Menú

Los autores liberales más importantes de la historia

¿Cómo podemos conciliar la libertad individual con el bien común? ¿Cuál es el papel del Estado en una sociedad libre? ¿Cómo podemos garantizar que los beneficios del liberalismo sean compartidos por todos?

¿Cómo podemos conciliar la libertad individual con el bien común? ¿Cuál es el papel del Estado en una sociedad libre? ¿Cómo podemos garantizar que los beneficios del liberalismo sean compartidos por todos?
Los autores liberales más importantes de la historia | Cordon Press / Libertad Digital

Mario Vargas Llosa, uno de los más significativos liberales del último medio siglo en habla española, escribió La llamada de la tribu, un ensayo en el que recorría su trayectoria intelectual vinculada a los autores que más le habían influido en su revolución personal desde el comunismo a la defensa de la libertad, los derechos humanos, el Estado de Derecho y la economía de mercado. De Adam Smith a José Ortega y Gasset, pasando por Raymond Aron, Jean-Francois Revel, Friedrich Hayek, Isaiah Berlin y Karl Popper, Vargas Llosa traza unos vibrantes retratos de estos siete magníficos del pensamiento liberal.

Para un artículo sobre los más importantes liberales de la historia, veinte es un número razonable. Me centraré en trece autores más aparte de los mencionados por el novelista peruano. A partir de aquí sigo yo completando la lista de Vargas Llosa.

ludwig-von-mises-wiki.jpg
Ludwig von Mises

Ludwig von Mises fue el principal líder de la Escuela Austríaca de Economía, maestro de Hayek y visceral opositor del Estado intervencionista. Demostró los dos errores del socialismo: los incentivos y el cálculo de la planificación. Escribió en Omnipotent Government : The Rise of the Total State and Total War.

El objetivo del liberalismo es la cooperación pacífica entre todos los hombres y entre todas las naciones. Cuando hay propiedad privada de los medios de producción en todas partes y cuando las leyes, los tribunales y la administración tratan a nativos y a extranjeros en iguales términos, es de poca importancia donde estén marcadas las fronteras de un país… la guerra ya no compensa; no hay motivo para la agresión… todas las naciones pueden coexistir pacíficamente.

Pero por empezar por el principio, Juan de Mariana, el jesuita español heterodoxo y afín a la Escuela de Salamanca, Mariana plantó en el s. XVI las semillas tanto del liberalismo como de la democracia, al establecer que la potestad real legítima tiene su origen en el pueblo además de defender la propiedad privada. En De rege et regis institutione (1599) defendió:

Yo juzgo que cuando la potestad real es legítima, tiene su origen en el pueblo, y los primeros reyes en cualquiera república han sido elevados al poder supremo por una concesión de aquel (...) Es, sin embargo, saludable que estén persuadidos los príncipes de que si oprimen al reino, si se hacen intolerables por sus vicios y por sus delitos, pueden ser privados de la vida, no sólo con derecho, sino hasta con aplauso y gloria de las generaciones venideras.

Si hay un liberal polémico ese es John Maynard Keynes. El Julio César de los liberales. Cruzó el Rubicón de la planificación y dijo: "En el largo plazo, todos muertos". El reverso tenebroso del liberalismo para los Jedis austriacos. Tecnócrata de Estado y Mago de los Mercados. Según Hayek, el hombre más genial del siglo XX, que lo hubiese invitado a la primera sesión de los liberales de la Sociedad Mont Pélerin de no haber muerto. En una carta a Hayek a raíz de la publicación de Camino de servidumbre (1944) reconoció su identidad de fondo con el austríaco

Un gran libro y todos nosotros tenemos un gran motivo para estar agradecidos de que expreses tan bien lo que era tan necesario que se dijera (...) moralmente y filosóficamente estoy de acuerdo con prácticamente todo lo que dices; y no solo de acuerdo, sino en un acuerdo profundamente emocionado.

joseph-schumpeter.jpg
Joseph Schumpeter

Otro gran amigo de Hayek fue Joseph Schumpeter, al que consideraba el único a la par de Keynes en cuanto a cultura e inteligencia. Para volver a compartir un café en Viena Hayek elegiría a este enfant terrible del liberalismo, dandi, intelectualmente imbatible y con uno de los mejores ensayos del s. XX: Capitalismo, socialismo y democracia. Captó la esencia del capitalismo: "Destrucción creadora" y lo describió de esta manera

El capitalismo es, por naturaleza, una forma o método de transformación económica y no solamente no es estacionario sino que no puede serlo nunca. El impulso fundamental que pone y mantiene en movimiento a la máquina capitalista procede de los nuevos bienes de consumo, de los nuevos métodos de producción y transporte, de los nuevos mercados, de las nuevas formas de organización industrial que crea la empresa capitalista.

Volvamos a los clásicos. Tras el español Juan de Mariana, el gran referente fue el inglés John Locke. Vía Revolución Americana, John Locke se convirtió en el gran referente liberal para enfrentar a los autoritarios hobbesianos de todos las tendencias. Su defensa de la tolerancia es especialmente relevante en esta época de inquisición light y dogmas políticamente correctos. En su Segundo ensayo sobre el Gobierno civil (1689) estableció:

La ley no es tanto una limitación, cuando la dirección de un agente libre e inteligente hacia su propio interés. Difícilmente puede calificarse de confinamiento a lo que nos impide caer en el fango y en los precipicios (...) Cuando se carece de ley, se carece también de libertad.

