L D (EFE)
La exposición "La vida de San Francisco de Asís", que se inaugura esta tarde, está comisariada por el historiador y arquitecto Gabriel Guarda, especialista en historia colonial de América y es un reflejo del desarrollo del arte barroco hispanoamericano en Chile. Guarda explicó en la presentación que la selección de las piezas que han viajado a Madrid, en la que ha colaborado un equipo de expertos, se ha tratado de hacer una secuencia armónica de lo que existe en Chile, y hace un paralelismo entre la vida de Jesús y de San Francisco de Asís.
El comisario destacó que las obras representativas del barroco chileno, son contemporáneas de los maestros españoles del siglo de oro y es la primera vez que viajan a Madrid, donde permanecerán hasta el próximo 10 de noviembre, para ser exhibidas posteriormente en Valencia. Los artistas indígenas tuvieron una libertad absoluta para desarrollar su obra, tanto desde la perspectiva como desde la composición de las escenas y la representación de la vida del santo franciscano, añadió Guarda.
Especial mención dedicó el responsable de la exposición a las figuras y el colorido de las telas de los personajes que aparecen en los cuadros y a la representación "libre, novedosa y audaz" de los artistas americanos frente a los limites que imponía la muy cautelosa iglesia en Europa. Los cuadros muestran ángeles con alas y otros elementos decorativos junto con una serie de simbolismos, comentó el comisario.
Esta serie de óleos sobre tela, fueron pintados entre los años 1668 y 1684 en el taller en Cuzco (Perú) del indio Basilio de Santa Cruz, muestran con lujo de detalles la vida de San Francisco de Asís en el ambiente cuzqueño del siglo XVII. Basilio de Santa Cruz dispuso para la realización de los cuadros con la ayuda de un gran número de discípulos, entre ellos los nativos Juan Zapaca Inga y Pedro Lonasco, conocido también como "Lorenzo".
El comisario destacó que las obras representativas del barroco chileno, son contemporáneas de los maestros españoles del siglo de oro y es la primera vez que viajan a Madrid, donde permanecerán hasta el próximo 10 de noviembre, para ser exhibidas posteriormente en Valencia. Los artistas indígenas tuvieron una libertad absoluta para desarrollar su obra, tanto desde la perspectiva como desde la composición de las escenas y la representación de la vida del santo franciscano, añadió Guarda.
Especial mención dedicó el responsable de la exposición a las figuras y el colorido de las telas de los personajes que aparecen en los cuadros y a la representación "libre, novedosa y audaz" de los artistas americanos frente a los limites que imponía la muy cautelosa iglesia en Europa. Los cuadros muestran ángeles con alas y otros elementos decorativos junto con una serie de simbolismos, comentó el comisario.
Esta serie de óleos sobre tela, fueron pintados entre los años 1668 y 1684 en el taller en Cuzco (Perú) del indio Basilio de Santa Cruz, muestran con lujo de detalles la vida de San Francisco de Asís en el ambiente cuzqueño del siglo XVII. Basilio de Santa Cruz dispuso para la realización de los cuadros con la ayuda de un gran número de discípulos, entre ellos los nativos Juan Zapaca Inga y Pedro Lonasco, conocido también como "Lorenzo".