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Yolanda García Serrano, sin jefes y a dos manos

La guionista, directora y escritora madrileña visita Déjate de Historias con motivo de la celebración, el próximo 2 de junio, de la XVII Edición del Maratón de Monólogos, que anualmente organiza la Asociación de Autores de Teatro (AAT) y que reunirá a multitud de personalidades de la cultura en la Sala Fernando de Rojas del Círculo de Bellas Artes de Madrid.

La guionista, directora y escritora madrileña visita Déjate de Historias con motivo de la celebración, el próximo 2 de junio, de la XVII Edición del Maratón de Monólogos, que anualmente organiza la Asociación de Autores de Teatro (AAT) y que reunirá a multitud de personalidades de la cultura en la Sala Fernando de Rojas del Círculo de Bellas Artes de Madrid.

La cita, que tendrá lugar a partir de las 19.00 horas, permitirá al público disfrutar de la dramaturgia contemporánea española, a tenor de veintiún monólogos de autores como Paco Mir, Jesús Campos, Guillermo Heras o la propia Yolanda García Serrano.

Ella comenzó trabajando como secretaria y actriz, labores que -ratifica- abandonó "porque no soportaba tener jefes". "Yo llegaba a la oficina y veía todos los días al mismo señor, que me vigilaba presuponiendo que no trabajaba. No podía con ello y me las ingenié para que fuera de otra manera", ha explicado.

Yolanda García Serrano se ha movido como pez en el agua entre el mundo del cine y la televisión. Ha sido reconocida por sus guiones para series como Farmacia de Guardia o Todos los hombres sois iguales, y también como directora con 'Raquel busca su sitio'. Para la gran pantalla, podemos destacar la película Hasta aquí hemos llegado (primera cinta dirigida en solitario en 2002 y protagonizada por Carlos Sobera). Y en su faceta literaria, los dos libros publicados con Verónica Fernández: 'De qué va eso del amor' y Descalza por la vida.

Lo cierto es que no para de escribir, y siempre tiene varios proyectos entre manos. "Con una mano escribo para teatro y, al mismo tiempo, con la otra mano para cine", confiesa la escritora que -asegura- "duermo muy poco, para ya no presumo de ello".

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