Antonio López (Tomelloso, Ciudad Real, 1936) fue un artista precoz que con 13 años ya pintaba. Parte de sus obras pueden disfrutarse en el Museo de Realismo Español Contemporáneo (Murec) de Almería, estrechamente ligado a su figura y obra y en cuya creación él ha tenido un papel fundamental. Con motivo de la realización del programa Es la mañana de Federico en esta pinacoteca, el artista mantuvo una apasionante conversación con Federico Jiménez Losantos para repasar su trayectoria y verter su opinión sobre el arte actual.
Federico Jiménez Losantos le recordó que el primero en apostar por su talento fue su tío cuando todavía era un niño, lo que corroboró Antonio López: "Fue una decisión peligrosa porque a los 13 años no se puede saber si uno tiene un mundo que expresar o no. Él creyó en mí, convenció a mis padres y aquí estoy". López recordó los inicios de los Realistas de Madrid, grupo al que también perteneció su mujer María Moreno, con la que dio los primeros pasos en la figuración y se acercó a la abstracción: "Nos conocimos como estudiantes de Bellas Artes, en la Escuela de San Fernando, y nos gustamos. Fuimos amigos. El arte moderno que llegaba entonces era muy escaso, estábamos muy atrasados de noticias. Vivimos todos esos años de enseñanza pensando que lo que teníamos que hacer era ajustarnos a la realidad y aprender el lenguaje de la pintura. Luego después fuimos conociendo esas grandes figuras del arte que se estaba haciendo entonces, como Picasso y Chagall. Me impresionó muchísimo. No me parecía incompatible admirar a esas personas y hacer figuración. Todo el mundo no lo cree pero la figuración del siglo XX de Italia, Alemania o América es fantástica y compatible con los movimientos de vanguardia".
Considerado el mayor exponente del realismo actual, Antonio López dio una clase magistral de arte: "Hay que ser muy buen pintor y pintar mucho para hacer realismo. Hay que ofrecer algo que tenga mucha emoción y que sea una novedad. La abstracción es el límite de la pintura. Una pintura abstracta nueva, sin necesidad de reflejar el mundo real y sin ningún apoyo en el mundo objetivo, puede reflejar emoción. A mí me ha enseñado mucho. Por eso, el museo acaba con figuras abstractas de mi colección".
López insistió en que la unión de figuración y abstracción ha dado como resultado el arte moderno. "Velázquez, como Vermeer, tiene un lenguaje de la pintura en sus últimos años que tiene que ver con la abstracción, pero eso no lo sabía ni Velázquez. La abstracción está en el arte de todos los tiempos, es el misterio de la pintura. Tienes que sentirlo. La Venus de Milo tiene una parte de abstracción, y La Gioconda. La abstracción está en el arte de todos los tiempos, si no no tiene hondura pictórica. Eso lo tiene que aceptar el pintor figurativo de hoy en día e ir por ahí".
El artista no quiso vaticinar qué nos deparará el futuro en el arte. "Soy un espectador apasionado de la pintura de todos los tiempos. La figuración del siglo XX se ha hecho con total libertad, cosa que nunca antes se había hecho. Hay mucha pintura figurativa que no vale, es muy superficial, el arte es muy complicado en este momento", aseguró.
Para López, un espectador solo tiene que tener "sensibilidad" para poder disfrutar del arte porque "en otras épocas había un lenguaje común que abarcaba a todas las personas" pero ahora "hemos elegido la libertad y eso hace que un trabajo dependa de quien lo vea para que le guste o no". "El arte está hecho para todos pero no todos pueden llegar a él", añadió.
Preguntado por los retratos de los Reyes encargados a la famosa fotógrafa Annie Leibovitz, que se exponen en el Banco de España, fue contundente: "No voy a decir lo que me parecen".