
Los políticos de izquierda y el mundo de la cultura siempre han ido de la ceja, perdón, de la mano. Tal para cual y con cordón sanitario para el resto. Pero, ¿qué hace realmente el gobierno del PSOE y de Podemos por la cultura? Pues ni siquiera ‘los suyos’ se libran del caos gobernante. La misma semana en la que el Consejo de Ministros ha aprobado el denominado bono cultural de 400 euros, la gran institución pública de la cultura escénica española, el Inaem, ha entrado en la peor crisis de su historia. De hecho, desde el último trimestre de 2021 se arrastran cancelaciones de funciones por las huelgas paros intermitentes de los funcionarios de los teatros. Se han suspendido más de 70 funciones y se han perdido decenas de miles de euros.
Por tanto, el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (Inaem) vive una crisis interna de dimensiones difícilmente soslayables. La reciente dimisión de su directora, Amaya de Miguel, amiga personal del Presidente y cuyo nombre se barajó para dirigir el Ministerio, ha colocado a Miquel Iceta ante su primer gran conflicto a la cabeza del Ministerio de Cultura y evidencia una tendencia que venía desarrollándose desde hacía tiempo. Son diversas las fuentes que señalan la parálisis interna que vive la institución, dependiente del Gobierno, y apuntan a distintas causas.
Según publica El Mundo, hay "demoras en los pagos" que han logrado "lo impensable": "que los proveedores privados den la espalda a la administración". Una antigua trabajadora del Ministerio de Cultura y Deportes apunta "la falta de modernización de la institución" y se queja de que los directores de cada compañía del Instituto (el Centro Dramático Nacional, la Compañía Nacional de Teatro Clásico, la Compañía Nacional de Danza y el Ballet Nacional) "reciben instrucciones de dirigir a sus equipos de acuerdo a criterios de rentabilidad", "el Inaem tiende a ser tratado como privado, pero no tiene las herramientas para actuar como una empresa".
"Unos sindicatos muy rígidos"
"¿Por qué funciona el Teatro Real?", se pregunta otro antiguo cargo del Ministerio de Cultura y Deporte. "Porque se independizó del Inaem y pudo tener un marco laboral propio que se ajusta a sus necesidades. En cambio, en el resto de teatros imperan "unos sindicatos que son muy rígidos y te encuentras con que todo es un caos".
Un ejemplo recogido en el artículo trata de explicarlo de forma gráfica. "Cuando llegamos a Cultura, descubrimos que si llevábamos a una compañía de gira por Latinoamérica tendríamos que pagar a los carpinteros de la casa que habían trabajado en la producción en Madrid, como si estuvieran en la gira", explica a este diario un antiguo directivo del Ministerio. A ese respecto, la carta de dimisión a primeros de año del subdirector general de Teatro del Instituto, Fernando Cerón, fue bastante ilustrativa: "Hemos vivido en un momento en que la administración pública se encuentra preocupantemente precarizada en sus recursos humanos y con un modo de trabajo muy burocratizado, que hacen que el trabajo se lleve en condiciones muy adversas que imposibilitan que se afronten retos insoslayables del futuro del sector".
Al parecer, el Convenio Único del Personal Laboral de la Administración General del Estado estableció hace dos años que los trabajadores del Inaem debían tener un estatuto propio que tampoco ha sido desarrollado.
El nuevo director: asesor de Iceta y excompañero del padre de Sánchez
Ya se ha anunciado el nombre del nuevo directo, Joan Francesc Marco, asesor de confianza de Iceta en su carrera política en Cataluña.
Marco, fue director del Instituto Nacional de la Música entre 1990 y 1995. Según recoge El Español, por aquel entonces no había catalanizado su nombre y entre sus colaboradores más cercanos se encontraba Pedro Sánchez Fernández, padre del actual presidente del Gobierno. Marco es un veterano militante del PSOE que no acabó la carrera de Derecho. Ha ido pasando por diversos cargos públicos en instituciones culturales y es el hombre de confianza de Miquel Iceta, que lo nombró su asesor en Barcelona.
