
La exquisita joya creada para la dinastía de los Romanov ha sido vendida a un precio récord en una subasta histórica en Londres. El ‘Huevo de Invierno’ creado en 1913 por el maestro joyero ruso Peter Carl Fabergé por encargo del zar Nicolás II se ha adjudicado por 22,89 millones de libras, es decir, 26 millones de euros.
La pieza, concebida originalmente como obsequio del último zar de Rusia para su madre, la emperatriz Dagmar de Dinamarca, volvió a cambiar de manos y ahora tiene un nuevo propietario – se trata de la tercera ocasión en que Christie’s protagoniza la venta de este emblemático huevo –, del que como es habitual, su identidad permanece en el anonimato, protegido por intermediarios especializados.
Tanto el huevo como su base están tallados íntegramente en cristal de roca con una apariencia traslúcida que acentúa su sofisticación técnica. Sobre la superficie se despliegan copos de nieve en platino adornados con diamantes de talla rosa. Con unos 15 centímetros de altura, el huevo se abre para revelar un cesto interior de platino repleto de flores primaverales blancas, trabajadas con un nivel de detalle minucioso. "El simbolismo es esencial: representa la llegada de la primavera tras el invierno, una alegoría de la resurrección", explica a EFE Margo Oganesian, responsable del departamento de Obras Rusas en Christie’s.
"Sin duda es una de las piezas más complejas y difíciles técnicamente que Fabergé jamás creó", añade Oganesian. La experta subraya que, según la ficha original, la obra incorpora al menos 4.500 diamantes, una cifra que destaca incluso dentro de la colección de huevos imperiales.
Una creadora en la sombra
El diseño se atribuye a Alma Pihl (1888-1976), una de las escasas mujeres que trabajó en los talleres de Fabergé. De los cerca de cincuenta huevos imperiales que se conocen, diez fueron encargados durante el reinado de Alejandro III, y el resto continuó bajo la iniciativa de su hijo, Nicolás II, destinado a su esposa, la emperatriz Alejandra Feodorovna, o a su madre.
La reaparición del huevo y su primer precio: 511 euros
Tras la Revolución rusa, el nuevo gobierno soviético comenzó a desprenderse de tesoros nacionales, entre ellos varios huevos de Fabergé, para obtener liquidez. El ‘Huevo de Invierno’ llegó a la joyería Warski de Londres a finales de los años veinte por apenas 450 libras, unos 511 euros de hoy, antes de pasar por diversas colecciones privadas. Su rastro se perdió en 1975 y no reapareció hasta 1994, cuando salió a subasta en Ginebra y alcanzó 7,2 millones de francos suizos (7,77 millones de euros). Ocho años más tarde volvió a romper su propio récord en Nueva York, al venderse por 9,5 millones de dólares (8,25 millones de euros), una cifra que hoy queda ampliamente superada con la nueva marca registrada en Londres.

