Guirao: el ministro que fue algo más

Ha muerto José Guirao. Nació en Pulpí , Almería , en 1959, y fue mi amigo. Nos presentó José Miguel Ullán , el poeta y periodista de gran cultura e influencia a finales de los 80. Él descubrió que, entre lo que empezaba en Valencia en materia de gestión cultural con Carmen Alborch y lo que hacía el siempre precoz Pepe Guirao en Sevilla, había muchos parecidos: entre otros, la alegría, los referentes en pintura, Broto, Barceló, Sicilia y una forma de entender la vida que pasaba por disfrutarla y ser leales a ciertos principios.

En la Sevilla previa a la exposición del 92, fuimos y venimos de Valencia a Sevilla, pero en el 93 nombran a Carmen Alborch ministra de Cultura y ahí contará con Pepe Guirao como Director General de Bellas Artes y, después del Reina Sofía.

Él ha tenido una verdadera maestría para buscar la paz, o el armisticio, en cualquier contienda. Sea el Thyssen, un problema sindical, una opa de una galerista o cualquier trampa que asome en teatros y circos.

Ha trabajado mucho desde que se licenció en Filología Hispánica, y se doctoró en trampas que siempre sorteó. Es una lástima que no deje un manual de instrucciones, porque sería de valor incalculable para los que quieran un día volver a algo parecido a la gestión cultural.

Muchos lo vamos a echar de menos. Es el mejor recuerdo de mi vida profesional, entre las hieles y las mieles de la política cultural.