Masacre o Deadpool. ¿Cómo llamamos al personaje? Si nos guiamos por la historia de los cómics, el público español más tradicional conocerá al gamberro de Wade Wilson como Masacre, ya que así se tradujo en nuestro país a Deadpool, pero si nos vamos a los últimos años y a la franquicia cinéfila liderada por Ryan Reynolds, lógicamente Deadpool es el nombre más conocido a nivel mundial. Eso sí, estamos en una sección de cómics y estamos en España, por lo tanto si en la portada pone ‘Masacre’... nosotros le llamamos Masacre.
Panini nos trae otro Must Have (debes tener), esta vez del superhéroes más irreverente y gamberro del universo Marvel. Estamos ante un cómic entretenido, canalla y también muy tramposo, como pongo en el titular. Ahora mismo os explicó por qué es un cómic tramposo, pero antes, apartado técnico: guion de Duane Swierczynski, dibujo de Jason Pearson, 116 páginas, tapa dura, editorial Panini, contiene Deadpool: Wade Wilson’s War 1-4 y el precio es de 15 euros.
Vamos con la reseña
Reventando la cuarta pared con el Masacre más manipulador
Si hay algo que caracteriza a los cómics de Masacre son esos momentos en los que el superhéroe se pasa por el arco del triunfo la distancia entre historia y lector y rompe la cuarta pared para hablar directamente con nosotros. En algunas ocasiones lo hace brevemente y en otras, como es el caso, la rompe prácticamente en cada una de las páginas. Los que conocen al personaje ya saben esto. De hecho, gran parte de su magia y de su popularidad está en esa ruptura de la realidad.
En esta historia veremos a Masacre en pleno juicio contando su versión de los hechos acerca de una matanza que ha tenido lugar en Sinaloa y de la que le culpan a él y al resto de un grupo de mercenarios al que pertenece. Un grupo en el que podemos ver a Bullseye, mítico enemigo de Daredevil, a Dominó y a Marta Plateada. Wade contará en el juicio su versión de los hechos y también su origen, es decir, cómo se convirtió en el Masacre que se conoce en los cómics. Eso sí, ¿nos estará diciendo la verdad? Ese es el gran misterio de esta historia ya que hay dos narraciones, la de Wade y la de un exmiembro del equipo de operaciones que supuestamente creó a Masacre. El lector tendrá que decidir qué versión elige e iremos viendo viñeta a viñeta cómo se puede contar la misma historia dejando a Wade como un héroe o como un llorón.
La historia, aparte de divertida, graciosa y violenta, jugará contantemente con nosotros para ponernos a prueba. ¿Lo que estamos viendo es verdad o se lo está inventando Masacre? ¿Es de verdad el origen de cómo se convirtió en Deadpool o nos está manipulando para hacernos creer que su transformación fue parecida a la que sufrió Lobezno en Arma X? Ahí está la magia de este guion de Duane Swierczynski, que engaña o no al lector sobre ese origen de Masacre. Por eso digo en el titular que es un cómic tramposo, sin embargo, es una trampa que te atrapa y te entretiene.
Ojo, el guion es gamberro, pero incorpora elementos de reflexión como por ejemplo la participación en todo esto del gobierno estadounidense. Masacre vacilará constantemente al poder y les dedicará más de un dardo político por guerras pasadas. Sus continuas burlas al senador que lidera la comisión de investigación son de lo mejor del cómic y le dan ese toque de humor que toda historia de Masacre necesita.
En cuanto al dibujo, Masacre necesita espectacularidad, explosiones, sangre, batallas, matanza, duelos con espadas, disparos a quemarropa y todo lo que se puedan imaginar dentro de la categoría violencia explícita. Jason Pearson te lo da todo durante las 116 páginas que tiene este cómic y lo hace además tirando de leyendas del pop o incluso de guiños a películas como Matrix. Os dejo varios ejemplos.
Conclusión: cómic muy entretenido, gamberro, bien dibujado y con un sentido del humor que no defraudará. Lo mejor, su lado tramposo y la manipulación divertida y constante a la que somete al lector. Lo peor, si se puede decir algo, que se hace corto. Son cuatro grapas y en un ratito en casa te lo puedes acabar. Si gustan, disfruten de la lectura.