
Los festivales de cine sirven para muchas cosas, entre ellas para que productoras y distribuidoras puedan testar sus películas con público. Y éste, el público, es el que marca la diferencia de un festival a otro, de una ciudad a otra. No reacciona igual el público del Festival de San Sebastián, que el de Valladolid o el de Málaga. Un aplauso en la Seminci de Valladolid puede ser equiparable a una ovación puestos en pie en el Festival de Málaga. El castellano es mucho más parco y sobrio que el andaluz, no se lo tome nadie como una ofensa que lo está escribiendo uno de Linares.
La película en cuestión es la ópera prima de Carolina África y lleva por título Verano en diciembre. El reparto lo encabezan nombres tan potentes como Carmen Machi, Bárbara Lennie y Victoria Luengo con colaboraciones de Antonio Resines, Irene Escolar, Nacho Fresneda y Silvia Marsó. Pero es que hasta las más desconocidas, como Lola Cordón y Beatriz Grimaldos, están increíbles.
La historia es la de una familia que acaba de perder al padre quedando al mando del barco Teresa (Carmen Machi) en torno a la que giran tres de sus cuatro hijas: Carmen (Bárbara Lennie), Paloma (Victoria Luengo) y Alicia (Beatriz Grimaldos). La cuarta, Noelia (Irene Escolar), vive en Argentina y está empeñada en que su familia la visite en Navidad, de ahí el título de la película.
Con Teresa sólo vive su hija pequeña Paloma y su suegra (Lola Cordón), enferma de alzheimer. No obstante, las otras hijas orbitan alrededor, ¿qué sería de ellas sin los táper de mamá? El personaje de Machi es una madre cuidadora; primero cuidó de su madre hasta que murió, luego de su marido y ahora de su suegra negándose a que la lleven a una residencia pese al avanzado estado de la enfermedad.
Todo espectador que vea Verano en diciembre podrá sentirse muy identificado con esta familia, una madre que pese a sus equivocaciones lo único que ha buscado siempre es el bienestar de su familia integrada por hijas muy diferentes: la cuidadora, la rebelde, la artista, la aventurera y a la vez ausente.
Verano en diciembre no es una comedia, aunque hay mucho humor, pero tampoco es un drama, aunque haga que el espectador suelte alguna lágrima. Carolina África, su directora, ha sabido encontrar el equilibrio perfecto para retratar a una familia que podría ser la de cualquiera de nosotros. Con sus miserias y sus grandezas. Con sus complicidades y sus envidias. La vida misma.
Porque si de algo trata Verano en diciembre es de la vida, y de la muerte. De hecho comenzamos la historia en una reunión familiar en el hogar para conmemorar el aniversario de la muerte del padre. Una escena que sirve a la perfección para definir a la película, pasando del drama a la comedia con una comida que se va de las manos. Y entretanto una abuela atacando a todos al sentirse desubicada.
El aplauso ha sido tal que José Luis Cienfuegos, director de la Seminci, nos comentaba a esCine durante una entrevista este domingo lo sorprendido que estaba ante tal reacción, "ha habido gritos y hasta un ¡viva el cine español!".
Verano en diciembre llegará a los cines de toda España el próximo 8 de noviembre.

