz de aportar a la Historia un modelo específico de civilización; que ha producido una lengua totalmente universal, como el español; que ha alumbrado una cultura de rasgos singulares de altísimo nivel (literatura, pintura, pensamiento); que ha ofrecido al mundo un proyecto político nuevo, como la Hispanidad[v]; que ha desarrollado en distintos continentes un modelo político y de convivencia completamente original, mediante la construcción de un nuevo mundo". Ninguna región es comprensible sin España ni la Historia universal es comprensible sin ella.

"Necesitamos una gran movilización nacional frente a la desintegración. Una movilización masiva y, de ser necesaria, recurrente y que abarque toda España. De la misma manera que una gran movilización política y social derrotó moralmente a ETA con el llamado Espíritu de Ermua, ahora debemos derrotar, con nuevas movilizaciones, el legado de ETA, su mentira política, su proyecto de ruptura, su Frente Popular contra la nación española", se escribe al final del documento.

Y sí, hay que ganar las próximas elecciones. "Lo primero será derrotarlos democráticamente en las urnas. Pero derrotarlos ¿para qué? ¿para subrogarse en el proyecto, para mantener ese escenario decadente de desintegración en que han convertido la democracia española y la propia nación española?"

En 2011, ganó las elecciones Mariano Rajoy con una mayoría aplastante en el Congreso, en el Senado, en las Comunidades Autónomas y en los Ayuntamientos. Pero, ¿de qué sirvió? NEOS pasa de puntillas sobre el papel del PP en la tragedia española. Por comprensible que sea, no sirve a la correcta apreciación de los hechos y de sus consecuencias. Tampoco explica quién y cómo puede ganar si no hay una voluntad común y compartida. Tal vez, la propia NEOS deba reunir a quienes pueden y deben confeccionar la necesaria hoja de ruta.

En cualquier caso, su programa es de mínimos necesarios y comunes en los que pueden confluir millones de votantes si se les da la oportunidad. Este es su texto completo:

1. La derogación urgente y simultánea de todas las iniciativas legislativas y no legislativas del Frente Popular en materia de ingeniería social y desvertebración del Estado.

2. Un programa de reforma y fortalecimiento de las instituciones del Estado: Corona, Justicia, Tribunal Constitucional, Parlamento, Fiscalía General del Estado, Administración General del Estado, Administración en el exterior, Agencia Tributaria. Todas las entidades u órganos del estado deben recuperar independencia, institucionalidad, vocación de servicio público, profesionalidad.

3. Un programa para el fortalecimiento del Estado de derecho: separación de poderes, garantías procesales, estatuto del contribuyente, apoliticidad de las fuerzas y cuerpos de seguridad.

4. Un programa de recuperación democrática: libertades de información y de comunicación, transparencia del poder, control parlamentario, reforma de la ley de partidos políticos y de la ley electoral.

5. Un programa de fortalecimiento de la cohesión nacional de España, con derogación y rectificación de los traspasos y delegaciones inconstitucionales y la creación de mecanismos de armonización. Ley de uso del español. Reforma y reorientación de la educación en España, para que las nuevas generaciones puedan formarse en conocimientos comunes, sin que la historia, la geografía, la cultura o el pensamiento españoles les sean escamoteados.

6. Un programa de recuperación de la presencia internacional y la política exterior de España. A estos efectos, es fundamental recuperar los lazos de alianza con Iberoamérica y reconstruir una gran área de influencia hispanoamericana con un fuerte peso internacional.

7. Un programa para defensa de la economía de mercado y la reforma de la fiscalidad, con rectificación del sistema confiscatorio actual.

8. Una reforma de la política de inmigración, que regule, ordene y racionalice el proceso migratorio.

9. Un programa sobre la producción energética y sus fuentes, con recuperación de la energía nuclear y la búsqueda de la autonomía energética.

10. Un programa para la reforma, reducción y simplificación de las estructuras administrativas del Estado, de las comunidades autónomas y de las entidades locales, y la reducción del gasto público.

Se trata de todo un impulso al rearme moral de la nación española. ¿Cómo va a extrañarnos que Rodríguez Zapatero le confesará a José María Aznar que "hay que huir como de la peste de la política de Mayor Oreja y de lo que se ha venido haciendo durante los últimos años"?[vi]

¿Encontrará una acogida favorable entre los partidos y asociaciones civiles que pueden evitar que caigamos en el abismo? Pues ya ven cómo se pronuncian y sitúan unos y otros y la desconexión entre los grupos de afinidad que podrían presionar para que la unidad electoral se produjera. Deseable, sí. Probable, no. NEOS puede, eso sí, convocar un gran encuentro de la sociedad civil española de donde podría, quizá, surgir alguna esperanza.


[i] Otros empezamos a pensar que fue el brutal y feroz asesinato de Miguel Ángel Blanco y la reacción democrática y nacional que despertó la que alertó a los nacionalistas (con ETA de referente) y los conjuró en un plan de forja de un nuevo frente popular que impidiera una política nacional conjunta de PP y PSOE. Lamentablemente han tenido éxito hasta ahora por la incorporación, - "traición la llamó César Alonso de los Ríos -, de la izquierda al "proceso" tras la mayoría absoluta obtenida por el PP en el año 2000.

[ii] Ni siquiera la invasión napoleónica alcanzó ese máximo nivel de alarma porque la nación existía y ahora ya no, como ha dejado advertido, entre otros, José María Marco, que atribuye este destino a un error de diagnóstico de la Constitución Española de 1978. El origen del mal se retrotraería, pues, a la propia Transición. De ahí la importancia de no cometer tales errores.

[iii] Aunque el documento precisa que este nuevo Frente Popular no debe identificarse con el de 1936, la verdad es que sus miembros son básicamente los mismos que entonces.

[iv] Traición la llamó César Alonso de los Ríos ya en 1999, al verla venir.

[v] Sobre ella se dice en el texto de NEOS: "Solo comprendemos España cuando la miramos desde Hispanoamérica. Somos casi 400 millones de hispanos, que compartimos el español como lengua común, y con el español, su estructura de pensamiento, su legado cultural y artístico, sus valores. Tenemos, además, la indudable ventaja de querernos, como sociedades, entre nosotros, a pesar de lo que algunos gobiernos oportunistas puedan declarar por puro ventajismo político. Somos más que una comunidad internacional de naciones, somos una familia de naciones que debe vivir en permanente relación y atención mutua, como viven los miembros de una familia. Y transformar esa gran familia de naciones en un espacio político de íntima colaboración. Un privilegio que no tiene ninguna otra nación europea."

[vi] Lo cuenta el propio Aznar en sus Memorias, tomo II, cap. 3

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