
Stan Lee y Steve Ditko, los dos genios creativos que en 1962 se sacaron de la chistera a un superhéroe con los poderes de una araña que saltaba de edificio en edificio por las calles de Nueva York. Ahora, seis décadas después, Peter Parker ya es un miembro más del selecto grupo de personajes de ficción protagonistas de la cultura popular mundial, pero para que eso sea así, para que su nacimiento tuviera lugar en los cómics, alguien tuvo que crearlo. Fueron ellos, Lee y Ditko y hoy, gracias a su genialidad, seguimos disfrutando de las aventuras del hombre araña. Gracias a ambos por tanto.
Con motivo de ese aniversario, Panini Cómics ha sacado una colección de diez números con las historias más importantes y decisivas de Spiderman. Los cómics que cambiaron su vida para siempre. Y entre esas historias está la muerte del primer amor de su vida, Gwen Stacy.
Antes de entrar de lleno en esta historia, vamos con el apartado técnico de este Spiderman, la muerte de Gwen Stacy: guion de Stan Lee y Gerry Conway, dibujo de Gil Kane y John Romita Sr, contiene Amazing Spider-Man 96-98 y 121-123, tapa dura, 136 páginas, editorial Panini y un precio de 9,95 euros.

Vamos con la reseña
Un clásico que redefinió la personalidad del héroe
Si algo caracteriza a Spiderman y por lo tanto a Peter Parker es el sufrimiento que vive y supera con el paso de los años. Es un sufridor. Un superhéroe cuyo sentido del humor esconde una vida llena de pérdidas importantes. Su nacimiento llegó por la picadura de una araña, pero su transformación definitiva en hombre araña se produjo por la mítica muerte del tío Ben. Eso le cambió para siempre. Le hizo querer venganza al principio y ser un adalid de la justicia posteriormente. Ahí llegó su primer aprendizaje vital, sin embargo, la cosa no quedaría ahí ya que cada cierto tiempo los cimientos del alma de Peter son sacudidos por pérdidas irreparables.


La vida de Peter a lo largo de los cómics jamás ha sido cómoda y en esta historia en concreto una parte de su corazón murió cuando perdió a su primer amor, Gwen Stacy, a manos del malvado Duende Verde, su rival más conocido. Ese es el argumento de esta historia de Stan Lee y Gerry Conway que en su momento dejó helados los corazones de todos los lectores amantes del personaje. Peter cambió para siempre a partir de esta muerte y ese poder que conlleva una gran responsabilidad le costó más de lo que él podía esperar y soportar en esos momentos. Fue tan importante este hecho que los autores ocultaron el título de ese cómic en cuestión para no desvelar la muerte antes de tiempo y no hacer lo que hoy se conoce como spoiler.
Este es un cómic clásico, maravilloso y sobre todo muy entretenido. Es un indispensable del universo Marvel y en concreto de Spiderman. Es ameno en su lectura, divertido, dramático, lleno de acción e incluso una forma de conocer culturalmente cómo era la sociedad en aquella época. De hecho, la historia secundaria de la que se habla en este cómic, aparte de la muerte mítica de Gwen, es la pérdida de la razón por parte de Harry Osborn, el amigo de Peter e hijo del villano Norman Osborn, por culpa de las drogas. Stan Lee y Conway nos hablarán aquí del mundo de los estupefacientes y en muchas viñetas se puede ver la denuncia social que hacían de un problema que por aquel entonces estaba comenzando a mostrar su lado más oscuro y demoledor para el pueblo norteamericano y para el mundo en general. Este cómic no solo es una perla histórica sobre Spiderman y su universo, también es una forma de conocer detalles de la sociedad de la época. Esa doble función, histórica a más de un nivel, le da un plus más de valor a la narrativa.

Lógicamente el mayor peso de la narrativa se lo lleva la muerte de Gwen, pero es interesante ver el papel que tenía cada personaje del universo Spiderman antes de ese fatídico momento. Conoceremos a una Mary Jane Watson que siempre se ha sentido atraída por Peter, aunque este tuviera novia. Veremos el lado obsesivo y mimado de un Harry Osborn que no soporta que Mary Jane se fije en su mejor amigo. Aparecerá brevemente la Tía May. También estará el odiador profesional de Spiderman, J. Jonah Jameson. Y por supuesto estará el Duende Verde. Los duelos, perfectamente dibujados por las manos de Gil Kane y John Romita Sr, nos harán sentir el vértigo del cielo de Nueva York y el temor de Peter ante un Norman Osborn que conocía su identidad antes de perder la memoria.

La edición de Panini es un motivo más para comprar este cómic. Los extras que incluye son parecido a los que tienen los Must Have de la editorial, es decir, te van guiando textualmente por el momento en el que se produce esta historia. Eso hace que este cómic sea perfecto para aquellos lectores que quieren picar de aquí y de allá con historias importantes de Spiderman o para aquellos completistas que quieran en otro formato una historia que ya conocen al dedillo.
Conclusión: buena forma de homenajear al bueno de Spiderman por sus sesenta años de edad. Una historia dramática, pero llena de entretenimiento y acción. Estamos hablando de historia del cómic en todos los sentidos, tanto por guion como por dibujo. Formato perfecto para picotear sobre Spiderman y una excelente forma de acercarse al cómic clásico del que hoy seguimos bebiendo en las viñetas del siglo XXI.

