Cada 3 de febrero se celebra el santoral de San Blas, médico y obispo de Sebaste (actual Turquía) en los siglos III y IV, protector de los enfermos y patrón de los otorrinolaringólogos, ya que se le conoce como "el abogado contra los males de garganta" tras salvar a un niño que se había atragantado con una espina de pescado. Debido a este milagro, San Blas se convirtió en una figura de gran devoción popular y en su honor se celebran diversas festividades en varios países, donde es común que se realicen bendiciones de la garganta para proteger a los fieles de enfermedades relacionadas con esta parte del cuerpo.
Además, San Blas también fue conocido por su amor por los animales, pues algunas historias mencionan que vivía en una cueva en el bosque, donde acudían los animales enfermos o heridos para que los curase. Se le atribuyen múltiples leyendas relacionadas con su capacidad de comunicación con la naturaleza, lo que ha reforzado su imagen como protector no solo de las personas, sino también de la fauna.
El refrán popular y el rol de las cigüeñas
Uno de los animales ligados al santoral es la cigüeña debido al refrán "por San Blas, la cigüeña verás, y, si no la vieres, año de nieves", que alude al posible fin del invierno. En torno al 3 de febrero, las cigüeñas regresan a España tras emigrar desde otras zonas cálidas como África, donde se habían instalado huyendo del frío invernal. Por ello, si en estas fechas las cigüeñas surcan los cielos, significa que el sol calienta un poco más y el invierno tiene los días contados.
Por otro lado, si el invierno sigue siendo frío, las cigüeñas no regresarán y volverán más tarde, tal como indica la segunda parte del refrán: "si no las vieres, año de nieves". Este dicho popular ha servido durante generaciones como indicador climático basado en la observación de la naturaleza, reflejando la estrecha relación entre los ciclos migratorios de las aves y las estaciones del año.
Por San Blas, la cigüeña verás, quizá crotorando. Así se documenta por primera vez este verbo en español («DHLE»): «Los falcones plipían, et los buytres pulpan, et los cueruos croaxan, et los milanos viluinan, et los çisnes drensan, et las grúas gruan, et las çigueñas crotoran». pic.twitter.com/4qczfmbSA4
— RAE (@RAEinforma) February 3, 2025
¿Qué es crotorar?
Las aves se caracterizan por sus distintos cantos: "graznar" (cuervos, gansos…), "trinar" (canarios, ruiseñores…), "trisar" (golondrina común), etc. En el caso de la cigüeña, su sonido característico es el "crotoreo", la acción de "crotorar", que la Real Academia Española (RAE) ha definido como "dicho de una cigüeña: producir el ruido peculiar de su pico". Este sonido se genera cuando las aves chocan la parte inferior y superior del pico de forma reiterada, lo que hacen principalmente para saludar a su pareja.
Asimismo, "crotorar" proviene del latín "crotolare" ("emitir su voz la cigüeña"), un término que ha perdurado hasta la actualidad y que sigue siendo empleado para describir esta peculiar forma de comunicación de las cigüeñas.