
El robo de película en el Museo del Louvre de París, en el que se sustrajeron joyas de incalculable valor y que ha conmocionado Francia, no fue una mala noticia para todos. Los dueños de la empresa Böcker, que fabrica maquinaria, se dieron cuenta de que el montacargas con el que los ladrones accedieron a la sala donde se exhibía el arte napoleónico era suyo y decidieron convertir la imagen del robo en un cartel publicitario.
Publicaron la fotografía en sus redes sociales con el lema "cuando hay que ir rápido", en alusión a los siete minutos que tardaron los ladrones en entrar al museo y salir con su botín. Y cuentan las características del montacargas, un Böcker Agilo eléctrico capaz de levantar hasta 400 kilos a una velocidad de 42 metros por minuto.
La empresa tiene su sede central en la localidad de Werne, en Renania del Norte-Westfalia. Según han contado a la televisión pública alemana, el dueño, Alexander Böcker, se ha desplazado a París para conocer más detalles sobre cómo se hicieron los ladrones con la máquina, que habría sido robada a uno de sus clientes. Los ladrones se disfrazaron de obreros y utilizaron el montacargas para acceder a la sala Apolo, que exhibía las joyas, desde una fachada que estaba siendo reparada.
