El Reina Sofía reúne 70 obras que muestran la evolución del “Minotauro” de Picasso

Una exposición que muestra cómo el minotauro fue el principal "alter-ego" de Picasso y la figura con la que se identificó, ha sido reunida por el Museo Reina Sofía. La muestra, que se inaugura, el miércoles, incluye 70 obras que ponen de manifiesto la afirmación del artista: "Si se señalaran en un mapa todos los itinerarios que he recorrido, y si se les uniera con una línea, quizás apareciera un Minotauro".

La mayoría de las obras mostradas son grabados procedentes de diversos museos y colecciones y mediante ellas se puede observar cómo Picasso supo modelar la imagen del monstruo de la mitología, marcándola con su sello y proporcionándole un rostro en el siglo XX. "Picasso Minotauro", agrupada en cinco facetas diferentes, comienza con el primer dibujo sobre el tema realizados por el artista, así como un tapiz y el collage que hizo Picasso para la cubierta del número inicial de la revista surrealista "Minotaure" y una serie de dibujos incluidos en la misma.

El motivo del Minotauro se desarrolla en toda su extensión en la famosa "Suite Vollard", de la que se muestra un importante número de obras. En la selección sobre el Minotauro ciego, el artista malagueño fusiona este mito con otros mitos griegos. Los siete estados de "La Minitauromaquia", una de las composiciones más herméticas de Picasso, son el antecedente más directo de "Guernica", mientras que los guaches realizados en los años 50 muestran unos minotauros más descargados de contenido, más livianos y ligeros y no exentos de sentido del humor.

Esta exposición, que permanecerá abierta hasta el 15 de enero, también aborda de un modo preciso un periodo de la vida de Picasso, el de final de los años 20 y los años 30, "en el que se mezclan vida y obra", explicó el director del museo, Juan Manuel Bonet. "En una iconografía picassiana muy inspirada en la tauromaquia y en el rito taurino español, el Minotauro de Picasso es algo más que una simple figura de la mitología cretense, y hunde sus raíces en España", afirmó la comisaria de la exposición Paloma Esteban. Según la comisaria, el artista malagueño trató el tema taurino desde sus primeras épocas, luego lo abandonó en el periodo cubista. En los años 20, retomó el tema que desembocó en el del Minotauro, en cuyo nacimiento también fue fundamental la influencia de la cultura greco-latina y de la corriente surrealista.