Hayek quería que lo que fue la Sociedad Mont Pélerin se hubiese llamado Acton-Tocqueville. Luego iremos por Acton, pero ahora centrémonos en el aristócrata francés

alexis-de-tocqueville.jpeg
Alexis de Tocqueville

, el liberal con mejor sentido sociológico, el autor de La democracia en América nos advirtió de que "si la humanidad debe elegir entre la libertad y la igualdad, siempre decidirá en favor de la segunda". También contra el Estado benefactor que nos obliga a ser libres.

A medida que estudio más el viejo estado del mundo, y que veo más en detalle el mundo de nuestros días; cuando considero la diversidad prodigiosa que allí se halla, no solamente entre las leyes, sino entre los principios de las leyes, y las diferentes formas que ha tomado y que retiene, incluso hoy, se diga lo que se diga, el derecho de propiedad de la tierra, tengo la tentación de creer que lo que llamamos instituciones necesarias no son a menudo sino instituciones a las que nos hemos acostumbrado, y que en materia de constitución social, el campo de lo posible es tan vasto que los hombres que viven en cada sociedad ni se lo imaginan.

Pero si alguien ha sido asesinado simbólicamente reiterativamente por los socialistas de todos los partidos ese es Charles Louis de Secondat, señor de la Brède y barón de Montesquieu. La esencia del liberalismo consiste, nos enseñó, en la limitación del poder en todas sus formas, de la económica a la política pasando por la moral. Y el principio de la separación de poderes constituye su núcleo irradiador, como postuló el marqués de Secondat en El espíritu de las leyes (1748)

Los estados democráticos y aristocráticos no son libres por naturaleza. La libertad política solo se encuentra en los gobiernos moderados; e incluso en estos no siempre se encuentra. Solo existe cuando no hay abuso de poder. Pero la experiencia constante nos muestra que todo hombre que tiene poder está inclinado a abusar de él; lo va aumentando hasta encontrar límites. ¿No es extraño, aunque cierto, decir que la virtud misma tiene necesidad de límites? Para evitar este abuso es necesario que el poder detenga al poder. Un gobierno puede estar constituido de tal manera que ningún hombre sea obligado a hacer cosas a las que la ley no le obliga, ni forzado a abstenerse de cosas que la ley permite.

lord-acton.jpg
Lord Acton

Ahora sí, Lord Acton. Este aristócrata inglés que no pudo ir a Cambridge por ser católico es el máximo referente en la defensa de la humildad de la razón y los límites al poder. "Nuestra época ha preferido el reino del intelecto a la libertad" debiera ser el lema de todo politólogo. Pocos libros más influyentes que su Historia de la libertad (1907):

Por libertad entiendo la seguridad de que todo hombre estará protegido para hacer cuanto crea que es su deber frente a la presión de la autoridad y la mayoría, la costumbre y la opinión. El Estado solo es competente para asignar obligaciones y para trazar la línea que separa el bien del mal en su esfera inmediata. Más allá del límite de lo que es necesario para su bienestar solo puede proporcionar a la lucha por la vida una ayuda indirecta, fomentando aquellos factores que vencen la tentación: la religión, la educación y la distribución de la riqueza.

Volviendo al liberalismo contemporáneo, solo Milton Friedman puede competir en influencia económica con Hayek. El representante más conocido de la Escuela de Chicago, positivista en el método, Milton Friedman llevó la ingeniería económica a un lugar diferente donde lo había situado Keynes: el control del dinero. Gran divulgador del liberalismo con Libertad para elegir y vídeos, escribió sobre la carga fiscal (Citado en Mark Blaug. Economica, 1980):

Hay un sentido en el que todos los impuestos son antagónicos a la libre empresa... y, sin embargo, necesitamos los impuestos. Tenemos que reconocer que no debemos esperar una utopía que es inalcanzable. Me gustaría ver mucha menos actividad gubernamental de la que tenemos ahora, pero no creo que podamos tener una situación en la que no necesitemos el gobierno en absoluto. Tenemos que garantizar ciertas funciones gubernamentales esenciales: la función de defensa nacional, la función policial, la preservación de la ley y el orden, el mantenimiento de un poder judicial. Así que la pregunta es, ¿cuáles son los impuestos menos malos?

john-rawls-1971-photo-portrait.jpg
John Rawls

Pero en el campo de la filosofía política el rey indiscutible, no solo del liberalismo sino en general, fue John Rawls. Acabó junto al propio Hayek (Derecho, legislación y libertad) y Nozick (Estado, anarquía y utopía) con el paradigma marxista en los años 70. El conflicto entre libertad, igualdad y solidaridad ofreció diversas soluciones en el siglo XX: comunismo, fascismo y liberalismo. John Rawls elaboró una teoría de la justicia que resolvía el conflicto dentro del paradigma liberal y detrás de un "velo de ignorancia" político. En Teoría de la Justicia (1971)

Las desigualdades sociales y económicas deben de resolverse de modo tal que: resulten en el mayor beneficio de los miembros menos aventajados de la sociedad (el principio de la diferencia); los cargos y puestos deben de estar abiertos para todos bajo condiciones de igualdad de oportunidades (justa igualdad de oportunidades).

