
No es un titular cualquiera el que lidera este reseña porque sobre todo en el caso de Watchmen, la maravillosa obra de Alan Moore y Dave Gibbons, hablamos de cómics que forman parte de la historia de este noveno arte en viñetas. Lo que pasa es que siempre he pensado que tanto Astro City como Watchmen son obras muy parecidas en fondo, pero tremendamente diferentes en forma. Ambas llevan el mundo de los superhéroes a otro nivel, sin embargo, cada una de ellas coloca un color diferente al mismo tema. Si Watchmen sería la oscuridad, Astro City sería la luz.


Antes de seguir con la reseña, vamos con el apartado técnico de esta edición de Astro City: guion de Kurt Busiek, dibujo de Brent E. Anderson y Alex Ross, editorial Planeta, cartoné tapa dura, 496 páginas y un precio de 45 euros.
Vamos con la reseña
Superhéroes, una ciudad como personaje y la normalidad de lo extraordinario
Hay muchas cosas que analizar en Astro City, pero como bien he dicho al comenzar la reseña aquí volvemos a meternos en una visión de los superhéroes que va más allá de lo visto habitualmente en Marvel o DC. Aquí se busca un cotidianidad dentro de lo extraordinario. La rutina en un contexto superheroico alejado de la normalidad y es por eso que gusta tanto Astro City o gustó y sigue gustando tantísimo Watchmen. En ambas obras los autores buscan aportar profundidad al día a día de los superhéroes y cómo afecta su existencia a los demás. Lo que pasa es que Alan Moore reflejó más la oscuridad en su obra y en Astro City, Busiek lo encara de una manera más optimista. Eso sí, ojo, Astro City no es una obra exenta de sombras ya que analiza todo desde un prisma realista en el que lo tóxico inunda nuestra sociedad.
Hablando del guionista, Busiek ha dado grandísimas muestras de lo bien que sabe llevar a los superhéroes a otro nivel. En este caso, Astro City lo que hace es coger personajes míticos como Superman y copiarlos cambiando su aspecto, su nombre y su historia. Usa versiones de personajes conocidos y en cada capítulo nos muestra su rutina, sus problemas o cómo afectan a otros seres humanos corrientes dentro de la propia ciudad. Ya en la primera grapa veremos a una versión de Superman mostrando lo agobiado que se puede llegar a sentir un superhéroe sabiendo que un segundo de descanso suyo puede suponer no salvar a alguien en peligro. Alienígenas, payasos justicieros, atracadores que se ven en mitad de esta extraña ciudad repleta de personajes extraordinarios... Busiek coge todo eso, va dando vida a la propia ciudad de Astro City y te da una lectura tras otra de este tema llevándolo a un punto más profundo y maduro.

Hay que recordar que Busiek es el autor de maravillas como Marvels, donde también contó con Alex Ross, presente aquí en Astro City junto a Brent E. Anderson. Marvels no copiaba nada sino que hablaba de Spiderman, Los 4 Fantásticos o Capitán América, pero lo hacía a través de los ojos de un fotógrafo asombrado, asustado y a veces sobrepasado por lo que tenía en Nueva York. Aquí es muy parecido aunque con las versiones que antes he dicho y buscando más puntos de vista.
La narrativa de Busiek te lleva en volandas y lo bueno de este cómic es que lo puedes leer de manera seguida o de vez en cuando, porque siendo una historia hilada, no está condicionada por una continuidad.
En cuanto al aspecto visual, el toque realista es el que necesita el cómic. Ni más ni menos. Si quieres dar esa sensación de meter al lector en una rutina que podría tener si existiesen los superhéroes tienes que hacerlo así y de ahí que el tono sea el que les muestro a continuación:


Si eres un lector que jamás ha visitado Astro City, Planeta te da la oportunidad de tener la obra entera en 6 tomos. Este es el primero y creo que si te adentras en este mundo debutando con este tomo, si te gusta, te quedarás en esta ciudad sin miedo a perderte entre sus calles.
Conclusión: Premio al mejor escritor y mejor serie. También se llevó el Premio Eisner al Mejor Número Unitario durante tres años seguidos. Con este palmarés, Astro City tiene referencias de sobra para aprovechar esta reedición y hacerse con ella. Esta obra de 1995 se mantiene atemporal y cada relectura te dará otra capa más que estudiar. Si eres amante de los superhéroes, este punto de vista puede hacerte crecer mucho en su análisis. Si gustan, disfruten de la lectura.

