
Obras como El descendimiento de Van der Weyden, Carlos V en la batalla de Mühlberg de Tiziano, las soberbias esculturas en bronce fundido de Felipe II y María de Hungría confiadas a Pompeo y Leone Leoni o La Sagrada Familia rodeada de santos de Rubens no formarían parte de las colecciones del Museo del Prado si no fuera por la iniciativa de distintas mujeres. La pinacoteca madrileña pone el foco en las promotoras y benefactoras de las artes que ha tenido la institución a lo largo de su historia. "Es cierto que no hay demasiados cuadros firmados por mujeres en el Prado (recientemente ha adquirido dos obras), pero realmente el papel fundamental de la mujer está en la configuración de las colecciones, donde podemos decir que son megapotentes. No hay un museo en el mundo donde la mujer sea tan determinante en la configuración de su colección", aseguró Miguel Falomir, durante la presentación de este itinerario, enmarcado en la iniciativa de Prado en Femenino.
Hablamos de mujeres como Isabel de Valois, Ana de Austria, Leonor de Austria, María de Hungría o Isabel Clara Eugenia. Desde la dirección del museo se ha decidido cambiar algunas de las cartelas que acompañan sus retratos para presentarlas en su cargo en lugar de como "esposa de".
El itinerario, compuesto por 32 obras, está diseñado por Noelia García Pérez, Profesora Titular de Historia del Arte en la Universidad de Murcia, quien destacó la labor de distintas mujeres en la promoción de los artistas que trabajaron a su servicio. "Isabel Clara Eugenia mandó a Rubens a España a informar de la situación de los Países Bajos. Es el motivo por el cual el Museo del Prado es la institución con más obras del pintor flamenco del mundo", recordó.
Tras la muerte de su esposo, Luis II, María fue regente de Hungría en nombre de su hermano Fernando I hasta junio de 1527, y gobernadora de los Países Bajos de 1531 a 1555. Isabel Clara Eugenia fue princesa soberana de estos últimos territorios entre 1599 y 1621 junto a su esposo, el archiduque Alberto, y ya viuda, ocupó el puesto de gobernadora hasta su fallecimiento en 1633. Las dos, durante sus destacadas posiciones políticas, formarían dos de las colecciones artísticas más destacadas del Renacimiento europeo.
"María de Hungría fue la principal responsable de la imagen de poder de Carlos V y la principal propietaria de obras de Tiziano, muy por encima del Emperador o de Felipe V" reivindicó la comisaria.

