
Si usted no tiene en su biblioteca un libro al menos de Dalmacio Negro ni es usted liberal ni es ná. Si no tiene entre sus libros Liberalismo y socialismo: la encrucijada intelectual de Stuart Mill, La tradición liberal y el Estado, Lo que Europa debe al cristianismo, El mito del hombre nuevo, etc. le doy mañana para hacerse con uno y, de paso, regalarlos para los Reyes Magos. También me vale si escucha algunas de sus conferencias o entrevistas disponibles en Youtube, esa Academia más de Diógenes que de Platón. Por ejemplo, su discurso durante la ceremonia del premio del Instituto Juan de Mariana o la lección magistral impartida en el seminario de Estudios Políticos "Luis Díez del Corral". En ambos, y dicho sea con el debido respeto, Dalmacio Negro aparece como una especie de jedi del liberal-conservadurismo, más que un erudito, incluso más que un sabio, un guerrero del conocimiento. Cuando Kant proclamó ¡Sapere aude!, atrévete a pensar, también estaba conminado a los profesores a que se atreviesen a enseñar, que no es meramente transmitir conocimientos, eso lo hace cualquier IA, tampoco adoctrinar, eso lo hace cualquier sacerdote o activista, sino a conseguir que los alumnos llegan a pensar por sí mismos.
En mis manos tengo un ejemplar de Historia de las formas del Estado. Una introducción. Publicada por la editorial El buey mudo, denominación en honor de Santo Tomás de Aquino, viene con una ilustración en portada semejante al Leviatán de Hobbes. Comienza así
El Estado no es lo Político sino una de las formas de lo Político. Lo Político, una esencia, está detrás del Estado.
Pues Dalmacio Negro era el académico que se encontraba detrás de lo Político. Lo que le distinguía era una profundidad erudita combinada con "presentismo" rejuvenecedor. Es decir, estudiaba el pasado para entender el presente y mejorar el futuro. La última nota de Historia de las formas del Estado dice:
Lo del cambio climático, es una subideología que inicialmente afirmaba que el problema era el enfriamiento "global" y ahora es el calentamiento. Al margen de lo que tenga de negocio y de arma para tener asustadas a las gentes, constituye un capítulo fascinante de la lucha emprendida por el hombre moderno contra la Naturaleza y la fortuna maquiavélica.
Don Dalmacio era tan preciso y tan lógico que nació y murió el mismo día, un 23 de diciembre. Siempre he admirado a la gente que cumple con tal rigor su ciclo biológico, un símbolo de la completitud de su ciclo vital y su obra. Ahora bien, el ciclo intelectual de Negro era mucho más amplio. Por supuesto, nació simbólicamente alrededor del siglo V a. C. siendo, por tanto, contemporáneo de Sócrates y el nacimiento de la libertad entre los griegos, que él supo explicar tan bien. Su nacimiento biológico coincidió con la II República, coincidiendo igualmente con el discurso de Ortega y Gasset advirtiendo de que el giro republicano antiliberal no presagiaba nada bueno.

Catedrático en la Universidad Complutense de Madrid y profesor emérito de Ciencia Política en la Universidad CEU San Pablo, Dalmacio Negro era uno de esos escasos profesores que crean escuela, no tanto por sus ideas, que también, sino por su espíritu, lo que suscita un recuerdo entre el afecto y la admiración, además del intento de emulación. Negro Pavón era conocido por su pensamiento liberal y su crítica al sistema político contemporáneo, llegando a describir el gobierno de Pedro Sánchez como una "tiranía bastante infantil". Su obra abarca análisis profundos sobre la modernidad, el liberalismo, el socialismo y la influencia del cristianismo en Europa.
Fue miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas y quizás su obra maestra sea su discurso de entrada en la misma La tradición liberal y el Estado en 1995, donde el autor más mencionado es Hobbes seguido de Hegel, Rousseau, Tocqueville, Maquiavelo… hasta Schmitt, Hayek, Keynes y Mises.
Su fallecimiento ha sido lamentado en el ámbito académico y político español (político con mayúscula, se entiende, no confundir con la politiquería partidista habitual, donde serán pocos los que conozcan a uno de los principales intelectuales españoles, ya que no participaba en tertulias, en circos mediáticos o saraos de influencers) con numerosos homenajes y condolencias expresadas en redes sociales, destacando su contribución al pensamiento político y su valentía intelectual. Su funeral se celebró el mismo día de su fallecimiento en el Tanatorio Norte de Madrid. Hay que imaginárselo ahora mismo conversando con Schmitt, Hobbes y Kant. Que dialogue en paz el maestro.