El Museo Nacional de Escultura de Valladolid presenta la exposición “La invención del cuerpo. Desnudos, anatomía, pasiones”, que recorre algunos de los episodios más significativos de la invención artística del cuerpo: el encuentro de la anatomía en el arte y, a la vez, la componente estética de los tratados anatómicos; las indagaciones sobre las proporciones de la figura humana; el influjo de la estatuaria clásica; la teatralización corporal de las pasiones; la ambigüedad tejida entre el desnudo y lo sagrado; el uso contrarreformista del imaginario anatómico como estímulo de la devoción del creyente; la excepcionalidad de la corporeidad femenina asociada con la reproducción y su deslizamiento hacia una observación erótica, el nacimiento del hombre-máquina, o, finalmente, el lazo entre color pictórico y apoteosis de la carne. Incluye obras de José de Ribera, Alonso Cano, Bramantino o Alberto Durero. Puede verse hasta el 4 de noviembre de 2018.
Enrique Herreros ha legado un conjunto de 45 obras de su padre, el ilustrador del mismo nombre, vinculadas en su mayoría a la revista La Codorniz, que pasarán a engrosar la Colección. Se trata de treinta portadas de La Codorniz, (collages o dibujos) de los primeros años de la revista y de 15 aguafuertes de la serie Tauromaquia de la muerte realizados por Enrique Herreros (Enrique García-Herreros y Codesido),(Madrid, 1903- Picos de Europa, 1977), reconocido ilustrador, cineasta, dibujante y humorista que desarrolló un trabajo artístico interdisciplinar desde la década de los veinte en adelante. La presencia de Herreros en La Codorniz fue realmente significativa: autor de más de ochocientas portadas, miles de dibujos y cientos de collages, fue uno de los principales responsables del diseño artístico y estilo visual de la revista, caracterizada por el humor e ironía.