En el siglo XIX, el campeón liberal de la justicia social contra la esclavitud y a favor del feminismo fue Stuart Mill representó como pocos en el siglo XIX el espíritu del liberalismo. Su Sobre la libertad (1859) es un clásico más relevante hoy que nunca debido a la intolerancia de los populistas puritanos:

El único fin por el cual la humanidad está justificada, individual o colectivamente, para interferir en la libertad de acción de alguno de sus miembros es la propia protección. (…) La única finalidad por la que el poder puede ser ejercido legítimamente sobre un miembro de una comunidad civilizada, contra su voluntad, es la prevención del daño a otros. Su propio bien, físico o moral, no es justificación suficiente. No puede ser legítimamente forzado a hacer o abstenerse de hacer porque eso será lo mejor para él, porque eso le hará más feliz, porque, en la opinión de otros, eso sería más sabio, o incluso correcto. Esas son buenas razones para discutir con él, razonar con él, convencerlo o suplicarle, pero no para obligarle o para infligirle un mal si hace otra cosa. En la parte que le concierne a él mismo, su independencia es, de derecho, absoluta. Sobre sí mismo, sobre su propio cuerpo y mente, el individuo es soberano.

En la cima de la Filosofía, Platón y Kant se sostienen la mirada como campeones respectivos de la sociedad cerrada y autoritaria versus la sociedad abierta y liberal. Kant fundamentó el principio cardinal del liberalismo: el derecho del individuo a perseguir autónomamente sus fines. En ¿Qué es la Ilustración? (1748):

La ilustración es la liberación del hombre de su culpable incapacidad. La incapacidad significa la imposibilidad de servirse de su inteligencia sin la guía de otro. Esta incapacidad es culpable porque su causa no reside en la falta de inteligencia sino de decisión y valor para servirse por sí mismo de ella sin la tutela de otro. Sapere aude! ¡Ten el valor de servirte de tu propia razón!: he ahí el lema de la ilustración.

edmund-burke-2.jpeg
Edmund Burke

Edmund Burke fue el paradigma del liberalismo conservador (old whigs), su oposición a la Revolución Francesa fue mítica, la Pimpinela Escarlata de la Filosofía política que oponía la sabiduría tradicional de la common law a los advenedizos racionalistas franceses. Como el whisky a la coca cola. Escribió en Reflexiones sobre la revolución en Francia (1790):

Pero ¿qué es la libertad sin sabiduría y sin virtud? Es el mayor de todos los males posibles; porque es locura, vicio y locura, sin tutela ni freno. Los que saben lo que es la libertad virtuosa, no pueden soportar verla deshonrada por cabezas incapaces, por tener palabras altisonantes en la boca.

El fenómeno político liberal más decisivo de los últimos años ha sido el economista libertario Javier Milei que ha llegado a ser presidente de Argentina. Su ídolo confeso es Murray Rothbard, un economista y filósofo estadounidense que se destacó como uno de los principales exponentes del anarcocapitalismo. Su pensamiento, profundamente influenciado por la Escuela Austriaca de Economía, especialmente por Ludwig von Mises, abogaba por la abolición del Estado y la sustitución de sus funciones por instituciones voluntarias del mercado. Una de sus citas más célebres resume esta idea:

Para los libertarios el Estado es el agresor supremo, el eterno, el mejor organizado, contra las personas y las propiedades del público. Lo son todos los Estados en todas partes, sean democráticos, dictatoriales o monárquicos, y cualquiera sea su color." (For a New Liberty).

cicero-bust-at-old-library-42087308571.jpg
Cicerón

Terminemos con Cicerón. Ser liberal proviene del latín "liber", libre, generoso, y "liberalis" (propio de una persona nacida libre). Si en Grecia fue Sócrates el que plantó la semilla de la libertad, en Roma fue Cicerón quien habló de cómo el amor propio exige reciprocidad, no egoísmo. Porque el liberalismo, a veces olvidado por los liberales en las cuitas económicas y las disputas políticos cotidianas, es sobre todo un humanismo.

El recorrido que hemos realizado por la historia del pensamiento liberal nos ha llevado a reflexionar sobre la naturaleza de la libertad, el papel del Estado, y la relación entre el individuo y la sociedad. Sin embargo, muchas preguntas siguen abiertas. ¿Cómo podemos conciliar la libertad individual con el bien común? ¿Cuál es el papel del Estado en una sociedad libre? ¿Cómo podemos garantizar que los beneficios del liberalismo sean compartidos por todos? Estas preguntas son solo algunas de las que debemos seguir explorando si queremos construir un futuro más justo y equitativo. Más libre.

Temas

En Cultura

    0
    comentarios

    Servicios

    • Radarbot
    • Libro
    • Curso
    • Escultura