
En la abultada filmografía del recientemente fallecido Gene Hackman figuran dos títulos que rodó en Almería. El primero de ellos con el título original The hunting oparty, traducido aquí como Caza implacable, o mejor La cacería.
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Es del año 1971, y quien encabezaba el reparto era el británico Oliver Reed junto a la algo enigmática actriz Candice Bergen. Tras ellos figuraba Hackman. Se trataba de un western, como no podía ser de otra manera tratándose de los exteriores donde se filmó. Realmente, no pasaría a la historia del mejor cine de este buen actor. La crítica consideró que el filme era tan violento como mediocre. Tal vez lo más destacable era la banda sonora firmada por Riz Ortolani.
Gene Hackman, en su pasaporte Eugene Allen Hackman, viajó con el equipo de actores principales a Madrid, Granada y Almería, las tres ciudades donde sucedió la filmación. Era julio de 1970 cuando el calor apretaba de lo lindo en Tabernas, y el rodaje acabó en Almería el 15 de agosto. Hubo secuencias asimismo en las dunas de Cabo de Gata.
La segunda ocasión en la que Gene Hackman visitó nuestro país por motivos laborales sucedió en agosto de 1976. También esta vez el actor padeció las altas temperaturas y la humedad reinante en Almería. El filme era de producción inglesa, titulado March or die (Marchar o morir) en las carteleras españolas. Gene formó pareja protagonista con Terence Hill, nombre inventado por quien anteriormente se anunciaba por su verdadero, Mario, o Massimo Girotti, que tuvo mucha notoriedad junto a Bud Spencer en westerns de contenido hilarante y acción.
Marchar o morir tuvo mayor difusión que la cinta anterior, porque en el reparto también figuraba el extraordinario actor sueco Max von Sydow y la bella y un tanto distante Catherine Deneuve. Estos datos que aporto los he extraído de un magnífico libro, Almería, plató de cine, firmado por José Márquez Úbeda.
Cuatrocientos millones costó la producción de Marchar o morir, historia de un grupo de legionarios que al concluir la I Guerra Mundial se dedican a proteger unas ruinas arqueológicas. Los exteriores se rodaron tanto en Almería, carretera de Gérgal, Cabo de Gata y la impresionante Alcazaba de la capital, como también en la localidad granadina de La Calahorra, y Marruecos. En el país árabe la producción pasó por serios problemas, pues desde fuerzas militares amenazaron al equipo técnico con armas de fuego. Se trasladaron a Madrid y emplazaron unas escenas en la desaparecida estación de las Delicias. Y luego ya fue Almería el eje del resto del rodaje, el principal de la película. El puerto de Almería fue objeto de varias secuencias dentro de un barco.
Un tipo francamente desagradable
Gene Hackman se hospedó en el hotel La Parra, encantador alojamiento con el fondo del mar, en la carretera de Almería-Málaga. Allí intenté entrevistarlo. Esperé sentado en una de sus dependencias, a cinco metros del actor. No me hizo caso, ni siquiera aceptó que lo saludase. Me pareció un tipo francamente desagradable, tras el largo rato que estuve contemplándolo. En los días siguientes en la prensa local y regional no encontré entrevista alguna con él. Imagino que otros colegas tuvieron la misma suerte que yo. Pero es que, en general, investigando su carrera, no hay muchos reportajes periodísticos que den señales de él.
Hosco, huidizo con la prensa siempre. Y sino, investigando en los medios de comunicación norteamericanos de los últimos años del, por otra parte, excelente actor de carácter, encuentro una ausencia de informaciones sobre su vida desde que optó por retirarse en 2004, tras rodar una espantosa película donde encarnaba la figura de un ex presidente de los Estados Unidos, Welcome to Mooseport.
Escribió tres novelas
Cuando tenía algún rato libre, le dio por escribir, y así publicó tres novelas; ignoramos si tuvieron o no repercusión. El caso es que, aunque etiquetado por sus personajes violentos, en la vida real no era un indocumentado, suponiéndole una cierta cultura. La voz de quien lo doblaba en español era la de un actor veterano llamado Camilo García, quien también se la prestaba a Harrison Ford, Gérard Depardieu, Anthony Hopkins y Leslie Nielsen.
El por qué optó por decir adiós a su carrera fue por varias razones. Sus últimas apariciones en la pantalla no fueron afortunadas. Pero es que, además, él mismo declaró en una de sus escasas entrevistas en televisión, que se consideraba viejo, con la barbilla descolgada, los ojos cansados y encima pocos cabellos. Tiempo atrás había soportado dolencias cardíacas, padeció angioplastia en 1990, y ya hace unos meses unos reporteros, desde lejos, lo captaron con sus cámaras caminando lentamente, con el rostro muy afectado por el paso del tiempo. Ni siquiera esos paparazzi se acercaron a él, conscientes de las malas pulgas que gastaba con los informadores. Se olvidaba que su padre había sido editor de un periódico.
No fue, por lo contado, un actor asiduo en la prensa rosa. No se le conocieron, si es que los tuvo, romances importantes. Y tan sólo se ha recordado a la hora de su muerte que estuvo casado en dos ocasiones, la primera con Fay Malthese, madre de tres hijos de la pareja, y la segunda con Betsy Arakawa, con quien matrimonió en 1991. Él, ya bastante mayor que ella, a la que llevaba treinta y dos años de diferencia; ahora él contaba noventa y cinco, cumplidos el pasado 30 de enero, en tanto Betsy tenía sesenta tres.
Causas de la muerte
Lo que en estas horas han sucedido a su fallecimiento, junto también a su esposa y un perro, ha movido a las autoridades de Santa Fe, donde vivían, a investigar las causas de esas muertes, envueltas al principio en un cierto misterio. Posteriores indagaciones ha llevado a la policía encargada del suceso a encontrar un frasco de pastillas en uno de los salones de la casa, que se suponen podrían ser causa de la muerte, de haber sido ingeridas ambos a la vez, después de administrárselas asimismo al can que tanta compañía les hacía. Gene Hackman, es una suposición, por su vida enclaustrada en su hogar, sin contactos con nadie, quizás estuviera harto de su vida, con su carácter introvertido, sin ilusión por nada.
Pero si tomó esa determinación ¿por qué en tal caso también su esposa lo ha acompañado al más allá? ¿Acaso lo decidió ella en complicidad con él, cuando no tenía una edad muy avanzada? La autopsia determinará pronto qué sucedió este pasado jueves en esa casa de Nuevo México, que ha teñido de luto el Hollywood, otrora de oro, y hoy en decadencia según sabemos por algunos corresponsales de Los Ángeles. Con Gene Hackman se va una de las últimas leyendas de la pantalla.

