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'Una quinta portuguesa', el profesor universitario que suplantó la identidad de un jardinero tras abandonarlo su mujer

¿Hay que buscar a alguien que no quiere ser encontrado? ¿Y a uno mismo? Avelina Prat confirma que es una gran contadora de historias.

¿Hay que buscar a alguien que no quiere ser encontrado? ¿Y a uno mismo? Avelina Prat confirma que es una gran contadora de historias.
Filmax

Un profesor universitario de geografía, especializado en cartografía, es abandonado por su mujer, sin previo aviso. No ha dejado rastro ni nota y la Policía le confirma que ha cruzado la frontera de Rumanía para volver a su país. Así arranca la nueva película de Avelina Prat, Una quinta portuguesa, presentada en el Festival de Málaga.

Manolo Solo, siempre efectivo, es el encargado de interpretar a Fernando, el tranquilo profesor de geografía, que queda completamente perdido tras la "desaparición" de su esposa. "No voy a buscar a alguien que no quiere que la encuentren", dice el personaje de Manolo Solo.

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'Una quinta portuguesa'.

De esta forma decide viajar desde Barcelona a Portugal para desconectar unos días. Allí conocerá al jardinero del hotel, Manuel, que le habla de sus planes: ha sido contratado en una vieja quinta en mitad de la nada para cuidar el jardín. Un día tomando café Manuel muere de un infarto y Fernando, al que le de pánico volver a casa tras la huída de su mujer, decide huir él también.

De esta forma llegará a la quinta y suplantará la identidad de ese otro hombre como jardinero pasando así de "estudiar la Tierra y su geografía a trabajar la tierra con la mano", nos cuenta Manolo Solo a esCine durante una entrevista en el Festival de Málaga. En la quinta entablará una bonita amistad con la dueña, interpretada por la legendaria Maria de Medeiros, actriz portuguesa que ha trabajado en el cine español en títulos como Huevos de oro de Bigas Luna y en Hollywood a las órdenes de directores como Tarantino en Pulp Fiction.

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María de Medeiros en 'Una quinta portuguesa'.

Avelina Prat ya demostró en su primera película, Vasil, que es una gran contadora de historias. Historias pequeñas que las hace grande en pantalla, las que cocina a fuego lento dejando que sean los personajes con su humanidad los que nos cuenten ese pedazo de vida. Ya veremos si descubrimos el porqué de la huída de la mujer de Fernando, y el porqué de la huída del propio Fernando, e incluso el de la dueña de la quinta con un pasado colonial en África. El hogar a veces se encuentra en el sitio más insospechado.

Una quinta portuguesa es una muy buena película, una firme candidata a la Biznaga de Oro del Festival de Málaga o algún premio interpretativo para dos actores en estado de gracia, Manolo Solo y María de Medeiros. Una película optimista, pese a sus dramas, con la dosis perfecta de nostalgia, sin regodearse nunca en ella. Avelina Prat se confirma como una de las cineastas con más proyección del cine español.

Una quinta portuguesa llegará a los cines de toda España el próximo 9 de mayo.

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