Si ya de por sí El Castigador siempre ha tenido un toque polémico por su razón de ser, es decir, por ser un antihéroe que se toma la justicia por su mano, imaginen si de por medio tienes ingredientes tales como el asalto al Capitolio de 2021 y una premisa en la que Frank Castle es el líder de la Mano. Todo ello lo tuvimos en la cabecera de Jason Aaron que además remató la faena con un final que, de momento, ha dejado huérfanos a los amantes del Castigador de más historias de este personaje.
Ahora Panini nos trae el tomo recopilatorio de esta cabecera con las 12 grapas principales en formato Marvel Deluxe. Arrancamos con el análisis técnico del cómic: guion de Jason Aaron, dibujo con Paul Azaceta y Jesús Saiz, cartoné tapa dura, contiene Punisher 1-12, editorial Panini, 408 páginas y un precio de 48 euros.
Vamos con la reseña y con un curioso episodio político que marcó parte de esta cabecera.
La calavera se cambió por el asalto al Capitolio
Este Castigador tiene una curiosidad histórica relacionada con el asalto al Capitolio allá por el año 2021. Es algo que sigue muy reciente en nuestra memoria. Han pasado 4 años de ese momento y hay algunas historias de sobra conocidas y otras que no han salido a la palestra en los medios generalistas. Una de ellas, relacionada con los tebeos y que ya os contamos aquí en Libertad Digital. La vamos a repasar.
Durante dicho asalto al Capitolio hubo un símbolo que los amantes de los cómics reconocieron al instante: la famosa calavera blanca sobre fondo negro que representa al Castigador, y que algunos de los asaltantes portaban. El Castigador siempre ha sido un personaje mítico de Marvel, pero acompañado de un lore de polémica debido a que su forma de tratar con los criminales siempre se ha considerado impropia de un verdadero héroe. Marvel lo sabe y siempre ha explotado sus duelos contra personajes como Daredevil o Spiderman, que han tenido que parar los pies a Castle en más de una ocasión.
Tras este asalto a la sede del poder norteamericano, Marvel entendió que lo mejor era desmarcarse momentáneamente de esa calavera del Castigador y cogieron esta nueva cabecera del personaje guionizada por Jason Aaron y dibujada por el español Jesús Saiz para transformarla. La convirtieron en algo más demoniaco y relacionado con la Mano, un grupo de asesinos ninja relacionados con el ocultismo. Le añadieron un toque más oriental, propio de la historia que escribió Aaron y que situaba a Frank al frente de esta secta habituada a pelear con Lobezno o Daredevil. De hecho, el diablo de la Cocina del Infierno también aparece en esta cabecera en un crossover que afectó a su vez al Daredevil de Chip Zdarsky.
Más allá del tema del Capitolio, la historia que planteó Jason Aaron fue muy atrevida y controvertida a todos los niveles. Para Jason, el Castigador no se transformó en un asesino de criminales por el asesinato de su familia en un parque de Nueva York sino que ya llevaba ese ADN destructivo en su corazón. Incluso Aaron propone que la Mano siempre ha estado detrás de Castle por ser un instrumento de muerte y dicha secta le ofrecerá a Frank un trato que no podrá rechazar si acepta dirigirles. ¿Qué es eso que le promete la Mano? ¿Por qué Frank Castle ha aceptado unirse a estos asesinos? Eso lo tendrá que descubrir el lector a través de las 12 grapas que se incluyen aquí y ya les aseguro que no es la historia habitual del Castigador ya que Aaron se atrevió a romper casi todo el lore de Castle sin miedo alguno a lo que se podría decir en el fandom del personaje.
A nivel narrativo la historia se divide en dos tiempos. En el presente dibujo Jesús Saez y en los flashbacks Paul Azazeta. Os dejo dos ejemplos del dibujo para que notéis el contraste:
Para mí es un acierto este modo de contar la historia a pesar de que los estilos de Jesús y Paul son muy diferentes. De hecho eso es lo que me gusta, que quede remarcado el contraste entre pasado y presente con un dibujo más clásico y otro más moderno. Lo que no cambia es que en ambos tiempos la crueldad y la contundencia del Castigador es demoledora. Aquí no hay medias tintas. Si Frank Castle es muerte, Aaron se encargó de dejarlo claro en sus guiones.
Por otro lado hay secundarios que aportan muchísimo a la historia, como por ejemplo la sacerdotisa de la Mano que acompaña a Castle en su nueva andadura. Siniestra, conspiradora, cruel, manipuladora... ella es sin duda otro de los puntos fuertes del cómic y ojo al resto de secundarios porque aparte de Daredevil también nos encontraremos con Ares, el dios de la Guerra, Doctor Extraño, Capitán América, Caballero Luna o Lobezno.
Ahora bien, la polémica suscitada alrededor de esta versión del Castigador es entendible si eres un purista del personaje. Eso sí, la historia es autoconclusiva, no necesariamente vinculante a todo lo hecho anteriormente y si este no es tu Castigador, calma, no quemes librerías en tu ciudad porque ya vendrá otro que se le parezca más. A mí, sinceramente, me parece un versión entretenida a más no poder, original y sobre todo que se atreve a meterse de lleno en la eterna pregunta de si el Castigador es un héroe o un villano disfrazado de vengador. Aaron se atreve a responder a esta cuestión sin miedo a represalias del fandom y eso ya de por sí me gusta. Aún así entiendo que haya momentos que no gusten a los fanáticos del Castigador. Lo que es indudable es que la historia está muy bien contada, rebosa sangre y acción por todos sus poros y, entre otras cosas, mezclamos cosas tan potentes como un Castigador que porta una katana mientras lidera a la Mano. Si eso no te atrae... es que no te gusta el Castigador.
Conclusión: sin miedo al que dirán, Jason Aaron redefine al personaje. Gustará más o menos, pero la historia es muy potente y la premisa es muy original. Los dos dibujos encajan a la perfección para separar pasado y presente. No baja en intensidad con el paso de las grapas y el final no deja indiferente a nadie. Si gustan, disfruten de la lectura.